lunes, marzo 09, 2009

EN BUSCA DE PISTAS QUE PERMITAN DAR CON LA FAMILIA DE JUSTO IMBERT, EL ÚNICO GUIPUZCOANO ENTRE LOS FUSILADOS

Era ferroviario y, probablemente, se encontraba de paso en Gallur. Poco más se sabe de Justo Imbert Bouchar de Lucas, el único guipuzcoano entre las cerca de 85 personas que fueron fusiladas y enterradas en el cementerio de Magallón, en Zaragoza. Natural de Irun, Imbert fue asesinado a la edad de 54 años, según confirma su hoja de defunción.

Ésta, guardada en el registro civil de Gallur, es uno de los pocos documentos relacionados con esta persona que se han podido recuperar. Desde hace años, la Asociación de Amigos y Familiares de Asesinados y Enterrados en Magallón ha tratado de obtener más información sobre él para, en última instancia, contactar con su familia, pero la tarea no ha dado los frutos esperados. "Nos pusimos en contacto con el registro municipal de Irun y nos mandaron su partida de nacimiento. Pero no hemos podido llegar hasta su familia", se lamenta Olga Alcega, presidenta de la mencionada entidad.

Gracias a aquella llamada, explica, supieron que Justo estaba casado, aunque desconocen el nombre de su mujer, y que su padre también era ferroviario. Pero, insiste, no han conseguido hablar con sus posibles parientes. "Desconocemos cómo llegar hasta ellos", reconoce, aunque sin llegar a dar por perdido ese objetivo.

Al menos, tener la opción
Porque, según asegura, entre las finalidades de este colectivo figura la de comunicar a las familias de las víctimas la ubicación de sus restos, de manera que ellas puedan, primero, saberlo y, segundo, recuperarlos.

En el caso de Justo Imbert, la asociación supo de un hombre -igualmente ferroviario- con los mismos apellidos en Altsasu (Navarra), pero éste ya había fallecido y no había descendientes con los que contactar. Probablemente, afirma Olga Alcega, se trataba de un hermano de Justo, pero no fue posible confirmarlo. "Seguramente, su familia ha desconocido durante todos estos años su paradero. Porque no han tenido la posibilidad de hacerlo", comenta Alcega, que manifiesta su esperanza de que, antes o después, acabe apareciendo algún familiar. "Aunque mucho después, al menos podrían cerrar ese capítulo", concluye.
(Noticias de Gipuzkoa. 9 / 03 / 09)