sábado, mayo 24, 2008

FALLECIO EN CADIZ EL GENERAL FASCISTA RAFAEL PATERO BELTRAMI


El tiempo no perdona a nadie. La muerte tampoco. Y siendo esto asi tenemos que dar cuenta del fallecimiento del general de brigada Rafael Patero Beltrami, último jefe de la "Guardia de Franco" y máximo responsable de la Policía Armada de Madrid en la llamada Transición. Este hombre vivía retirado en la capital gaditana, en la que había nacido hace 89 años y fue el encargado de velar por la seguridad del dictador durante los cinco últimos años de su vida y, posteriormente, asumió el mando de los tristemente conocidos como "grises" cuando éstos todavía pertenecían a "la gran familia militar", desempeñando este cargo hasta el triunfo del PSOE en las elecciones generales de octubre de 1982.

Miembro de una conocida familia burguesa gaditana, este hombre de 81 años se sentía muy satisfecho de su carrera castrense. Nacido durante la dictadura militar de Primo de Rivera, se alistó en el ejército rebelde, siendo aún menor de edad, para combatir a la República. Tras la derrota de las fuerzas leales al Gobierno constitucional, fue ascendiendo a golpe de escalafón hasta que, por casualidad, en 1970 fue destinado con el cargo de mayor al Palacio de El Pardo. Rafael Patero Beltrami lucía por aquellas fechas las estrellas de teniente coronel.

A la muerte del dictador, ya ascendido a coronel, Patero fue nombrado comandante en jefe de la Policía Armada -por entonces cuerpo militar- de Madrid por el Gobierno de Carlos Arias Navarro, siendo ministro de la Gobernación el hoy "democrata" y figura del PP Manuel Fraga Iribarne. De esa etapa data la terrible represión llevada a cabo por los grises contra las movilizaciones populares habidas en Madrid en protesta por los sucesos de Gasteiz y Montejurra.

Cuando el 7 de julio de 1976 el falangista Adolfo Suárez relevó a Arias cono presidente del Gobierno, eligió como nuevo ministro de la Gobernación al incombustible Rodolfo Martín Villa, un hombre gris que se mantuvo en el cargo hasta el 5 de abril de 1979, fecha en que ocupó su lugar el general Antonio Ibáñez Freire, a su vez sustituido por Juan José Rosón Pérez el 2 de mayo de 1980, que continuaría hasta la victoria electoral del PSOE.

Con todos estos hombres de funesto recuerdo, ejerció Patero Beltrami en Madrid el mando supremo de la Policía Armada, reconvertida por esas fechas en Policía Nacional con el consiguiente cambio de colores. De grises pasaron a maderos en atención a la metamorfosis cromática sufrida. En esta larga etapa, ocurrieron también muchos sucesos en la capital del reino: la detención pactada de Santiago Carrillo, el 22 de diciembre de 1976; los asesinatos de los abogados de la calle Atocha, el 24 de enero de 1977; el consejo de guerra a Els Joglars, el 6 de marzo de 1978; la entrada en vigor de la Ley Antiterrorista, el 2 de diciembre de 1980; la toma del Congreso de los Diputados por guardias civiles al mando del teniente coronel Antonio Tejero Molina, el 23 de febrero de 1981, etc. Y, en cada uno de estos casos y en otros muchos, los actos de protesta fueron reprimidos por la Policía del general Patero.Partidario de la "pena de muerte para los terroristas con delitos de sangre", no obstante Patero se distancia de Conesa, el que fuera comisario jefe de la Brigada Político-Social. "Por aquella época, los dos cuerpos estaban perfectamente separados. ¿Torturas? Claro que se producían, pero las practicaban Conesa, Billy el Niño y esa gente. Ellos declaraban ante el juez que eran mis hombres los que pegaban a los detenidos en los 'pasillos' que formaban y yo siempre mantuve que el médico los veía entrar bien en las salas donde se llevaban a cabo los interrogatorios y salir magullados. Está claro que eran ellos".

Pablo VI, "el rojo"

En declaraciones este anciano manifestó su orgullo por haber servido con lealtad a aquél a quien admiró toda su vida: su "Caudillo" y generalísimo de los tres ejércitos, Francisco Franco Bahamonde. Si como mayor ejercía el mando económico de la residencia del dictador, un golpe de suerte le situó, además, al frente del ejecutivo de dicha casa, lo que le proporcionó poder absoluto. Tras un inesperado traslado del coronel, excepcionalmente se le encomendó la jefatura máxima de la Guardia de Franco, pese a ser su rango un grado inferior al requerido para el cargo.

De aquella época destaca el trato paternal que el dictador dispensaba al entonces Príncipe de España, Juan Carlos de Borbón, y que él presenció en muchas ocasiones. "Incluso cuando estaba convaleciente, el Caudillo se levantó para salir al encuentro del hoy monarca y abrazarlo efusivamente con la cara transfigurada por la alegría", narra Patero. Hoy se declara profundamente antijuancarlista "por la traición cometida por ese hombre a los principios fundamentales del Movimiento que prometió cumplir a Franco en su lecho de muerte".

Recuerda muchas cosas el general Patero. Entre otras, el día en que "el Caudillo firmó las sentencias de muerte de aquellos cinco terroristas. Pese a las presiones internacionales, incluso del rojo del papa Pablo VI, no le tembló el pulso y supo cumplir con su deber". Y también se acuerda perfectamente de toda la galería de personajes, muchos de ellos todavía con vida, que pululaban alrededor de Franco en actitud servil y que hoy día reniegan de su pasado.

(Información de "InSurGente")
Otro fascista convencido que se va de este mundo sin haber dado cuenta a la justicia de sus actos contra el pueblo, entre otras cosas... porque nadie se las ha pedido nunca.
Su muerte, tranquilo y orgulloso sin duda del deber cumplido, viene a subrayar una vez mas la impunidad otorgada por la Transición y por esta democracia que dicen que tenemos a los gestores y defensores del regimen fascista del General Franco y a los crimenes por ellos cometidos.
No diremos descanse en paz...