La Policía chilena detuvo el viernes y puso a disposición de los tribunales al destituido juez argentino Otilio Romano, de 68 años, acusado de cómplice de crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura de su país. Romano huyó en agosto del año pasado a Chile, donde solicitó la condición de refugiado político, lo que le permitió recibir una visa temporal de ocho meses. La Corte Suprema ordenó su arresto como paso previo para su extradición a Argentina, donde será procesado como cómplice de secuestros, torturas y desapariciones.
(Gara. 26 / 02 / 2012)