Sinceramente lo primero que me viene a la mente cuando pienso en República es un grupo inglés de mediados de los 90 que tuvo bastante éxito con su single Ready to go .
Pero bueno centrémonos, si sigo pensando en República pienso en monarquía, en Guerra Civil, en el primer Estatuto de Autonomía. Pienso en novelas de Orwell y en películas de Ken Loach.
Pero si algo viene a mi mente cuando reflexiono sobre la palabra República son los sueños de millones de personas por un mundo mejor, más libre, más justo.
Pienso en una sociedad que tomó las riendas de su futuro para emprender un viaje nuevo. Un viaje con paradas en el sufragio femenino, en la educación y la sanidad para todos/as, en la investigación y en la reforma agraria. Tanto que nos gusta hablar de innovación en el siglo XXI, la II República fue uno de los mayores ejercicios de innovación política y social que vimos el siglo pasado en todo el mundo, colocando a un pueblo condenado por los poderes de la época a la pobreza, a la sumisión y a la ignorancia, en la vanguardia cultural y social.
Pienso en un pueblo harto de aquéllos que creían que todo era de su exclusividad, harto de los que deseaban que nada cambiase.
Pienso en la sed de libertad de pueblos y naciones y en cómo todos estos sueños fueron arrasados a sangre y fuego.
Es por ello que quisiera aprovechar estas líneas para agradecer a todos aquéllos que han trabajado y siguen trabajando para que sepamos lo que realmente pasó en la década del 30, personas que desoyen los cantos de sirena de aquéllos que dicen que no hay que mirar atrás, que fue una inevitable guerra entre hermanos. Pero como bien decían Reincidentes sabemos "que hubo un vencedor que humilló y ensangrentó esta tierra hasta morir" y es justo que todos/as sepamos qué pasó, sin ánimo de revancha ni discusiones estériles, pero sin olvidar. Sin olvidar y aprendiendo del pasado. Aprendiendo a dónde conducen el odio, los pensamientos totalitarios y la violencia irracional
Pero no todo fue en vano.
Hay fechas marcadas a fuego en la historia de las revoluciones sociales. Y el 14 abril del 36 a las seis y media de la mañana se izó, no una bandera, sino el pueblo, para demostrarnos que hay veces que algunos sueños se hacen realidad. Y por eso vamos a seguir soñando, porque hay algo en nuestro interior que, día tras día, nos dice que otro mundo es posible.
(Noticias de Gipuzkoa. 15 / 04 / 09)