Un monolito con 47 agujeros de bala recuerda a los fusilados en 1936
por los franquistas en Larraga. 47 agujeros de bala que representan a
cada uno de los muertos y que ayer fueron rellenados con claveles rojos,
amarillos y morados -formando la bandera republicana- por sus
familiares, bajo el impresionante aguacero que ayer descargó en esta
localidad de Tafallaldea.
El monumento es la primera piedra del Monumento a la Memoria que en
Larraga recordará no solo a los muertos sino también las continuas
humillaciones (cortes de pelo, aceite de ricino, paseos...) que sus
familia- res sufrieron por parte de los franquistas.
El monolito incluye dos layas para simbolizar que los fusilados en
Larraga eran labradores o jornaleros que defendían el comunal de la
tierra y recoge también los nombres de los once pueblos en los que les
mataron.
El alcalde de Larraga, Antonio Lamberto (PSN), destacó que ayer no
había «nada que celebrar, pero sí mucho que recordar, para que nunca se
olvide lo que sucedió».
Junto a ello, Lamberto recordó que en Larraga no hubo guerra, sino
que los franquistas fueron casa por casa a buscar «a quienes pensaban
diferente para asesinarlos con total impunidad». Y subrayó la
importancia de otorgar a estas víctimas verdad, justicia y reparación.
El alcalde de Larraga quiso hacer una mención especial a una de los
47 fusilados en esa localidad, Maravillas Lamberto, de apenas 14 años,
que fue violada por los franquistas delante de su padre antes de que
mataran a ambos, y anunció que una calle llevará su nombre. Junto a
ello, agradeció a los vecinos que colaboraron en la organización del
homenaje de ayer y destacó la implicación de los ediles ragueses del PSN
y Bildu.
PSN, Bildu y NaBai
El editor Josemari Esparza, por su parte, destacó que las ideas de
los fusilados de Larraga siguen estando vigentes en la Nafarroa del
siglo XXI. En este sentido, recordó que en febrero de 1936, apenas cinco
meses antes de la rebelión franquista, el Frente Popular Navarro
plasmaba sus reivindicaciones en dos demandas básicas. La primera de
ellas era la del reparto de la tierra en la Nafarroa mayoritariamente
campesina de 1936, «que hoy se podría traducir por reparto de la
riqueza», puntualizó Esparza. Y el segundo punto planteaba que la unión
de los cuatro herrialdes de Hego Euskal Herria era imprescindible para
acabar con el caciquismo en Nafarroa. «Hoy también vemos que la división
apuntala a la derecha», añadió Esparza.
Junto a ello, Esparza hizo referencia a la expresión popular
«Larraga, más y mejor» para destacar que el Ayuntamiento ha dado ejemplo
a toda Nafarroa «al lograr la unión de dos fuerzas de izquierda [PSN y
Bildu] que han trabajado conjuntamente a favor del euskara, han
colaborado en el acto de reconocimiento de los fusilados que estamos
celebrando y han votado mociones a favor de los derechos de los presos
políticos». «Larraga nos ha mostrado cuál es el camino para acabar con el
caciquismo en la Navarra del siglo XXI», añadió Esparza en su alocución.
Al acto de ayer en Larraga en recuerdo de los muertos en 1936
acudieron los parlamentarios de Bildu Bakartxo Ruiz, Bikendi Barea,
Bittor Rubio y Koldo Amezketa y el de NaBai Patxi Leuza, familiar de
ragués fusilado. También estuvo presente el concejal de NaBai en Iruñea
Aritz Romeo. No acudió ninguna representación del PSN.
Una bandera republicana ondeó junto al monolito durante el homenaje
de Larraga. También pudieron verse ikurriñas y banderas de la CNT.
(Gara. 29 / 03 / 2012)