En la rueda de prensa de ayer situaron este aniversario «en un contexto especial», ya que consideran necesario integrar de modo «positivo» esta fecha, puesto que «Euskal Herria vive un momento histórico de gran potencialidad de cara al futuro, ofreciendo su aportación para la solución definitiva de nuestro conflicto político».
Indicaron que en Euskal Herria se ha abierto «un nuevo ciclo en los dos últimos años» y señalaron la Declaración de Aiete, la decisión de cesar definitivamente la acción armada de ETA o la manifestación celebrada el 7 de enero en Bilbo para conseguir una solución integral del problema que Euskal Herria tiene con los estados español y francés.
Por ello, indicaron que es imprescindible poner el aniversario del bombardeo «al servicio de este nuevo panorama», para darle un espaldarazo al momento histórico presente. «Frente a los aviones que sobrevolaron el cielo de Gernika para bombardearla y reducirla a escombros, nuestra apuesta es el colorista pájaro que grita a favor de los derechos individuales y colectivos», señalaron.
«Los aviones y las bombas asesinas tenían como propósito la negación de Euskal Herria. Nuestro pájaro, sin embargo, reclama un mensaje a favor del reconocimiento de Euskal Herria, su existencia y su futuro».
En ese sentido, situaron la principal batalla política en confrontar la negación histórica del pueblo vasco a decidir sobre su futuro de forma democrática mediante la unión de fuerzas.
En el olvido
Por su parte, la presidenta de PEN Klub, Laura Mintegi, señaló que «tal y como quedó en evidencia en el caso de Gernika, uno de los pilares de la Guerra Total fue la propaganda, es decir, manipular lo que sucedió en realidad, imponer la falsa historia oficial y condenar a las personas masacradas al olvido, negándoles incluso el derecho a ser recordadas».
Indicó que, para que en Euskal Herria no haya «otra Gernika», es necesario recordar los últimos 75 años y reivindicar que es imprescindible conocer toda la historia «para recordar como pueblo lo sucedido entonces y preservar el derecho de cada persona a convivir con su memoria individual». «No pueden hacernos creer que lo que hemos vivido no es Historia», añadió para finalizar subrayando que «la paz es nuestro compromiso y la autodeterminación el camino que proponemos».
(Gara. 12 / 02 / 2012)