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Desde Ahaztuak
1936-1977 ya hemo expresado en varias ocasiones que la llamada
“Querella
Argentina”,
al igual que en su momento lo hizo el conocido como “Informe
Garzón”
pone en evidencia el lamentable papel que desde la Transición está
jugando el Estado Español en la defensa de los Derechos de las
Víctimas del Franquismo, toda vez que lejos de actuar como garante
de estos derechos, sus instituciones políticas y judiciales son la
principal losa que han de enfrentar dichas Víctimas. El Estado
Español sistemáticamente incumple las obligaciones internacionales
que le incumben en orden a investigar los Crímenes del Franquismo,
utilizando todos los aparatos del estado a favor de la Impunidad. Si
en la Argentina hay un proceso abierto es porque en España se le han
cerrado todas las puertas de la Justicia y la Reparación a las
Víctimas del Franquismo.
La
Querella Argentina representa otra
clara
denuncia de la existencia del modelo de impunidad español para los
crímenes y criminales franquistas,
algo que se ve reforzado por la emisión de una orden de detención
contra cuatro miembros de las fuerzas policiales de la dictadura con
el objetivo de extraditarles y poder interrogarles.
Sin
embargo desde Ahaztuak 1936-1977 hemos mostrado desde la puesta en
marcha
de esta Querella
ciertas preocupaciones y precauciones en relación a este
procedimiento judicial, las cuales siguen estando vigentes más allá
de la evidente repercusión mediática de la orden dictada ayer por
la jueza argentina. Dichas preocupaciones y precauciones existen
porque somos conscientes del recorrido que desde la muerte del
dictador Francisco Franco y hasta la actualidad ha tenido el “modelo
de impunidad español”
para los crímenes cometidos bajo su régimen y para los criminales
que los cometieron. Y hay que decir que a dicho “modelo de
impunidad” y a sus difrentes instrumentos y expresiones hasta la
fecha -Ley de Amnistia de 1977, Transición Política, Ley de Memoria
Histórica, y en otra medida el “Informe Garzón”- no son ajenas
muchas de las personas, organizaciones e instituciones que ahora
aparecen impulsando o apoyando la “Querella
Argentina” sin
haber hecho ningún tipo de análisis y autocritica respecto a sus
posiciones y actuaciones anteriores y al evidente sustento que ellas
han sido para el “modelo
español de impunidad”
el cual dificilmente podría haberse mantenido operativo sin su
concurso.
Desde Ahaztuak 1936-1977 y desde la
perspectiva que nos da nuestro recorrido de años de trabajo
entendemos que debemos tener claro que el principal problema
con el que nos enfrentamos no es jurídico sino político.
Evidentemente sobran los argumentos jurídicos que nos permiten poner
fin a las trabas legales del modelo español de impunidad pero
hasta la fecha,los principales garantes de la Impunidad del
Franquismo han sido el Parlamento Español y los distintos gobiernos
independientemente de cual fuera el partido mayoritario, que este ha
sustentado. Si el franquismo es legal es porque el Parlamento Español
así lo ha votado, si la Falange nunca ha sido ilegal es porque nadie
ha encarado su ilegalización como partido fascista que es, si la
simbologia franquista sigue puesta es porque nadie la ha retirado, si
las víctimas seguimos sin tener acceso a la Justicia es porque la
Ley de Amnistía así lo establece y si las victimas seguimos sin
obtener Reparación es porque los sucesivos Gobiernos del estado
español así lo han dispuesto. No nos confundamos, el debate de la
memoria sigue estando fuera de la agenda política más allá de
puntuales momentos de marketing, incluso entre aquellas
fuerzas políticas que se autoproclaman progresistas o de izquierdas.
Por eso, para revertir la situación actual, con Querella
Argentina o sin ella, entendemos que la única garantia
real para socavar realmente ese muro de impunidad que no nos permite
hacer justicia es la organización aquí y la lucha sin desmayo aquí,
convertir la continuidad de la impunidad en un problema político
aquí y ahora para las instituciones y los gobernantes, no caer
en la trampa de delegar esa lucha y esa organización hacia las
instituciones sean estas judiciales o politicas, sino asumir que la
unica garantia somos las propias victimas, tal y como nos demostraron
en su momento en Argentina las Madres de Plaza de Mayo, las Abuelas y
otros sectores que lucharon sin desmayo contra la impunidad de los
crimenes de la dictadura.
Asimismo no debemos olvidar que un
proceso como el abierto por la “Querella Argentina” que investiga
todos los crímenes cometidos por la Dictadura Franquista desde el
golpe de estado del 36 hasta el año 1977 nos enfrentaremos a un
largo proceso judicial no exento de dificultades, empezando por el
propio Estado Español quien pondrá todas las trabas legales y
diplomáticas a su alcance, como prueba el hecho de que las
declaraciones testimoniales de víctimas previstas ante la Jueza
argentina Servini por video- conferencia en el Consulado Argentino
para el mes de Mayo, tuvieron que ser suspendidas tras presiones del
Gobierno Español. Asimismo desde Ahaztuak 1936-1977 entendemos que
de ser planteada en la profundidad que merece la lucha contra el
“modelo de impunidad” español y sus valedores y
responsables, las imputaciones no pueden olvidar a Juan Carlos I de
Borbón, actual Jefe del Estado puesto por el golpista y dictador
Francisco Franco tras jurar los Principios Fundamentales del
Movimiento, ni pueden olvidar a tantos cargos politicos de “la
democracia” como cómplices y
encubridores de dicho
modelo de impunidad que con su colaboración han hecho posible que
responsables franquistas del calado de Ramón Serrano Suñer o Manuel
Fraga Iribarne, por nombrar a dos de ellos, se hayan muerto sin dar
cuenta de sus responsabilidades en diversos crímenes cometidos por
el reǵimen franquista.
Mucho antes de ponerse en marcha la
“Querella Argentina” desde Ahaztuak 1936-1977 ya dijimos que si
algun día se pusiera en marcha un proceso que juzgara realmente los
crimenes y a los criminales del franquismo en el banquillo de los
acusados tambien habrían de estar, por cómplices en su impunidad de
décadas, muchos de los responsables políticos del actual régimen
que se autodenomina democrático.
Y algo de tal calado sólo puede
sustentarse de forma central en la lucha aquí aunque tenga apoyos
exteriores de todo tipo y los utilicemos todos. No miremos hacia
afuera, miremos hacia adentro.
No nos equivoquemos.
AHAZTUAK 1936-1977