martes, marzo 31, 2009

LAS DOCE PLACAS QUE RECORDARÁN A 205 PRESOS DEL FUERTE SE COLOCARÁN EN MAYO

Las doce placas que recordarán a las 205 víctimas de la represión franquista en el Fuerte de San Cristóbal enterradas en localidades de la extinta Cendea de Aizoáin ya están preparadas. El objetivo es que los rótulos, aportados por la asociación Txinparta con cargo a la subvención del Ministerio de la Presidencia (en total han costado unos 9.000 euros), se coloquen en lugares visibles de los respectivos cementerios donde se tiene constancia documental de que se hallan los restos de estos presos. Ahí se les rendirá un emotivo homenaje, al que se quiere invitar a los familiares con los que se haya podido contactar, previsiblemente para el mes de mayo, cuando se realiza el homenaje en el alto del monte Ezkaba.

Con la colocación de estas doce placas se busca "testimoniar nuestro reconocimiento a las víctimas de la represión" del Fuerte de San Cristóbal y "su esfuerzo por generar una sociedad más justa". Así se recoge en la moción que se está presentando en cada una de las localidades que pertenecían a la Cendea de Aizoáin, impulsada por Txinparta, y que en el caso de Ansoáin fue respaldada la semana pasada por unanimidad de todos los grupos. "Algunos concejos son remisos", explica Koldo Pla, miembro de Txinparta y edil de NaBai en Ansoáin. "Consideran que la moción es muy política y en esta línea creo que se encuentra Berriosuso. En Larragueta, por ejemplo, la aprobaron, pero había reticencias sobre la presencia de algún preso en el cementerio. Berriozar también le ha dado el visto bueno y esperamos que el resto le dé luz verde durante esta primavera", añade.

ANTES Y DESPUÉS DEL 36

Por un lado, las placas incluyen los dos presos que murieron antes de 1936, trabajadores que se manifestaron contra el incumplimiento de las reformas establecidas durante la II República y que fueron trasladados al Fuerte de San Cristóbal. "Después de que los gobiernos de izquierdas hicieron una planificación y habían prometido reformas como la agraria, vino la derecha y las echó todas para atrás, lo que provocó movimientos campesinos y obreros", señala Pla. Las detenciones fueron tan elevadas que, al no poder dar cabida las cárceles de fuera de Navarra a todos los prisioneros, unos 800 fueron trasladados al Fuerte. Las malas condiciones de salubridad provocaron la muerte de estas dos personas".

Por otro lado, en las placas figuran los 203 nombres de presos asesinados tras el golpe de 1936, desde los 21 de los 47 que están enterrados en Berriozar que fallecieron por "diversos traumatismos" a la misma hora el 1 de noviembre de 1936, hasta cuatro de Artica días más tarde en parecidas circunstancias. Como recuerda Koldo Pla, "son sacas , les aplicaban la Ley de Fugas y los mataban".

En total, cabe resaltar que desde 1936 hasta 1942 murieron 203 prisioneros que se hayan enterrados en cementerios de la antigua Cendea de Aizoáin. Los tres últimos años, hasta 1945, los 131 presos que fallecen es a consecuencia de enfermedades como la tuberculosis. "Son los que se encuentran en el cementerio del propio Fuerte de San Cristóbal, pero no hay que olvidar a los 207 que fueron asesinados durante la gran fuga del 22 de mayo de 1938 y que están en fosas", explica este miembro de Txinparta.

Desde esta asociación gastronómico-cultural confían en colocar las doce placas en los camposantos para mayo y reunir tanto a los vecinos, la ciudadanía en general, como al máximo número de familiares de los represaliados. "Muchos no saben ni que tienen aquí a los suyos", subraya Pla, "a pesar de que hemos pasado las listas por Internet y se han hecho públicas en la prensa de algunos sitios. Faltan muchos por localizar, ya que hay presos procedentes lugares muy dispersos", incide.

Koldo Pla se muestra esperanzado de que se puedan colocar los rótulos sin problemas, consensuando su ubicación en los cementerios con los Ayuntamientos, y se pueda desarrollar un acto de homenaje "sencillo" para honrar a estas personas y "paliar mínimamente el sufrimiento de sus familiares", tal y como se recoge en la moción. En este sentido, desde Txinparta confían en que todos los concejos, incluidos los más reticentes hasta el momento, acaben por secundar esta iniciativa. "De no acceder, con la Ley de la Memoria Histórica y presentando las actas de defunción, se pueden solicitar las exhumaciones en los cementerios. Sin embargo, nosotros no nos atrevemos a esto. Los técnicos lo desaconsejan puesto que no se sabe muy bien dónde están enterrados, si dentro, fuera, o incluso entre otros enterramientos. Siempre hemos sido muy prudentes y respetuosos en este asunto, además por no crear falsas expectativas en los familiares", sentencia Pla.

(Noticias de Navarra. 31 / 03 / 09)