domingo, abril 12, 2009

MIRAR PARA NO OLVIDAR


"Podrían ser, a simple vista, sólo huesos, desvencijados huesos enterrados al borde del camino. Abandonados huesos, no acariciados huesos de un dolor no amortajado", canta Pedro Guerra en la canción Huesos . La exhumación de los cuerpos de los asesinados en la Guerra Civil sigue de actualidad, especialmente gracias al homenaje celebrado ayer por la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra.

Al margen de los debates sobre la memoria histórica, son muchos los periodistas y fotógrafos que cumplen con su deber de documentar el proceso de identificación de los restos encontrados. Este es el caso del fotógrafo Clemente Bernad (Pamplona, 1963) que expone su contribución, titulada Donde habita el recuerdo, en la Casa de la Cultura de Barañáin hasta el 24 de abril.

"Las exhumaciones son un proceso muy intenso y muy emotivo donde los sentimientos están a flor de piel", recalca Bernad. La exposición recopila una selección de las fotografías que realizó desde el 2004, con el equipo del experto en Medicina Legal y Forense de la Universidad del País Vasco, Paco Echeverría, en las fosas comunes de Castilla-León.

El interés de Bernad por la labor de búsqueda y de exhumación de las fosas comunes de la Guerra Civil nació a raíz de los reportajes realizados por los medios de comunicación. "Me impresionó el hecho de que había grupos de personas que, casi con sus propias manos, estaban excavando pocos años después de la muerte de Franco". A partir de ese momento, se puso en contacto con el periodista navarro Emilio Silva, cofundador de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica e inició el proyecto.

Intimidad elocuente "Y habrá que cantar, desenterrar, emparejar, sacar el hueso al aire puro de vivir", sigue cantando Guerra los versos que dan sentido a la muestra fotográfica. Con la idea de crear un espacio más íntimo en el que el espectador establece una relación privada y personal con la imagen, Bernad enseña calaveras, huesos, esqueletos que ven, por primera vez, la luz tras 70 años.

"Algo que distingue esas fotos de otras es que son muy pequeñas y es algo querido. He preferido que la gente se acerque a mirar para que se construya una cosa íntima. Quiero que sea impactante pero que sea menos violento", subraya Bernad que añade que está convencido de que la escala es muy importante a la hora de transmitir una idea de modo más llamativo.

El papel de la imagen Como lo hizo Robert Capa en su momento -retratando el horror del conflicto civil-, Bernad está convencido de que el fotoperiodismo que se interesa por la memoria histórica se encarga de cerrar el círculo iniciado en 1936. "Creo que tenemos la obligación de mirar y fotografiar. Hay miles de fosas y de cuerpos pero no fotógrafos y, por eso, es importante que quede constancia de ello".

A partir del trabajo de documentación que ha realizado a lo largo de cuatro años, Bernad quiere "sacar a la luz lo que se ha pretendido ocultar" con el fin de que cada uno pueda construir su opinión y que actúe en consecuencia. "Los fotógrafos llenan nuestro mundo con recuerdos y melancolía, nos miran a los ojos y preguntan directamente sobre nuestra propia intimidad", concluye.
(Noticias de Navarra. 12 / 04 / 09)