"Cada vez que dicen Patria / pienso en el Pueblo y me pongo a temblar”
cantaba el desaparecido Carlos Cano en su conocido tango dedicado a las
Madres de la Plaza de Mayo y eso fué lo
que nosotros sentimos ante la inauguración en la Ciudadela de Pamplona
de la exposición dedicada al 250 aniversario del Regimiento “América
66”, evento que ha suscitado una aguda polémica que, una vez más, nos
remite a las heridas no cicatrizadas aún del golpe militar de Julio de
1936 y de la guerra y la dictadura subsiguientes. El propósito
originario de dicha exposición parece apuntar a un doble objetivo
estrechamente relacionado, por otra parte: proyectar socialmente una
imagen positiva del Ejército español y alentar la idea de España al modo
en que suele ser entendida por los sectores más vinculados al ADN
ideológico del régimen franquista. El título que se le ha dado a la
muestra condensa estas directrices: “Regimiento América: 250 años de
historia de España”.
Al día de hoy no sabemos que valoración pueden hacer los impulsores de este evento encabezados por el Ministerio de Defensa y avalados en la capital navarra y en la Comunidad Foral por UPN y PP, pero lo cierto es que la exposición ha devenido de ser un pretendido panegírico de este regimiento a convertirse en un encendido debate sobre los crímenes y los criminales franquistas y la impunidad que aún les arropa y todo ello merced a la obligada mirada que dicha exposición nos obliga a pasar sobre sus dos siglos y medio de existencia máxime sabiendo de la existencia en ese historial de la oprobiosa mancha de sangre originada por la criminal actuación el 27 de Octubre de 1937 del Batallón “Arapiles nº 7”, integrado hoy en el Regimiento “América” y perteneciente en aquel momento a las “Brigadas Navarras”, punta de lanza operativa de la estrategia militar y represiva de los golpistas encabezados por el General Mola en el norte peninsular. Ese día en el monasterio de Valdediós fueron asesinadas al menos diecisiete personas, once mujeres y seis varones. Se trataba de enfermeras y otros integrantes del personal sanitario a cargo del hospital psiquiátrico, que fueron violadas y asesinadas aquella noche y enterradas posteriormente en una fosa que fueron obligadas a cavar.
Conocedores de ese crimen brutal nuestro deber no podía ser otro más que darlo a conocer a la ciudadanía y a la par exigir la retirada de dicha exposición-homenaje y asi lo hicimos dejando en evidencia que si los organizadores de la exposición no habían previsto que la memoria de aquellas víctimas indefensas pudiera empañar las loas al Regimiento “América 66”, su reacción una vez desatada la polémica no puede contar ya ni siquiera con la indulgencia de la ignorancia o la imprevisión ya que las declaraciones exculpatorias o evasivas a las que hemos asistido en vísperas o en el mismo momento de la inauguración no pueden ser más reveladoras del espíritu que anima el militarismo y la insensibilidad de la que sus defensores hacen gala cuando justifican el silencio acerca de un episodio tan siniestro como el de Valdediós argumentando que “se trata de un incidente aislado” y que “las unidades no son responsables sino las personas”. Pero se aplica la lógica exactamente opuesta si se trata de reivindicar la gloria real o presunta de las acciones pretendidamente heroicas: no se menciona a las personas que las protagonizaron ni se las trata como hechos aislados sino que forman parte de la historia del Regimiento y éste las patrimonializa haciéndolas suyas siendo la página que el Ministerio de Defensa dedica al Regimiento “América” claramente expresiva de tal visión cuando dice textualmente: “Creado como unidad expedicionaria en 1764, el Regimiento “América” se encamina orgulloso hacia su doscientos cincuenta aniversario, con un glorioso historial forjado en más de 5000 acciones de guerra”
Pues bien, de ese glorioso pasado –al parecer sin mácula- es de lo que trata la exposición que tambien nosotros hemos visitado: ningún crimen de guerra, acto de cobardía, intervención al servicio de causas innobles o cualquier otra actuación que pudiera empañar tan brillante hoja de servicios tiene cabida, algo totalmente falso cuando en realidad, buena parte de la extensa hoja de servicios de esos dos siglos y medio está vinculada a causas tan indignas que deberían ser más motivo de vergüenza que de vanagloria, salvo que el mensaje que se nos trate de inocular sea el de que toda guerra es legítima y hacerla con eficacia es un valor en sí mismo, no importa contra quién ni en defensa de qué causa siempre que sea el “glorioso ejercito español” quien la haga.
Pero la de Valdediós no es la única mancha en el curriculum militar del Regimiento “América 66” y sus “servicios a la Patria”. En realidad, la muestra ofrece muchos otros flancos cuestionables si nos salimos de la lógica españomilitarista y nos situamos en la funesta manía de pensar, tan incompatible esta con las causas del absolutismo o las dictaduras que eficazmente y durante doscientos cincuenta años ayudaron a sostener sus “valientes soldados” cuando no dedicaron su acreditada capacidad de matar para combatir a los pueblos originarios en Aby Yala a los patriotas americanos en lucha por su independencia o a las kábilas rifeñas en rebeldía contra el invasor de su tierra.
Siguiendo el itinerario que la propia exposición nos marca, esta se limita a desgranar campañas, expediciones y participación en operativos dentro y fuera de las fronteras peninsulares, todas ellas como parte de los méritos contraídos “al servicio de la Patria”, pero si buscamos dar significado a los hechos se que va marcando de forma descontextualizada y laudatoria encontramos que:
-Su historia arranca en 1767 combatiendo a los pueblos originarios en los confines del Virreinato de Nueva España, “rebeldes seris y pimas” de la provincia de Sonora e “invasores apaches”, según reza en uno de los paneles que nada informa de los castigos corporales y apropiaciones de tierras que motivaron la rebeldía.
-En 1813-14 los encontramos fracasando en la defensa del dominio colonial español en Montevideo frente a los independentistas del Virreinato de La Plata.
-En 1830, al servicio del absolutismo de Fernando VII y sobre todo del "!!Vivan las caenas!!" que este representaba, abortan la incursión liberal que Espoz y Mina, el otrora reconocido guerrillero antinapoleónico, lanza por Vera de Bidasoa.
-En Diciembre de 1842 -y no en julio de 1843, como erróneamente se dice en la exposición- se hacen acreedores del dudoso honor de tomar parte en el bombardeo de la ciudad de Barcelona ordenado por el general Espartero, castigando con fuego de artillería desde el castillo de Montjuic a la población civil y procediendo a fusilar a cerca de un centenar de personas para sofocar una revuelta popular.
-En Abril de 1846, participan en Galiza en la represión de un pronunciamiento democrático en pro de la Constitución y la libertad. Una vez sofocado este, se fusila a doce oficiales que pasarán a la memoria de los gallegos como “los Mártires de Carral”, uno de los referentes históricos del pueblo gallego en la reivindicación de sus derechos nacionales.
-En 1848, cuando –alarmado por las noticias de la movimientos revolucionarios iniciados en Francia- el general Narváez asume poderes dictatoriales como medida preventiva del posible contagio en las capasa populares del estado español, el Regimiento combatirá en las calles de Madrid a quienes se rebelan contra el dictador.
-En Julio de 1861 tiene lugar el levantamiento de Loja, en tierras de Granada, revuelta campesina que expresa el hambre de tierra y de comida de los jornaleros andaluces contra el expolio sin alma al que son sometidos por los terratenientes, Y las armas del Regimiento están otra vez listas para volverse contra el Pueblo al que supuestamente han de defender no dudando en fusilar a ciento dieciseis de los rebeldes.
-En Octubre de 1934 participa en la represión de la Revolución asturiana a las órdenes del entonces coronel José Solchaga, un militar que poco tiempo despues se significaría a la sombra del general Emilio Mola.
-En Julio de 1936 se suma desde el primer momento al golpe militar que el general Emilio Mola junto a otros militares golpistas prepara e impulsa desde Pamplona contra el régimen democrático y legitimo de la II República, incorporándose a las conocidas “Brigadas Navarras” que serán la punta de lanza de la estrategia militar golpista en todo el Norte peninsular: Gipuzkoa, Bizkaia, Cantabria, Asturies... con una estrategia militar que incorpora elementos de claro terror indiscriminado contra la población civil como en el caso de Valdedios.
-Desde el 1 de Abril de 1939 tras la derrota militar de las fuerzas republicanas este Regimiento se incorpora entusiasta como todo el ejercito español, en realidad la parte de él que habia apoyado el golpe militar y habia hecho la guerra contra las fuerzas de la legitimidad republicana, a ser desde su papel coercitivo y violento un elemento más en la construcción y el mantenimiento del Estado fascio-franquista y nacionalcatólico, papel que cumple durante los cuarenta años de dictadura.
Este es a grandes rasgos el historial del Regimiento “América 66”, el que recoge la exposición si se miran bien sus contenidos, y esto significa mirar lo que refleja pero más aún lo que no refleja, investigar y reflexionar más allá de esa mera sucesión de fechas, de batallas y hechos dizque “heróicos” que es la exposición. Si se hace asi se verá lo que nosotros hemos visto: que el Regimiento “América 66” es históricamente una unidad para la que el enemigo es por un lado los habitantes de aquellos territorios que España invade por la cruz y la espada y que se resisten a ello y por otro lado sus propios compatriotas, civiles que en Barcelona, Madrid, Andalucía o Galicia osan levantarse contra la injusticia o la opresión y desafían a dictadores y oligarcas. Una unidad de ocupación de la voluntad popular, de la democracia y de la riqueza arrebatada al Pueblo. Una unidad de ocupación de las tierras y los derechos de los pueblos originarios de Abya Yala y del Magreb. Una unidad disciplinada eso sí en un ejercito colonial y antipopular, al servicio de dictadores, nobles, terratenientes y oligarcas.
Una unidad como vemos con una histórica y “esplendorosa hoja de servicios” pretendidamente reflejada en una exposición en la que las crueles realidades se disfrazan de “heroismo” o sino de banalización y casualidad, tal y como hace la Delegada del Gobierno español en Navarra Carmen Alba, que "despacha" el negro historial con un "en 250 años de historia todo el mundo pasa por diversas etapas, unas mejores que otras" y la participación de este regimiento en el alzamiento contra la II República con un "cuando estalló la guerra les tocó en zona nacional", obviando que a otros militares también les tocó en la misma "zona nacional" y permanecieron fieles a la legalidad democrática y republicana, caso del Comandante de la Guardia Civil José Rodríguez Medel, asesinado por ello, algo para lo que no hay ningún espacio en esta exposición como por supuesto tampoco lo hay para dar cuenta de lo sucedido en Valdediós allá por Octubre de 1937, una de tantas veces en las que durante sus 250 años de existencia el regimiento “América 66” dijo "Patria" para terror del Pueblo.
Al día de hoy no sabemos que valoración pueden hacer los impulsores de este evento encabezados por el Ministerio de Defensa y avalados en la capital navarra y en la Comunidad Foral por UPN y PP, pero lo cierto es que la exposición ha devenido de ser un pretendido panegírico de este regimiento a convertirse en un encendido debate sobre los crímenes y los criminales franquistas y la impunidad que aún les arropa y todo ello merced a la obligada mirada que dicha exposición nos obliga a pasar sobre sus dos siglos y medio de existencia máxime sabiendo de la existencia en ese historial de la oprobiosa mancha de sangre originada por la criminal actuación el 27 de Octubre de 1937 del Batallón “Arapiles nº 7”, integrado hoy en el Regimiento “América” y perteneciente en aquel momento a las “Brigadas Navarras”, punta de lanza operativa de la estrategia militar y represiva de los golpistas encabezados por el General Mola en el norte peninsular. Ese día en el monasterio de Valdediós fueron asesinadas al menos diecisiete personas, once mujeres y seis varones. Se trataba de enfermeras y otros integrantes del personal sanitario a cargo del hospital psiquiátrico, que fueron violadas y asesinadas aquella noche y enterradas posteriormente en una fosa que fueron obligadas a cavar.
Conocedores de ese crimen brutal nuestro deber no podía ser otro más que darlo a conocer a la ciudadanía y a la par exigir la retirada de dicha exposición-homenaje y asi lo hicimos dejando en evidencia que si los organizadores de la exposición no habían previsto que la memoria de aquellas víctimas indefensas pudiera empañar las loas al Regimiento “América 66”, su reacción una vez desatada la polémica no puede contar ya ni siquiera con la indulgencia de la ignorancia o la imprevisión ya que las declaraciones exculpatorias o evasivas a las que hemos asistido en vísperas o en el mismo momento de la inauguración no pueden ser más reveladoras del espíritu que anima el militarismo y la insensibilidad de la que sus defensores hacen gala cuando justifican el silencio acerca de un episodio tan siniestro como el de Valdediós argumentando que “se trata de un incidente aislado” y que “las unidades no son responsables sino las personas”. Pero se aplica la lógica exactamente opuesta si se trata de reivindicar la gloria real o presunta de las acciones pretendidamente heroicas: no se menciona a las personas que las protagonizaron ni se las trata como hechos aislados sino que forman parte de la historia del Regimiento y éste las patrimonializa haciéndolas suyas siendo la página que el Ministerio de Defensa dedica al Regimiento “América” claramente expresiva de tal visión cuando dice textualmente: “Creado como unidad expedicionaria en 1764, el Regimiento “América” se encamina orgulloso hacia su doscientos cincuenta aniversario, con un glorioso historial forjado en más de 5000 acciones de guerra”
Pues bien, de ese glorioso pasado –al parecer sin mácula- es de lo que trata la exposición que tambien nosotros hemos visitado: ningún crimen de guerra, acto de cobardía, intervención al servicio de causas innobles o cualquier otra actuación que pudiera empañar tan brillante hoja de servicios tiene cabida, algo totalmente falso cuando en realidad, buena parte de la extensa hoja de servicios de esos dos siglos y medio está vinculada a causas tan indignas que deberían ser más motivo de vergüenza que de vanagloria, salvo que el mensaje que se nos trate de inocular sea el de que toda guerra es legítima y hacerla con eficacia es un valor en sí mismo, no importa contra quién ni en defensa de qué causa siempre que sea el “glorioso ejercito español” quien la haga.
Pero la de Valdediós no es la única mancha en el curriculum militar del Regimiento “América 66” y sus “servicios a la Patria”. En realidad, la muestra ofrece muchos otros flancos cuestionables si nos salimos de la lógica españomilitarista y nos situamos en la funesta manía de pensar, tan incompatible esta con las causas del absolutismo o las dictaduras que eficazmente y durante doscientos cincuenta años ayudaron a sostener sus “valientes soldados” cuando no dedicaron su acreditada capacidad de matar para combatir a los pueblos originarios en Aby Yala a los patriotas americanos en lucha por su independencia o a las kábilas rifeñas en rebeldía contra el invasor de su tierra.
Siguiendo el itinerario que la propia exposición nos marca, esta se limita a desgranar campañas, expediciones y participación en operativos dentro y fuera de las fronteras peninsulares, todas ellas como parte de los méritos contraídos “al servicio de la Patria”, pero si buscamos dar significado a los hechos se que va marcando de forma descontextualizada y laudatoria encontramos que:
-Su historia arranca en 1767 combatiendo a los pueblos originarios en los confines del Virreinato de Nueva España, “rebeldes seris y pimas” de la provincia de Sonora e “invasores apaches”, según reza en uno de los paneles que nada informa de los castigos corporales y apropiaciones de tierras que motivaron la rebeldía.
-En 1813-14 los encontramos fracasando en la defensa del dominio colonial español en Montevideo frente a los independentistas del Virreinato de La Plata.
-En 1830, al servicio del absolutismo de Fernando VII y sobre todo del "!!Vivan las caenas!!" que este representaba, abortan la incursión liberal que Espoz y Mina, el otrora reconocido guerrillero antinapoleónico, lanza por Vera de Bidasoa.
-En Diciembre de 1842 -y no en julio de 1843, como erróneamente se dice en la exposición- se hacen acreedores del dudoso honor de tomar parte en el bombardeo de la ciudad de Barcelona ordenado por el general Espartero, castigando con fuego de artillería desde el castillo de Montjuic a la población civil y procediendo a fusilar a cerca de un centenar de personas para sofocar una revuelta popular.
-En Abril de 1846, participan en Galiza en la represión de un pronunciamiento democrático en pro de la Constitución y la libertad. Una vez sofocado este, se fusila a doce oficiales que pasarán a la memoria de los gallegos como “los Mártires de Carral”, uno de los referentes históricos del pueblo gallego en la reivindicación de sus derechos nacionales.
-En 1848, cuando –alarmado por las noticias de la movimientos revolucionarios iniciados en Francia- el general Narváez asume poderes dictatoriales como medida preventiva del posible contagio en las capasa populares del estado español, el Regimiento combatirá en las calles de Madrid a quienes se rebelan contra el dictador.
-En Julio de 1861 tiene lugar el levantamiento de Loja, en tierras de Granada, revuelta campesina que expresa el hambre de tierra y de comida de los jornaleros andaluces contra el expolio sin alma al que son sometidos por los terratenientes, Y las armas del Regimiento están otra vez listas para volverse contra el Pueblo al que supuestamente han de defender no dudando en fusilar a ciento dieciseis de los rebeldes.
-En Octubre de 1934 participa en la represión de la Revolución asturiana a las órdenes del entonces coronel José Solchaga, un militar que poco tiempo despues se significaría a la sombra del general Emilio Mola.
-En Julio de 1936 se suma desde el primer momento al golpe militar que el general Emilio Mola junto a otros militares golpistas prepara e impulsa desde Pamplona contra el régimen democrático y legitimo de la II República, incorporándose a las conocidas “Brigadas Navarras” que serán la punta de lanza de la estrategia militar golpista en todo el Norte peninsular: Gipuzkoa, Bizkaia, Cantabria, Asturies... con una estrategia militar que incorpora elementos de claro terror indiscriminado contra la población civil como en el caso de Valdedios.
-Desde el 1 de Abril de 1939 tras la derrota militar de las fuerzas republicanas este Regimiento se incorpora entusiasta como todo el ejercito español, en realidad la parte de él que habia apoyado el golpe militar y habia hecho la guerra contra las fuerzas de la legitimidad republicana, a ser desde su papel coercitivo y violento un elemento más en la construcción y el mantenimiento del Estado fascio-franquista y nacionalcatólico, papel que cumple durante los cuarenta años de dictadura.
Este es a grandes rasgos el historial del Regimiento “América 66”, el que recoge la exposición si se miran bien sus contenidos, y esto significa mirar lo que refleja pero más aún lo que no refleja, investigar y reflexionar más allá de esa mera sucesión de fechas, de batallas y hechos dizque “heróicos” que es la exposición. Si se hace asi se verá lo que nosotros hemos visto: que el Regimiento “América 66” es históricamente una unidad para la que el enemigo es por un lado los habitantes de aquellos territorios que España invade por la cruz y la espada y que se resisten a ello y por otro lado sus propios compatriotas, civiles que en Barcelona, Madrid, Andalucía o Galicia osan levantarse contra la injusticia o la opresión y desafían a dictadores y oligarcas. Una unidad de ocupación de la voluntad popular, de la democracia y de la riqueza arrebatada al Pueblo. Una unidad de ocupación de las tierras y los derechos de los pueblos originarios de Abya Yala y del Magreb. Una unidad disciplinada eso sí en un ejercito colonial y antipopular, al servicio de dictadores, nobles, terratenientes y oligarcas.
Una unidad como vemos con una histórica y “esplendorosa hoja de servicios” pretendidamente reflejada en una exposición en la que las crueles realidades se disfrazan de “heroismo” o sino de banalización y casualidad, tal y como hace la Delegada del Gobierno español en Navarra Carmen Alba, que "despacha" el negro historial con un "en 250 años de historia todo el mundo pasa por diversas etapas, unas mejores que otras" y la participación de este regimiento en el alzamiento contra la II República con un "cuando estalló la guerra les tocó en zona nacional", obviando que a otros militares también les tocó en la misma "zona nacional" y permanecieron fieles a la legalidad democrática y republicana, caso del Comandante de la Guardia Civil José Rodríguez Medel, asesinado por ello, algo para lo que no hay ningún espacio en esta exposición como por supuesto tampoco lo hay para dar cuenta de lo sucedido en Valdediós allá por Octubre de 1937, una de tantas veces en las que durante sus 250 años de existencia el regimiento “América 66” dijo "Patria" para terror del Pueblo.
(AHAZTUAK 1936-1977)