La asociación Ahaztuak 1936-1977 y la organización internacionalista Askapena se unieron ayer para organizar primero en Sartaguda y después en Lodosa un acto de Memoria Histórica que sirvió para recordar y homenajear a las víctimas de dos dictaduras "con muchas similitudes", señalaron los organizadores, la del Estado Español a partir de 1936 y las de Argentina tras el golpe de Estado de 1976 que dio la Junta Militar.
En particular, hubo un reconocimiento para María Mercedes Colás Irisarri, una lodosana que fue víctima por partida doble. Primero tuvo que vivir el asesinato de su padre, dirigente local de la CNT, José María Colás, en 1936 en Tudela y después, tras exiliarse a América, vio cómo su hija, Alicia Meroño, desaparecía en 1978 junto a otros 30.000 argentinos en el país austral víctima del régimen. Actualmente, Colás, de 86 años, es la vicepresidenta de las Madres de la Plaza de Mayo, y viaja anualmente a su localidad natal a visitar a sus parientes, aunque no pudo estar presente en el homenaje.
La placa que le entregaron los organizadores la recogió su sobrina-nieta, Patricia Jarauta, quien la describió como una persona con mucha vitalidad aun con su edad. "Ya no quiere que le hagan entrevistas, se siente un poco cansada, pero cuando estás con ella tomándote un café tranquilamente te cuenta lo que sufrió. Todos los años viene un mes aquí, se queda unos días en nuestra casa y otros en casa de su nieto, que vive en Madrid. Y los jueves va siempre a la plaza de Mayo en Buenos Aires", agregó Jarauta, quien le hará llegar la placa a la mayor brevedad.
En total, algo más de 200 personas se reunieron ayer primero en el Parque de la Memoria, donde hubo una ofrenda floral, y después en Lodosa. Martxelo Alvarez, de Ahaztuak, animó a seguir recordando "a las víctimas en Euskal Herria" y, sobre todo, reclamó que "se conozcan los nombres de los asesinos, para que se haga justicia y que por lo menos tengan el juicio de la Historia".
Puso como ejemplo Argentina, donde "la presión popular ha hecho que más de 200 responsables sean juzgados y algunos estén en la cárcel", para terminar añadiendo que "la lucha de las víctimas será siempre nuestra lucha". Durante el acto, amenizado con música y bajo el lema Memoria, dignidad y lucha, se escuchó un audio de Colás realizado por una brigada de Askapena que ha estado en Argentina compartiendo experiencias sobre la Memoria Histórica y su trabajo, y de donde surgió la idea del acto fruto de la colaboración con Ahaztuak. Xabier Erauskin, de la CNT, se encargó de cerrar los discursos en un acto al que también asistieron miembros de la asociación Pueblo de las Viudas y que se cerró con una comida y un concierto de Salvador Amor y Gabriel Ortega.
(Noticias de Navarra. 24 / 10 / 2011)