jueves, septiembre 10, 2009

GARZÓN AFIRMA ANTE EL SUPREMO QUE SU INTENCIÓN ERA PROTEGER A LAS VICTIMAS

El magistrado de la Audiencia Nacional española Baltasar Garzón acudió ayer al Tribunal Supremo para prestar declaración en calidad de imputado por la querella interpuesta contra él por un supuesto caso de prevaricación. Según fuentes próximas al magistrado, Garzón negó firmemente haber incurrido en prevaricación alguna y defendió su actuación. Además, sostuvo que al abrir la causa no se apartó de la «finalidad legal» de investigar los hechos, para depurar responsabilidades y dar protección a las víctimas.

El sindicato ultraderechista Manos Limpias y la asociación Libertad e Identidad interpusieron dicha querella contra el juez Baltasar Garzón, al considerar que había incurrido en un posible caso de prevaricación -que consiste en dictar una resolución injusta a sabiendas de que lo es- cuando se declaró competente para investigar la causa relativa a las desapariciones durante la Guerra del 36 y el franquismo.

Sorpresa

Garzón explicó al instructor, Luciano Varela, la historia del procedimiento y por qué decidió declararse competente, según las mismas fuentes, que subrayaron que el juez recordó que le sorprendió que en el Estado español, al contrario de lo que sucede en otros países europeos que han vivido circunstancias similares, no exista un censo oficial de víctimas de la represión franquista.

Así, y a pesar de que el juez dirigió oficios solicitando información a varios organismos oficiales, la mayor parte de los datos sobre este extremo que obraban en la causa eran los aportados por las asociaciones de recuperación de la Memoria Histórica.

Durante la vista, que se prolongó durante más de dos horas y media, Baltasar Garzón respondió a las preguntas del instructor, del fiscal Luis Navajas y de su propia defensa, y declinó contestar a la acusación, que no solicitó ninguna medida cautelar contra el juez.

Fuentes de la acusación señalaron que Garzón fue especialmente puntilloso al responder a las preguntas de Varela, y pidió que constara en acta que algunas contenían juicios de valor.

De la batería de 150 preguntas que tenía preparadas la acusación destacan, entre otras, dos en las que se inquiere a Garzón sobre si pretendía practicar una autopsia a cada fallecido que encontrara o si pensaba que estaba abriendo una «causa general» contra el franquismo al tramitar la denuncia de las Asociaciones de Memoria.

Opciones

Tras la vista de ayer, el Tribunal Supremo español puede ordenar el archivo de la causa o seguir adelante. En este último caso, podría solicitar nuevas diligencias de investigación (solicitando más información sobre el caso a la Fiscalía o a la Audiencia Nacional española) o podría también procesar a Garzón por prevaricación.

ARCHIVO DEL CASO

La defensa de Garzón estudia presentar un escrito pidiendo el archivo de la causa, ya que considera que tras su declaración ha quedado suficientemente claro que no cometió prevaricación.
La comparecencia del juez generó una gran expectación

La citación del magistrado Baltasar Garzón no dejó indiferente a nadie y suscitó un gran interés tanto entre los medios de comunicación como entre las asociaciones de recuperación de la Memoria Histórica.

Así, decenas de cámaras esperaban ante el Tribunal Supremo la llegada de Garzón, que fue recibido entre vítores por parte de las decenas de personas que acudieron a mostrarle su apoyo.

En el lugar también se dieron cita varios ultraderechistas que espetaron a los concentrados frases como «reconoceréis que Franco, como dictador, era insuperable».

(Gara. 10 / 09 / 09)