El trabajo publicado consta de casi trescientas sesenta páginas con una pequeña aportación documental y gráfica y en el mismo vemos como los jagistas son propagandistas, además de militantes, de una idea nacional y radical, de la defensa de valores propios y prevención ante los foráneos. La política diseñada fundamentalmente por Gallastegi va actualizando el modelo político creado por Sabino Arana, incidiendo en algunos aspectos y evolucionando en otros, especialmente en los de contenido social y económico: independentismo, caracteres más ecuánimes en lo relativo a las desigualdades sociales y económicas, anticapitalismo, equilibrio interclasista donde se haya eliminado la xenofobia.... En resumen, avanzando en la idea de que el patrón nacionalista sojuzga tanto al trabajador autóctono como al foráneo y comenzando a ver asi a los obreros españoles, por vez primera, como aliados estratégicos en la lucha por la justicia social, aunque fueran por desgracia enemigos en el aspecto nacional.
Abunda el trabajo de Renobales en la plasmación del Estatuto como pieza de discordia entre el posibilismo mayoritario en el PNV y el independentismo intransigente del sector de este representado por los mendigoixales y la tendencia Aberri. Entre 1932/33 se llega a tal tensión que se produce la salida/expulsión de los más comprometidos de estos últimos, quedando el semanario "Jagi-Jagi" como altavoz del independentismo.
Asimismo ofrece una clara visión de las tensiones internas dentro del propio "Jagi-Jagi" que tienen lugar tras el golpe de estado del 18 de Julio de 1936 y la subsiguiente guerra ante la cual se debate profundamente acerca de la posición a adoptar, entre Neutralidad o Participación, postura esta que adoptarán finalmente y que les impele a denunciar al Capitalismo como fuente de desigualdades y como encubridor del fascismo. Sin embargo el Jagi-Jagi siempre verá la guerra como una oportunidad de emancipación nacional y desde esa optica rotundamente independentista reclamará una y otra vez en vez de Frente Popular, Unidad Abertzale.
Tras la victoria del fasmo en 1939, el exilio traera una derrota no sólo política sino moral e ideológica, en la que el peso de la lejanía y las penalidades del día a día se tornan losa insalvables en muchos casos, perdurando sin embargo y con todo el sentimiento jagijagista y mendigoxale como gérmen de muchos de los sectores progresistas que lucharon contra la Dictadura de Franco y por la Ruptura dentro del Estado español y que abrirán paso nuevamente a las seculares reivindicaciones independentistas de Euskal Herria.
Con todo este nuevo trabajo de Eduardo Renobales se convierte en una lectura imprescindible para todas aquellas personas que al igual que el autor y la asociación que ha editado el libro crean en la Memoria Histórica "como esencia del dolor y humillaciones del pasado, pero semilla de posibilidades futuras, de reparación y reconocimiento" y que suscriban las palabras de Pablo Neruda cuando proclama que "queda prohibido / no luchar por lo que quieres / abandonarlo todo por miedo / no convertir en realidad tus sueños".
(Agencias / Servicio de prensa de Ahaztuak 1936-1977 / Fotos: Jabi "Marinero")