La obra que José Ramón Anda colocó ayer a la entrada del Parque de la Memoria ha recorrido un proceso largo y complejo. El escultor reconocía haber puesto emoción en este trabajo de bronce de cinco toneladas y con unas dimensiones de 6 metros de altura por 4,20 de ancho en una sola pieza, fundida en un taller de Eibar.
Tenía claro que quería hacer una entrada al parque que simbolizara un abrazo para el que venga. Además, desde él se pueden ver el resto de las esculturas. Le di muchas vueltas y vine varias veces a Sartaguda para hablar con la gente y estudiar el entorno. Lo que más ha jugado en contra ha sido el tiempo, porque la ejecución ha sido muy compleja.
¿Qué significa para usted este trabajo?
Participar en el Parque de la Memoria ha sido muy emocionante y hacer una escultura de bienvenida es el mejor regalo que puedo ofrecer a los que sufrieron aquella desgracia. Considero que este lugar es importante para restituir la memoria histórica y para que su presencia haga reflexionar a los humanos y que de ningún modo y por ningún motivo lleguemos a circunstancias como la del 36. Aunque discrepemos, hay que hablar y respetar todas las ideologías.
(Noticias de Navarra. 5 / 03 / 09)