viernes, marzo 13, 2009

RODEZNO. Artículo de opinión de Javier Eder


El 8 de julio de 1936, a tenor de lo que cuenta en su Diario Tomás Domínguez Arévalo -séptimo conde de Rodezno-, el señor conde estaba en Madrid, donde recibió una llamada del director de "Diario de Navarra" , Raimundo García, Garcilaso. García urgió al conde a presentarse en Pamplona. El señor conde sabía que Garcilaso era la mano derecha del general Emilio Mola, el Director .

El conde debía jugar bien sus cartas. Reducido a privilegiado representante del más ultramontano caciquismo terrateniente, don Tomás perdía influencia hasta entre los carlistas. Pero aún era mucho su ascendiente sobre boinas rojas tan decisivos para el éxito del golpe militar como los que en Navarra se habían armado hasta los dientes.

Sin perder tiempo, el conde se puso en marcha. El día 9 llegó a Alsasua. De camino a Pamplona, Garcilaso le informó de los planes del general. El día 10 asistió a la tradicional comida de la Diputación. Por la tarde fue a los toros. Esa noche se entrevistó con Mola. El general también debía jugar sus cartas: tenía que atraerse a la tropa carlista, pero sin comprometerse demasiado con ella y de forma que luego pudiera relegarla. Rodezno parecía el hombre adecuado para esa misión. El día 13, el conde sostuvo en el hotel La Perla una reunión a partir de la que la adhesión del carlismo a la sublevación contra el orden constitucional fue decidida. El día 14 hizo gestiones urgentes en Madrid. El 15 estaba de vuelta en Pamplona, aunque viajó a San Sebastián por más gestiones relacionadas con la asonada en marcha. En vísperas de la asonada militar, el conde se retiró discretamente a un lugar seguro: la casa del cura párroco de Lanz. El día D, a la hora H, la asonada triunfó en Pamplona con un solo tiro. Poco tiempo después, el generalísimo Franco puso en sus manos la alta responsabilidad de tramitar las sentencias de muerte o a trabajos forzados de la depuración.

Pamplona honra aún hoy su memoria con una plaza que, al parecer, en el futuro honrará a todo el rancio abolengo de su estirpe.

(Noticias de Navarra. 13 / 03 / 09)