En lo que va de año, un total de 32 monumentos conmemorativos de republicanos, gudaris y milicianos que murieron o desaparecieron entre 1936 y 1977 han sido atacados, según aseguraron ayer los representantes de Lau Haizetara Gogoan, asociación que lucha por recuperar la memoria de dichas personas.
La agrupación mostró su preocupación ante unos ataques que cada vez son más frecuentes y agresivos, ya que "van más allá de las habituales pintadas". Prueba de ello es, por ejemplo, el ametrallamiento del monumento de Aritxulegi, en Oiartzun, que rememora a los gudaris caídos en ese lugar. El monumento a los fugados del fuerte de Ezkaba-San Cristóbal o el del cementerio de Aitzoain, los dos en Navarra, también sufrieron destrozos y pintadas recientemente.
Además, según Lau Haizetara Gogoan, se han vertido "amenazas personales contra miembros de asociaciones memorialistas".
Desde la agrupación denunciaron que estos "hechos se realizan con toda impunidad". Asimismo, criticaron que los actos no son aislados y que se perpetran con premeditación. "Es evidente, como cualquiera puede observar, que son acciones cometidas con el respaldo de una organización".
"Un proceso molesto"
Según la organización, la recuperación de la Memoria Histórica "es un proceso que no sólo molesta a los fascistas de siempre y a los partidos políticos que aceptaron las condiciones de la Transición". Además, criticaron que "muchos de los partidos no quieren avanzar por el camino del reconocimiento del genocidio cometido por la rebelión militar de 1936, el régimen franquista y el terrorismo de Estado".
Lau Haizetara Gogoan consideró que esto "explica que ciertos partidos políticos, sindicatos e instituciones del Estado" callen y miren para otro lado "restando importancia a estos ataques".
Por otro lado, Lau Haizetara Gogoan pide la constitución de una "comisión de la verdad de Euskal Herria" para "la justicia y la reparación" de esas personas y que, además, incluya garantías de que sucesos así no vuelvan a repetirse.
(Noticias de Gipuakoa. 10 / 09 / 09)