Desde que en 2002 acogiera la primera exhumación de una fosa de la Guerra Civil, Gipuzkoa ha sido escenario de ocho intervenciones de este tipo, lo que supone el 88,9% del total de las realizadas en la Comunidad Autónoma Vasca (CAV). Exceptuando una intervención llevada a cabo el año pasado en Amorebieta (Bizkaia), todas las actuaciones se han practicado en suelo guipuzcoano.
Las dos primeras, casi de manera simultánea en septiembre y octubre de 2002, con Zaldibia y Arrasate como lugares de trabajo. En ambas, Aranzadi pudo exhumar los restos de dos víctimas.
En realidad, la mayor parte de los desenterramientos se han desarrollado en fosas en las que había uno o dos cuerpos. Las dos excepciones se produjeron en Elgeta, en 2004, y en Oiartzun, en 2007, con nueve y cinco personas sepultadas, respectivamente. El resto de las intervenciones se llevaron a cabo en Andoain (2002), Mutriku (2004), Azkoitia (2007) y Hernani (2003), con una víctima exhumada en los tres primeros municipios y ninguna en el último. En total, 21 personas desenterradas a las que se suma la de Amorebieta.
En este último caso hubo también un único cuerpo rescatado, pero eso no significa que no haya más en la zona. Ni en esa ni en ninguna otra. "Sabemos de sitios en los que hay personas enterradas, pero desconocemos quiénes son", asegura Jimi Jiménez, arqueólogo de Aranzadi, que explica, a modo de ejemplo, que en el entorno de Amorebieta hay más gudaris enterrados. Ahora bien, otra cosa es que la exhumación sea o no factible. Por el momento, informa, no hay prevista ninguna actuación a corto plazo en la CAV.
En otras comunidades
De todas esas personas enterradas en Euskadi, muchas son vascas, pero otras se corresponden con ciudadanos de otras comunidades del Estado o, incluso, de países como Argentina, Polonia, República Checa o Uruguay. Por otro lado, uno de cada diez vascos desaparecidos durante la Guerra y los primeros años del franquismo falleció en otra comunidad.