Durante décadas las familias de las víctimas de la barbarie fascista durante la Guerra Civil y la dictadura de Francisco Franco han permanecido calladas entre la indiferencia de la sociedad y el olvido institucional. Ayer, Berriz dio un paso al frente al rendir un emotivo homenaje a todos los vecinos que durante aquellos años fueron represaliados y pagaron con su vida, con la cárcel o el exilio la defensa de un orden democrático.
Los hijos, hermanos y sobrinos de 34 víctimas recibierontoda la documentación hallada por las asociaciones Gerediaga y "Berriz 1936 Gogoratzen" en el Archivo Militar de El Ferrol, entre otros lugares. En el acto, celebrado en el salón de plenos del Consistorio, muchos no pudieron soportar la emoción y, mirando al suelo, recordando a sus familiares, no pudieron aguantar las lágrimas.
Entre ellos se encontraba Jesús, de 74 años e hijo del militante de la UGT José Agirre, a quien fusilaron un 11 de septiembre de 1937 cuando él contaba con tan sólo tres años. «Estos papeles son muy importantes para nosotros porque en mi caso sólo tengo una fotografía de mi padre y apenas tengo recuerdos de él» comentó. Agradecido a Berriz 1936 Gogoratzen por su trabajo, Jesús expresó lo que todos los familiares sienten: «Se debía haber hecho mucho antes, pero aún así mi hermana y yo estamos muy contentos».
El silencio que durante décadas han guardado las familias se rompió para siempre. Tal y como valoró la responsable de "Berriz 1936 Gogoratzen", Maite Arrizabalaga, «hoy se ha dado un paso muy importante en la recuperación de la memoria histórica porque hemos permanecido callados como si tuvieramos la culpa de algo, pero no es así, debemos hacer una nueva sociedad que no esté basada en el silencio, sino en el recuerdo».
El Consistorio de Berriz reconoció parte de su culpa en ese silencio. «Hemos de pedir perdón por el estado de abandono e ignorancia al cual hemos tenido sometidos desde las instituciones a las personas represaliadas y sus familiares», leyó el alcalde, Jabier Azpitarte, de la declaración institucional aprobada por unanimidad en el pleno del miércoles.
Paseo de la Memoria
Los hijos, hermanos y sobrinos de 34 víctimas recibierontoda la documentación hallada por las asociaciones Gerediaga y "Berriz 1936 Gogoratzen" en el Archivo Militar de El Ferrol, entre otros lugares. En el acto, celebrado en el salón de plenos del Consistorio, muchos no pudieron soportar la emoción y, mirando al suelo, recordando a sus familiares, no pudieron aguantar las lágrimas.
Entre ellos se encontraba Jesús, de 74 años e hijo del militante de la UGT José Agirre, a quien fusilaron un 11 de septiembre de 1937 cuando él contaba con tan sólo tres años. «Estos papeles son muy importantes para nosotros porque en mi caso sólo tengo una fotografía de mi padre y apenas tengo recuerdos de él» comentó. Agradecido a Berriz 1936 Gogoratzen por su trabajo, Jesús expresó lo que todos los familiares sienten: «Se debía haber hecho mucho antes, pero aún así mi hermana y yo estamos muy contentos».
El silencio que durante décadas han guardado las familias se rompió para siempre. Tal y como valoró la responsable de "Berriz 1936 Gogoratzen", Maite Arrizabalaga, «hoy se ha dado un paso muy importante en la recuperación de la memoria histórica porque hemos permanecido callados como si tuvieramos la culpa de algo, pero no es así, debemos hacer una nueva sociedad que no esté basada en el silencio, sino en el recuerdo».
El Consistorio de Berriz reconoció parte de su culpa en ese silencio. «Hemos de pedir perdón por el estado de abandono e ignorancia al cual hemos tenido sometidos desde las instituciones a las personas represaliadas y sus familiares», leyó el alcalde, Jabier Azpitarte, de la declaración institucional aprobada por unanimidad en el pleno del miércoles.
Paseo de la Memoria
Precisamente para no olvidar, el paseo que discurre junto al parque del Ayuntamiento se llama desde ayer 'Oroimenaren Bidea' (Paseo de la Memoria). En él una inscripción recuerda, «con orgullo y dignidad», a todas las personas que sufrieron los horrores durante más de cuarenta años. De esta manera, Berriz se ha convertido en uno de los primeros municipios vascos en impulsar un reconocimiento de estas características a nivel local. «Esto ayuda a socializar todo lo investigado y debemos estar contentos por este recuerdo, aunque sea 71 años más tarde», señaló Azpitarte.
Aunque hay muchas personas que opinan que este tipo de actos sólo reabren viejas heridas de manera innecesaria, los familiares lo tienen claro: «Nosotros sólo queremos recordar a los nuestros, pero no con odio». Así, en cuanto se conozcan todas las víctimas, sus nombres se grabarán en el Paseo de la Memoria «porque forman parte de nuestra historia y nuestras vidas», señaló Arrizabalaga.
En este sentido, el Consistorio se ha comprometido a trabajar activamente por la recuperación de la memoria histórica. «Queda mucho por hacer, aún quedan muchos franquistas incrustados en el aparato estatal que deben ser llevados ante la justicia», comentó el edil socialista Koldo Méndez.
(El Correo español. 12 / 09 / 08)
