lunes, mayo 26, 2008

CIENTOS DE PERSONAS RINDEN HOMENAJE A LOS HUIDOS DEL FUERTE DE SAN CRISTOBAL EN SU 70º ANIVERSARIO


El 22 de mayo de 1938 fue una fecha que quedó marcada en el calendario de las personas que lucharon por la libertad y fueron prisioneras en el Fuerte de Alfonso XII, más conocido como el de San Cristóbal, durante la Guerra Civil española. Los reclusos consiguieron huir de la prisión para, al menos, por unas horas sentirse libres . 70 años después de esa valerosa acción, centenares de personas, amigos, familiares, incluso algunos de los protagonistas, rindieron ayer un homenaje a los que hace siete décadas se fugaron del Fuerte navarro.

En dicho lugar pero hace más de 70 años, los prisioneros por las tropas franquistas organizaron una fuga para poder huir de aquel lugar donde cada momento se violaban los Derechos Humanos. En total 796 presos, sin ayuda exterior, lograron escapar de las manos fascistas. Pero tan solo 3 pudieron llegar a Francia. 207 de esas personas fueron ejecutadas y 14 de ellas, en la Vuelta del Castillo de Pamplona.

Emocionante homenaje
Las frías y humedecidas paredes de piedra de la prisión se templaron durante el tiempo que duró el acto con el calor de las más de 500 personas procedentes de Navarra y del resto del Estado. La cima del monte Ezkaba se tiñó de rojo, amarillo y morado que se mezclaban con los colores de la ikurriña.

Pasadas las 12.30 horas del mediodía, tres gaiteros daban inicio al acto conmemorativo de la fuga de la cárcel, que año tras año familiares y amigos de los fusilados durante la Guerra Civil organizan en el Fuerte de San Cristóbal.

Minutos después llegó el momento más emocionante cuando los familiares de los presos intervinieron para hablar en nombre de sus padres, tíos o abuelos. Rogelio Diz, hijo del gallego Rogelio Diz, vive en Puebla (México) y siempre ha oído hablar del Fuerte de Alfonso XII, ya que su padre fue uno de los afortunados que consiguieron huir de la prisión navarra. Aunque en algunas ocasiones dudaba sobre los testimonios de su padre, al final confió en él y poco a poco se empezó a poner en contacto con diferentes asociaciones navarras y hace cuatro años pisó por primera vez la cima donde tanto sufrió su padre. "Me alegra ver que cada vez somos más, que estamos más unidos y que nos hemos convertido en una gran familia", manifestó emocionado.

Pero si hubo algo que conquistó el corazón de los que se reunieron ante las puertas del Fuerte, eso fue sin duda los versos que cantó el leonés Abel Salvador. A sus 92 años volvió por primera vez al lugar donde estuvo preso siete años.

Las tropas franquistas lo detuvieron con tan solo 21 años junto a uno de sus hermanos de 18 años y otros vecinos de la localidad castellana de San Pedro de Olleros. Abel fue juzgado y, tras pasar por el calabozo y por la prisión de San Marcos en León, fue enviado el 1 de enero de 1937 al Fuerte de Alfonso XII. A su hermano, en cambio, lo fusilaron. "Pasábamos mucha hambre. En los primeros días nos ofrecían una cosa negra diciendo que era café, pero ¡olía mal y sabía peor! Entonces se lo daba a un compañero pero al final, no tenía más remedio que tomármelo porque pasaba mucha hambre". Todavía recuerda perfectamente aquel 22 de mayo cuando consiguieron fugarse. "Pasé 12 días caminando por los montes navarros. Estaba muy débil y apenas tenía fuerzas". Pero, al final fue detenido y permaneció preso hasta 1943.

Ernesto Carratalá también dejo boquiabiertos a las personas reunidas en la cima del monte Ezkaba. Con 90 años regresó a la prisión donde tantos malos ratos tuvo que pasar. "El Fuerte de San Cristóbal, sepulcro de vivos. En las mazmorras de este abominable edificio pasé el peor invierno de mi ya nonagenaria vida". "La fuga fue un reto heroico por excelencia, pero prácticamente desastroso", apuntó Ernesto Carratalá. En sus declaraciones tuvo palabras de críticas para los nacionalismos de hoy y para la "Asociación de Víctimas del Terrorismo".

En el homenaje de ayer hubo personas que llegaron desde Cataluña como lo hizo Anna Rubio Caro. Su abuelo, Juan Rubio Romero, estuvo preso en el fuerte y ha estado enterrado en él hasta el año pasado que consiguieron la exhumación. "Ha sido un acto muy emocionante, todos nos entendemos bien porque tenemos la misma pena. Con una mirada nos lo decimos todo", comentó Rubio.

Barco de la memoria
Entre los asistentes que llegaron desde diferentes puntos del Estado había un grupo gallego que contó a los reunidos en Ezkaba su experiencia con actos relacionados con el reconocimiento de la Memoria Histórica. Como lo hicieron en Navarra con el Autobús de la Memoria, en Galicia organizaron un barco que recorrió toda la costa gallega para informar y recuperar la memoria. Además, al igual que en Sartaguda, han conseguido habilitar la isla de San Simón para que sea un lugar para el recuerdo de los desaparecidos y fusilados en la Guerra Civil.

El acto finalizó con un aurresku en honor a los presos y con una ofrenda floral que los familiares, amigos y demás asistentes depositaron tras las verjas del lugar donde se cometieron tantas torturas y asesinatos en los años en el que la cárcel permaneció abierta.
("Noticias de Navarra" y "Deia". 26 / 05 / 08)