Las obras del sexto puente que se llevan a cabo estos días en Donostia, a la orilla del Urumea, han sacado a la luz una segunda fosa con huesos, al parecer, de cuatro personas más. Después de que a principios de semana se localizaran restos de tres fusilados en la Guerra Civil, ayer se encontró el segundo yacimiento, a pocos metros del primero. No hay confirmación de la identidad ni de la causa de la muerte de estos nuevos cuerpos, aunque todo parece indicar que, al igual que los tres anteriores, corresponderían a republicanos fusilados durante el conflicto bélico.
La empresa constructora que se encarga de los trabajos del sexto puente comunicó el lunes pasado el hallazgo de los primeros restos junto al río, a la altura de Amara, tras lo cual el Juzgado de Instrucción número 3 de la capital asumió la responsabilidad y un equipo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, así como forenses del Instituto de Medicina Legal, emprendieron las labores de exhumación. Encontraron una primera fosa de algo menos de dos metros de longitud a un metro y medio bajo tierra, que guardaba los tres cuerpos en un buen estado de conservación.
La capital donostiarra acogió algunos fusilamientos durante la Guerra, por lo que desde el principio no parecía descartable que los restos pertenecieran a víctimas del conflicto bélico. La aparición de dos proyectiles confirmó enseguida este extremo y, además, algunas pruebas localizadas en la fosa, como botones de un chaquetón con las iniciales S.S, llevaron a considerar que, al menos uno de los cuerpos, pertenecía a un empleado del Ayuntamiento donostiarra. Concretamente, a un trabajador de la Guardia Municipal.
El hecho de que los franquistas fusilados fueran trasladados a Polloe no deja dudas respecto a que estas víctimas enterradas junto al río eran republicanas. No encajaría con el funcionamiento habitual durante la Guerra, ya que el bando sublevado llevaba a los arrestados a Ondarreta y, después, los fusilaba en lugares específicos (en Oiartzun, Hernani y el campo de tiro de Bidebieta). Cabe la posibilidad, sin embargo, tal y como apuntaba este periódico hace varios días, de que en este caso se tratara de presos encerrados en un centro irregular del Boulevard, en manos de la Falange, donde hubo fusilamientos al margen de las autoridades militares.
Nuevos cuerpos
Estos extremos están aún sin confirmar, aunque el hallazgo de una segunda fosa junto a la primera ha vuelto a sorprender. Si la primera llamó la atención por el buen estado de conservación de los cuerpos, la situación de esta segunda es aún mejor. Según ha podido saber este periódico, no está conectada a la primera, aunque se sitúa a unos dos metros de distancia.
En ella han encontrado, además, un peine con el año 1933 grabado y un proyectil de pistola, dos pruebas que sitúan a las víctimas en el tiempo y contexto de la Guerra. Además, también encontraron calzado y cráneos rotos. Así, parece bastante probable que, al igual que los tres cuerpos encontrados el lunes, también éstos correspondan a víctimas de la Guerra.
Las labores de exhumación se dieron por concluidas ayer a las 15.00 horas, de manera que ya pueden continuar las obras del sexto puente. A partir de ahora, quedarán los trabajos de investigación de los restos de los siete cuerpos localizados, en busca de pistas para conocer más detalles sobre su identidad.
(Noticias de Gipuzkoa. 5 / 07 / 09)