Varias localidades de Euskal Herria fueron escenario ayer de los actos convocados con motivo del Gudari Eguna, que se celebra este lunes. El 27 de setiembre de 1975, el dictador español Francisco Franco ordenó fusilar a quienes serían las últimas víctimas de este tipo de ejecuciones. Cinco fueron las personas que perdieron la vida por ello: los tres militantes del FRAP Humberto Baena, José Luis Sánchez Bravo y Ramón García Sanz; y los militantes de ETA Juan Paredes Manot, Txiki, y Angel Otaegi. Fueron ejecutados por pelotones de fusilamiento.
Además de homenajear a Txiki y a Otaegi, en los actos de ayer se rindió un emotivo homenaje a «todos los gudaris que han perdido la vida en la lucha emprendida». Así, en el acto realizado en Gasteiz recordaron de manera muy especial a Jon Anza. Hicieron hincapié en que el Gudari Eguna de este año se celebra un contexto especial, ya que Euskal Herria «se encuentra ante un importante momento, en un cruce de caminos». «Ante un marco autonómico caduco, nos encontramos en un momento de cambio, ha llegado el momento de crear un marco democrático, como desea la mayoría de la sociedad vasca», apuntaron.
En este sentido, se mostraron convencidos de que el Estado español sabe «que estamos en un cruce de caminos y trata de desviar el debate político para evitar obtener una solución democrática al conflicto». «La sociedad vasca -continuaron- debe responder desde la responsabilidad», por lo que animaron a dar pasos y comprometerse en la «articulación de un proyecto estratégico independentista, a crear las condiciones para la creación de un proceso democrático y a responder a la represión mediante la defensa de los derechos civiles y políticos».
Por otra parte, alrededor de 80 personas homenajearon a Dionisio Aizpuru, Kurro; Pedro Mari Isart, Pelitxo, y Angel Otaegi frente a la casa donde nació este último, en Azpeitia. Los sonidos de la txalaparta, bertsolaris, el aurresku de honor y una ofrenda floral a los familiares completaron el acto.
Mientras, en la plaza de la Música de Zarautz, un centenar de personas reivindicó la figura de «todos los luchadores antifascistas y víctimas del franquismo», indicaron desde Ahaztuak. Pese a que la asociación ultraderechista Dignidad y Justicia había pedido la prohibición del acto, éste se desarrolló con normalidad.
Joxe Mari Zaldua
Al hilo de las personas que han ido perdiendo la vida durante el camino de lucha que habían emprendido, Etxerat expresó ayer «su más sincera cercanía» a los familiares y allegados de Joxe Mari Zaldua, refugiado político que el pasado miércoles falleció en el Estado francés tras sufrir un infarto.
Etxerat indicó que 2010 está siendo «un año negro» para los refugiados: «Las muertes de Jon Anza, Mikel Zalakain y Joxe Mari Zaldua han llenado de dolor a un importantísimo sector de la población vasca. Un dolor que debemos de tratar que no se repita en el futuro». Para ello, señalaron que también los refugiados deben tomar parte en el proceso que se está abriendo.
«Desviar el debate»
En el comunicado leído en el acto de Gasteiz, aseguraron que el Estado español sabe que Euskal Herria se encuentra en una época de cambio y «tratan de desviar el debate para evitar buscar una solución al conflicto».
(Gara. 26 / 09 / 2010)