Las conexiones de Izzo con la guerra sucia en Euskal Herria no son nuevas, porque hace mucho tiempo reconoció que tuvo relación con el Batallón Vasco-Español, la organización que reivindicó a finales de los 70 atentados como el que costó la vida a José Miguel Beñaran Ordeñana, Argala. En aquella acción se implicó directamente a otro neofascista italiano, Mario Ricci (alias Carlo Vannoli), y fue organizada por Jean-Pierre Cherid, a quien Izzo citó en su declaración de ayer como líder del grupo de Barcelona, lo que cierra el círculo. Cherid fallecería posteriormente al hacerle explosión la bomba que co- locaba bajo el coche de un refugiado vasco, el 18 de marzo de 1984.
(Gara. 26 / 03 / 09)
