Que aquella causa os parezca perdida,
nada importa.
Que tantos otros, pretendiendo fé en ella
sólo atendieran a ellos mismos,
importa menos.
Lo que importa y nos basta es la fé de uno.
Por eso hoy otra vez la causa te aparece
como en aquellos días:
noble y tan digna de luchar por ella.
Y su fé, la fé aquella, él la ha mantenido
a través de los años, la derrota,
cuando todo parece traicionarla.
Mas esa fé, te dices,
es lo que sólo importa.
(Luis Cernuda. 1936)
(Dibujo de Kalvellido, editado en "Insurgente)