Han pasado 72 años pero Gernika se preocupa año tras año de que el recuerdo siga muy vivo. Ocurrió el 26 de abril de 1937. Con el beneplácito de las tropas franquistas, aviones de la Legión Cóndor alemana y de la aviación italiana abrieron sus vientres para dejar caer sus bombas sobre la localidad vizcaína. En pocas horas, la operación dejó tras de sí un rastro de muerte que nadie olvida.
La asociación de damnificados de la guerra civil Ahaztuak 1936-1977 y la activista ecologista alemana Petra Kelly, esta última a título póstumo, fueron galardonados ayer en la sexta edición de los Premios Gernika por la Paz y la Reconciliación, en un acto celebrado en el marco del 72 aniversario del bombardeo de esta localidad vizcaína. Kelly fue una activista muy popular en los setenta y principios de los ochenta.
Los actos tuvieron ayer su jornada central. El municipio vizcaíno homenajeó también a título póstumo al que fuera periodista y corresponsal del diario Times George Steer al cumplirse el centenario de su nacimiento. Las crónicas de Steer sobre el bombardeo de la villa dieron a conocer a todo el mundo «la barbarie y destrucción» provocadas por este ataque aéreo contra un objetivo civil.
Asimismo, se realizó una ofrenda floral en memoria de las víctimas del bombardeo en el cementerio de la villa y los vecinos se manifestaron de forma silenciosa y con velas al atardecer.
La conmemoración de este año coincide con la aparición de un manuscrito de Jesús Mari de Leizaola, entonces consejero de Justicia, que detalla que el bombardeo dejó millar y medio de víctimas mortales.
(Diario Vasco. 27 / 04 / 09)
