«Llegamos tarde, pero no demasiado tarde», manifestó el autor de «Maizales bajo la lluvia», Aitor Azurki. «¿Te acuerdas, Marcelo, de cómo hace cinco años te propuse participar en este proyecto?».
El libro reúne los testimonios de once personas: Marcelo Usabiaga, José Moreno, Txisko Lafuente y Gaspar Álvarez -que participaron en el acto de ayer-, Mateo Balbuena, Félix Padín, Ángel Mentxaka, y los ya fallecidos Luis María Azpiri, Julia Hermosilla, Manuel Goenaga y Paco Barreña.
Según expresó el joven periodista de Donostia, todos estos gudaris se han convertido involuntariamente en «portavoces de toda la sociedad que se desangró». «Cuando estás tirando y tirando tiros, no sabes ni dónde estás y tiras a quien sea...», declara un gudari. «Se siente asco, impotencia... No sé lo que sientes», señala otro. Hablan del inmenso torbellino de una guerra que los atrapó de lleno y de la venganza de los vencedores: cárceles, campos de concentración, batallones de trabajadores, ejército franquista...
Azurki se siente parte de la revolución de los nietos que han ido preguntando e indagando. «Estamos asistiendo a un despertar: un documental por aquí, un libro por allí... Ayer fue el Día de la República, a ver si el de hoy se hace llamar el Día de los Gudaris y Milicianos».
Desde la primera fila, Marcelo Usabiaga agarró el micro para afirmar que «lo que ha pasado en este país no puede ni debe olvidarse jamás» y para expresar «la sinrazón del fascismo, la dictadura y la opresión». A su lado, José Moreno, testigo directo del bombardeo de Gernika, reivindicó que estos libros se lleven a las escuelas: «El terrorismo está aquí, la juventud que murió por el terrorismo está aquí. Pero, ¿cuántas personas están en la cárcel por el terrorismo del franquismo? Ninguno».
Azurki resaltó que le ha impactado la sinceridad y la humildad de estos últimos gudaris y que no ha visto nada parecido en su corta vida.
(Gara. 16 / 04 / 2011)