El presidente fundador del PP, Manuel Fraga, ya anunció en su día que no pensaba acudir a declarar ante la Comisión del Parlamento de Gasteiz que investiga los sucesos ocurridos el 3 de marzo de 1976 en la capital alavesa, cuando cinco personas murieron tras una intervención de la Policía, siendo él ministro de Gobernación. En una entrevista publicada ayer en el diario «El País», el ex presidente de la Xunta de Galicia y ahora senador del PP volvió a jactarse de ello y se mostró altivo al ser preguntado por el asunto. «¡Que vengan a tocarme las narices! Si yo he hecho algo ilegal en algún momento, que sigan el camino correspondiente», señala desafiante.
En ese sentido, para tratar de eludir su responsabilidad como ministro de Gobernación en aquella época, Fraga se vuelve a escudar en que cuando se produjeron los asesinatos se encontraba de viaje oficial en Londres. «Yo llegué cuando los hechos ya se ha- bían producido, lo que hice es ir a arreglarlos. Estuve en mi sitio, y los vitorianos también. Es un recuerdo malo, terrible, porque siempre que corre la sangre es lamentable, aunque se localice a los culpables desde fuera», apunta el senador. Matiza luego que «desde estonces Alava, quizás, sea de todos los territorios vascos el que mejor ha entendido su papel de guardar lo vasco sin menguar lo español».
«Toreé con los disgustos»
Acerca de los crímenes acaecidos en la cima de Montejurra, en las inmediaciones de Lizarra, el 9 de mayo de ese mismo año cuando grupos ultraderechistas acribillaron a balazos a dos militantes carlistas, Fraga considera que «entonces se produjo un enfrentamiento por el carlismo que no tenía sentido». «No tengo nada más que decir, salvo que en aquello toreé con los disgustos, porque era mi obligación», concluye el otrora ministro de Turismo con Franco.
(Gara. 13 / 01 / 09)