sábado, abril 19, 2008

ROSARIO "DINAMITERA": SIEMPRE ESTARAS EN NUESTROS CORAZONES


Murió Rosario Sánchez Mora. Rosario "Dinamitera". Mujer entrañable que hasta el ultimo momento dió con su comportamiento cotidiano fé de la ideologia comunista que profesaba. Mujer que atravesó los caminos de sufrimiento, de sangre y lagrimas que el fascismo impuso a millones de jovenes del estado español cuando apenas brotaba en ell@s la primavera de la vida y que llegó a su ultimo dia de existencia con la idea de conseguir "un mundo mejor" intacta, como intacta estaba la seguridad de que para conseguirlo no bastaba "sólo con hablar" sino que "lo fundamental es hacer, y si es posible hacer bien".

No la conocimos todo lo que hubiesemos querido, pero en las pocas ocasiones que tuvimos para ello siempre se mostró dispuesta a colaborar con Ahaztuak 1936-1977. Y asi lo hizo ilusionada cuando pusimos las placas que hoy en dia señalan como lugares de memoria lo que fué la cárcel de mujeres de Amorebieta, la cárcel de mujeres de Durango o la prisión de mujeres de Saturrarán, estas dos ultimas lugares donde ella tambien habia estado presa: ante su imposibilidad de desplazarse por encontrarse al cuidado de un familiar enfermo en las tres ocasiones nos remitió con gran premura un escrito para que lo leyesemos en su nombre. Como ella nos decia "por la memoria y el recuerdo de las compañeras alli presas yo hago lo que sea" y porque "hablar de la lucha de ayer es fortalecer la lucha de hoy y preparar la de mañana".

Esa era Rosario. Nuestra Rosario.

Siempre miliciana. Siempre comunista. Siempre "Dinamitera".

Con la memoria de sus sueños perfilamos hoy nuestro futuro.


Rosario, dinamitera
Rosario, dinamitera,
sobre tu mano bonita
celaba la dinamita
sus atributos de fiera.
Nadie al mirarla creyera
que había en su corazón
una desesperación,
de cristales, de metralla
ansiosa de una batalla,
sedienta de una explosión.

Era tu mano derecha,
capaz de fundir leones,
la flor de las municiones
y el anhelo de la mecha.
Rosario, buena cosecha,
alta como un campanario
sembrabas al adversario
de dinamita furiosa
y era tu mano una rosa
enfurecida, Rosario.

Buitrago ha sido testigo
de la condición de rayo
de las hazañas que callo
y de la mano que digo.
¡Bien conoció el enemigo
la mano de esta doncella,
que hoy no es mano porque de ella,
que ni un solo dedo agita,
se prendó la dinamita
y la convirtió en estrella!
Rosario, dinamitera,
puedes ser varón y eres
la nata de las mujeres,
la espuma de la trinchera.
Digna como una bandera
de triunfos y resplandores,
dinamiteros pastores,
vedla agitando su aliento
y dad las bombas al viento
del alma de los traidores.

(Miguel Hernández)