domingo, abril 26, 2009

AHAZTUAK HOMENAJEÓ EN IRUÑEA LA MEMORIA DEL COMANDANTE JOSÉ RODRIGUEZ-MEDEL


Un pequeño cuadrado en la calle Ansoleaga, casi pegado a la Pza. San Francisco, es todo lo que queda de lo que en el año 1936 era el edificio que albergaba la Comandancia de la Guardia Civil en Pamplona y este ha sido el espacio donde varias decenas de personas han homenajeado este mediodia al Comandante de la Guardia Civil José Rodríguez-Medel, asesinado en este mismo lugar el 18 de Julio de 1936 al negarse a participa en el golpe militar que coordinado y dirigido en Navarra por el genral Emilio Mola se ponia en marcha ese mismo dia.

Una silla cubierta con la bandera republicana sobre la que reposaban un ramo de rosas rojas y otro de claveles con lazos tambien tricolores, era el sencillo pero emotivo centro del acto. A ella, simbolizando a Rodríguez-Medel y a todos aquellos que defendieron la voluntad popular y la legalidad de la II República frente al asalto militar, ha sido dirigido el aurresku que ha dado comienzo al acto tras una breve presentación a cargo de un miembro de Ahaztuak 1936-1977, asociación organizadora del mismo que subrayó que se homenajeaba “a un hombre de honor, a un comandante de la guardia civil que tomó la opción de no sumarse y enfrentarse a un golpe militar en marcha, bien financiado, organizado y preparado, que era consciente además de la profundidad del mismo, de su amplitud y carácter y de su inferioridad de condiciones para enfrentarse a él pero que asi y todo toma esa decisión y es asesinado por ello”.

A continuación fue el turno de Antonio Maira, uno de los militares que bajo el franquismo integró la UMD (Unión Militar Democrática) y que fue encarcelado y condenado por ello, teniendo posteriormente que abandonar las FFAA. Como invitado al acto Maira dirigió a los asistentes unas emocionadas palabras en las que expresó que “este dia, por este homenaje, lo recordaré como uno de los mas entrañables de mi vida sin duda, porque es un homenaje a un olvidado, a un militar, guardia civil por mas señas, que defendió al gobierno republicano, al gobierno del Frente Popular, al gobierno del pueblo frente al golpe fascista”, una figura y actitud que “debiera ser reconocida, distinguida y transmitida desde las instituciones y el poder politico como transmisión de los verdaderos valores democráticos” pero que “sigue estando como vemos olvidada al igual que otras desde ese mismo poder y es el pueblo, una asociación popular quien debe plantar la bandera de su memoria”. Tras las palabras de Maira se ha dado lectura a un pequeño texto de Jose Luis Pitarch, capitan que fue de la UMD, que lo ha enviado para saludar este acto y honrar tambien la figura de Rodríguez-Medel ante la imposibilidad de asistir al mismo.

Ha cerrado el acto la intervención de un miembro de Ahaztuak que ha glosado la figura del homenajeado, recordando que “su actitud junto a la de otros miembros de la GC y de las FF.AA. se incluyen en la misma trayectoria de los generales Schneider y Prats chilenos, de los capitanes de Abril portugueses, de los militares bolivarianos de Venezuela… o en el estado español de los militares de la UMD como los aquí presentes, en su dia perseguidos y condenados bajo el franquismo y aun en democracia no rehabilitados” lo que demuestra dijo “la necesidad de asumir los valores republicanos y verdaderamente democraticos no como algo del pasado sino como algo de presente y de futuro para construir aquí y ahora una democracia con todas las letras y con todos los contenidos” porque “la expresión más gráfica y contundente de la endeblez de la democracia actual es la existencia en el cementerio de esta ciudad de una tumba donde descansan los restos de Rodríguez-Medel cedida por una familia y sin placa alguna y por el contrario los restos del general Mola descansan con magnificencia en el conocido Monumento a los Caidos, para mas vergüenza de los politicos actuales navarros y del Estado”.

El acto ha finalizado con los sones del “Himno de Riego” tras lo cual varios de los asistentes se han desplazado al cementerio de Iruñea, a la tumba dinde descansan en el casi anonimato del restos del comandante Rodríguez-Medel ante la que han realizado una ofrenda floral y han colocado una placa de latón grabada que en palabras de uno de los alli presentes “contribuye a sacar del anonimato impuesto a un hombre que dio lo mejor que tenia, su propia vida, en defensa de la voluntad popular”. Desde Ahaztuak 1936-1977 se ha dado a conocer en este pequeño acto celebrado en el cementerio la voluntad de esta asociación de iniciar los tramites necesarios para reclamar que “desde la institución que sea, Ayuntamiento, Diputación o Gobierno de Navarra, le sea concedida a Rodríguez-Medel una tumba propia en el cementerio de Iruñea, un lugar propio a donde trasladar los restos y que ocupen asi un lugar con reconocimiento a su honor y a su decidida defensa de la libertad frente al fascismo”.

(Servicio de prensa de Ahaztuak 1936-1977 / Fotografias: Jesús Estrada Arrondo / Ahaztuak)