El historiador extremeño Francisco Espinosa asistió hace varias semanas a una charla en la Universidad Pública de Navarra sobre Cuestión Campesina y Reforma Agraria en la II República española , un tema del que tiene grandes conocimientos. "Siempre me interesó la república", comenta el historiador. La forma en la que contesta las preguntas desvela que se ha dedicado a la docencia, ya que responde de una manera pausada, clara y con los términos adecuados.
En los últimos meses se está hablando mucho de la memoria histórica. ¿Considera usted que es el momento de escribir o de pasar página?
Creo que es la hora de culminar el proceso de la recuperación de la memoria que se inició hace diez años. Opino que con motivo de la reciente aprobación de la Ley de la Memoria, ha sido una buena ocasión donde por fin se ha plasmado ese movimiento en una ley, que es manifiestamente mejorable. Lo que merecerá la pena va a ser seguir profundizando más mostrando realmente ese pasado oculto.
¿Es consciente la sociedad en la que vivimos de lo qué fue el franquismo?
En general, esa conciencia ha aumentado mucho en los últimos años a consecuencia de los movimientos de la recuperación de la memoria histórica. Antes, no se era totalmente consciente porque primaba todavía lo que venía de la propaganda franquista. Sin embargo, el proceso de la memoria histórica lo que ha hecho es superar ese punto de vista y decir que hay que dejar claro que la república fue un régimen legal, que acababa de ganar unas elecciones generales y que no había ningún motivo para un golpe militar, ni para la matanza que se sobrevino.
¿Se enseña correctamente en las escuelas lo que sucedió durante los 40 años que duró de la dictadura?
No se enseña bien porque la investigación tarda demasiado tiempo en llegar a los libros de texto. De poco sirve el esfuerzo que ha hecho el investigador en los últimos 25 años si eso no acaba plasmado en los contenidos de la enseñanza. Creo que hay varios problemas, por un lado, está el de que los que hacen los libros de texto no tienen relación con los investigadores. Es difícil de hacerlo hasta para un historiador que está metido en el tema, pues para una persona que es ajena, aún más. Entonces se están dando contenidos que pertenecen a hace bastante tiempo, a tópicos que se pasan de una generación a otra y se van implantando. Pero, la riqueza de información que hay sobre estas cuestiones ahora no ha llegado aún a los libros de texto.
En Italia y Alemania, nada más finalizar sus dictaduras, borraron los nombres y símbolos fascistas de la calle, mientras que en Navarra y en el Estado aún permanecen. ¿Qué considera usted que se debería hacer?
La diferencia entre los casos alemán, italiano o español es que allí perdieron la guerra y entonces quitaron los nombres enseguida, aunque supongo que alguno quedaría. Pero en España el problema es que la dictadura se impuso y duró mucho tiempo. Luego la transición no se hizo mediante una postura, se llevó adelante mediante un proceso en el que la derecha controló el paso de un sistema a otro. Primero hubo una época a principios de los 80 en la que una vez que llegó el PSOE al poder, se aprovechó y en muchos sitios se quitaron los símbolos más llamativos, aunque a día de hoy, quedan algunos. Aprovechando la Ley de la Memoria del pasado mes de diciembre, hay que quitar todo los restos golpistas y franquistas que hay en los callejeros, lápidas conmemorativas, monumentos, etc. Pero en esto también hay dos posturas, una que mantiene que hay que dejarlo todo poniendo lo que fue y otra que es que ese tipo de cosas hay que quitarlas. No tiene ningún sentido dejar una estatua dedicada a Franco y poner una placa explicativa. De seguir con esa tónica, en un país como el nuestro, con la historia que hemos tenido, todas las calles estarían llenas de personas totalmente horrorosas, todavía habría estatuas de Fernando VII y de toda serie de personajes bárbaros.
En estos países europeos también se han empezado a hacer juicios a los culpables para que pidieran perdón. ¿En el Estado se debería hacer lo mismo?
Aquí hay un problema, es que ya han muerto. Se ha llegado tan tarde que prácticamente no existen responsables políticos de primera instancia ni del golpe militar. El último que quedaba, Serrano Súñer, murió con más de 100 años. Creo que debería haber pasado por un tribunal. Hubiera sido interesante asistir a ese proceso, que tuviera una sentencia, y decirle lo que habría que decirle.
Hace poco en Sartaguda se inauguró el Parque de la Memoria. ¿Qué opina usted de que se hagan estas cosas?
Me parece una idea magnífica la inauguración del "Parque de la Memoria" y opino que es lógico que se produzca ese hecho aquí en el sentido en el que Navarra fue una de las provincias que primero investigó la represión, junto con Cataluña, La Rioja, Soria y parte de Andalucía. Esa investigación se hizo en los 80 y sin ésta ella no podría existir el movimiento de la memoria en estas comunidades.
¿Por qué algunos políticos se niegan a condenar el franquismo?
Aquí nunca hubo un final del proceso fascista. La derecha nunca ha tenido que aborrecer su origen que es la dictadura franquista. Nunca lo ha hecho, ni parece que los que estén ahora lo vayan a hacer. Algunos como Marcelino Oreja han reconocido que en esa época se vivía bien, que no les parecía mal. Creo que es un sentimiento muy extendido en la derecha española porque no ven ningún problema en reconocer que son herederos de esa dictadura en el sentido en el que España avanzó mucho durante esos años.
¿Qué papel deberían jugar las Universidades? ¿Tienen que ser neutrales o deberían dedicarse a la investigación?
Las universidades se han mostrado siempre al margen de este proceso. El tema de la investigación de la represión se empezó en el Estado desde fuera de las universidades. Con el tiempo se sumaron más centros a la investigación como en Aragón o Cataluña. El papel que tienen que jugar ahora lo tienen que hacer teniendo en cuenta el movimiento social que existe. Lo que pasa es que unir el movimiento social con el académico es muy difícil.
Cada día van creciendo más los valores republicanos, prueba de ello son algunos de los partidos políticos surgidos en los últimos años. ¿Cree usted que habrá una tercera República?
Creo que la puerta abierta está siempre abierta para que se viva una tercera. Pero digo que mayoritariamente ahora mismo si existe un referéndum sobre el tema de república o monarquía parlamentaria, no me cabe la menor duda de que saldría, mayoritariamente, el sistema que existe. Ahora, que de aquí a diez años el sentimiento republicano estaría en aumento, rápidamente saltaría en el campo político. En este momento en el Estado, que yo sepa, no hay ningún partido político que manifiesta públicamente su republicanismo, a no ser a nivel anecdótico o quitando a Julio Anguita, aunque dejó hace tiempo la política.
El protagonista. Carné de identidad
Edad. 53 años.Lugar de nacimiento. Villafranca de los Barros, Badajoz. Familia. Está casado y sin hijos.Carrera profesional. Licenciado en Historia, ha trabajado e investigado sobre la destrucción de la República en el suroeste. Entre sus investigaciones destacan La guerra civil en Huelva (1996), La justicia de Queipo (2000), La columna de la muerte. El avance del ejército franquista de Sevilla a Badajoz (2003) y El fenómeno revisionista o los fantasmas de la derecha española (2005). También ha colaborado igualmente en obras colectivas como Sevilla, 1936 . Sublevación fascista y represión (1990) y Morir, matar, sobrevivir (2002), coordinadas respectivamente por Alfonso Braojos y Julián Casanova. Actualmente pertenece al grupo de investigación del Departamento de Historia Económica de la Universidad de Sevilla.
LAS FRASES
"La derecha nunca ha tenido que aborrecer su origen, que es la dictadura franquista"
"No se enseña bien en los libros, porque la investigación tarda muchos años"
(Noticias de Navarra. 02 / 05 / 08)