martes, marzo 15, 2011

UN DOCUMENTAL RESCATA LA FIGURA DEL MILITAR E INGENIERO PAMPLONÉS VIRGILIO LERET RUIZ

Durante su corta vida, siempre ligada al ejército del aire, hizo la carrera de ingeniero mecánico electricista, participó en la guerra de Marruecos como aviador, escribió libros de ficción y desarrolló diversos proyectos, entre los que destaca su modelo de motor de avión a reacción, que patentó en julio de 1935. Y, por supuesto, formó una familia junto a la escritora y periodista Carlota O"Neill, madrileña de origen mexicano con la que tuvo dos hijas. Mujer adelantada a su tiempo que pasó cinco años encarcelada por los mismos que mataron a su marido. Para "conocer y reconocer" la figura de este militar e ingeniero olvidado, el periodista pamplonés Mikel Donazar ha realizado el documental Virgilio Leret. El Caballero del Azul, que se proyectará esta tarde en el Círculo de Bellas Artes de Madrid y el jueves, a las 20.00 horas, en el Palacio del Condestable de Pamplona, con la presencia de Carlota Leret O"Neill, hija del comandante. Además, ETB 2 la exhibirá este viernes a las 22.00 horas dentro del espacio Noche de crónicas. La televisión vasca es una de las entidades que ha financiado el proyecto junto a la Fundación Aena y la Universidad Pública de Navarra.

Fue una esquela que Carlota Leret publicó en El País recordando a su padre y sus logros en la aeronáutica lo que llamó la atención de Donazar. "Ella vive en Caracas, pero pasa un mes al año en España y fue entonces cuando conseguí localizarla", cuenta el director, que ya en su anterior trabajo narró la vida y muerte de José Rodríguez-Medel, jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Navarra, asesinado el 18 de julio del 36. Y es que, para Donazar, los "espacios de la memoria" son importantes en un país como España, que sigue sin saldar cuentas con el pasado.

En el caso de Leret, pronto se dio cuenta de que estaba ante un personaje "extraordinario", igual que su mujer, Carlota, a la que la familia de él no aprobaba; no en vano, el militar se educó en el seno de una familia conservadora y muy religiosa.

polifacético Virgilio Leret nació en Pamplona en 1902. Hijo del coronel Carlos Leret Úbeda, estudió en los Maristas de la capital navarra, hasta que a los 15 años ingresó en la Academia de Infantería de Toledo. A los 25 años ya era capitán y había terminado la carrera de ingeniería. Hablaba francés y árabe y participó en la guerra de Marruecos. Estaba totalmente volcado en el ejército y en sus proyectos, pero también tenía tiempo para tocar el violín y para escribir ficción, firmando con el seudónimo de El Caballero del Azul. Y nunca se abstrajo de lo que sucedía a su alrededor. De hecho, fue encarcelado tras una polémica con el general Manuel Romerales al defender ante él la normativa castrense que prohibía a los militares participar en manifestaciones políticas. Sin embargo, aprovechó la prisión para diseñar los planos de su motor turbocompresor a reacción, que patentó en 1935.

En paralelo a esta intensa actividad, en los años 20 conoció en Barcelona a la que sería su esposa, Carlota O"Neill, que marcó profundamente su vida y que, tras su fusilamiento, fue la encargada de mantener viva su memoria y su legado una vez que salió de la cárcel de Melilla, donde permaneció cinco años tras el golpe franquista, apartada de sus hijas, cuya custodia tuvo que recuperar con mucho esfuerzo antes de partir definitivamente hacia Venezuela, primero, y México, después, donde plasmó su historia en el libro Una mujer en la guerra de España. Murió en el año 2000 y en ningún momento dejó de reivindicar la figura de su marido ni de buscar sus restos, como desde entonces hacen sus hijas Mariel, prestigiosa jurista en Caracas, y, en especial, Carlota, economista, que desde que se jubiló hace diez años ha tratado de recopilar toda la documentación existente sobre su padre.

un pionero Dentro de ese material, destacan, sin duda, los planos del motor que diseñó Leret. Lo curioso del caso es que su hija tuvo que hacerse con una copia de los depositados en la oficina de patentes de Madrid, ya que, tras el asesinato del comandante, Carlota O"Oneill los hizo llegar al Gobierno británico, que, a pesar de que dicha entrega está registrada en el Foreign Office, nunca ha sabido o querido hacerlos públicos.

El documental de Mikel Donazar dedica un apartado especial al motor que inventó Virgilio Leret, un diseño realmente "ingenioso", a juicio de Martín Cuesta, que en 2002 lo probó y validó para el Ministerio de Defensa. "Los historiadores de la aviación están deseando que se dé a conocer su figura, porque se lo merece y porque, como dice Gabriel Cardona en la película, si no hubiera escogido quedarse a servir a su país, hubiera sido una figura muy relevante de la aeronáutica mundial", explica Donazar, que en el documental recrea en 3D el ingenio que ideó el militar pamplonés y lo compara con los otros dos diseños que en aquella misma época desarrollaron otros dos ingenieros, el inglés Frank Whittle y el alemán Hans Von O"Hain. "Si no hubiera estallado la guerra, Azaña tenía previsto fabricar el motor de Leret en septiembre de 1936", dice el realizador, que para el documental ha contado con toda clase de testimonios de expertos en aeronáutica, pero también en historia de España. Porque esta película no sólo se centra en la figura de "un hombre excepcional", sino que también "recorre el siglo XX a través de la historia de una familia" que sigue buscando los restos de un padre asesinado como tantos otros durante una guerra que, en opinión de Donazar, "cortó la historia y marcó a varias generaciones para siempre". Virgilio Leret Ruiz es uno de los desaparecidos de la Guerra Civil y su vida le resultó fascinante a Pedro Almodóvar, que se puso en su piel en una campaña promovido con motivo de las acciones de la ultraderecha contra el juez Baltasar Garzón. La memoria es la mejor venganza para El Caballero del Azul.

(Noticias de Navarra. 15 / 03 / 2011)