jueves, septiembre 04, 2008

EN RESCATE DE LA MEMORIA

Poco se sabe de los desaparecidos durante la Guerra Civil y el franquismo. Sin un censo oficial que ofrezca datos exactos sobre quiénes y cuántos fueron las decenas de miles de personas que desaparecieron en esa época, las asociaciones implicadas en esta causa sólo se atreven a hablar de aproximaciones.

Según "Oroituz", colectivo de Andoain que busca recuperar la memoria histórica, en la Comunidad Autónoma Vasca y Navarra se estima que son 5.433 los desaparecidos por la represión franquista -351 en Álava, 916 en Vizcaya, 1.004 en Gipuzkoa y 3.162 en Navarra- y 764 los desaparecidos por la represión republicana -42 en Álava, 442 en Vizcaya, 280 en Gipuzkoa y ninguno en Navarra-.

En 2006, diversas Asociaciones para la Recuperación de la Memoria Histórica presentaron en la Audiencia Nacional peticiones para que se abriera una investigación con el fin de esclarecer qué ocurrió con las personas desaparecidas entre 1936 y 1975. El pasado lunes, tras dos años de espera, el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, escuchó sus solicitudes.

El magistrado pidió al Archivo General de la Administración, al Centro Documental de la Memoria Histórica, así como a las administraciones y particulares implicados en la causa, que le faciliten cuanta información dispongan, para decidir si es competente para enjuiciar al régimen franquista por genocidio.

Desde la asociación vasca Ahaztuak 1936-1977, valoran positivamente la iniciativa de Garzón, aunque recelan del objetivo real de dicha investigación. El portavoz de Ahaztuak, Lander García, explica que «para recopilar semejante magnitud de datos sería necesaria una fiscalía especializada, y no un solo juzgado que se haga cargo de todo el material. No queremos que la iniciativa del juez Garzón se quede en un mero efecto mediático».

La asociación andoaindarra Oroituz tampoco oculta sus miedos. «Aunque la decisión de Garzón ha levantado un debate mediático enorme a nivel nacional, si esto no se materializa en algo serio seguiremos en el mismo punto en el que estamos ahora».
Tanto Ahaztuak como Oroituz achacan el «olvido» de lo sucedido en esa etapa de la historia reciente de España a la «falta de voluntad política». García considera que la iniciativa tomada por Garzón es «indicio de lo mal que se han hecho las cosas. Treinta años después, sigue sin existir un censo oficial. «Esta situación es lamentable, en materia de verdad, reparación y justicia con las víctimas del franquismo», apunta. Oroituz califica de «inadmisible» que a día de hoy no se haya hecho un cómputo preciso de los desaparecidos y recuerda «lo duro que es para los familiares no saber qué fue de los suyos, qué les ocurrió».

Dar respuesta a las peticiones de decenas de guipuzcoanos que buscan a su familiar es una tarea complicada. Las fuentes orales y documentales son la base de las investigaciones que llevan a cabo asociaciones como Oroituz para encontrar las fosas comunes a las que se cree que fueron a parar la mayoría de los desaparecidos.
(Diario Vasco. 4 / 09 / 08)