Los testimonios de los llamados «niños de la guerra» de 1936 retumbaron ayer en el Palacio Euskalduna de Bilbo en el acto organizado por la Fundación Idi Ezkerra de EB, donde los afectados pidieron que su experiencia «no se olvide» para garantizar así que no vuelva a ocurrir.
Cerca de 500 personas participaron en el evento en el que se abogó por la recuperación de la memoria histórica y por la paz. Este acto, además, sirvió para poner el punto y final a toda una semana de actividades en torno al tema, donde los grandes protagonistas han sido los cerca de 70 «niños de la guerra» venidos para la ocasión.
El acto contó con las actuaciones musicales de Jabier Muguruza, Kabigorri Abesbatza o Kepa Junkera, o las palabras del escritor Kirmen Uribe y los bertsos de Andoni Egaña. Sin embargo, el momento más emotivo llegó de la mano de sus protagonistas cuando, a través de la proyección de un vídeo, desgranaron sus historias haciendo revivir a los presentes grandes emociones largamente contenidas.
La mayoría aseguró que no desean «ni al propio enemigo» la experiencia vivida en su infancia, por lo que pidieron que nunca se olvide «porque será la mejor manera de que no vuelva a ocurrir», apostillaron. Asimismo, dieron las gracias a las familias que los acogieron, según dijeron, «como hijos, ofreciendo cariño y libertad».
Como representantes de la formación fueron el periodista Mariano Ferrer y la magistrada Garbiñe Biurrun quienes tomaron la palabra. El primero recordó la existencia de una deuda pendiente «con quienes fueron arrancados de sus familias por una decisión política que les dejo señalados de por vida». En este sentido, indicó que con este acto se pretende recordar lo que ocurrió hace 71 años para que «nunca más ningún niño tenga que irse fuera».
Por su parte, la magistrada pidió que los fantasmas del pasado «no se pueden dejar en el armario» y mostró su cariño y agradecimiento a todos los presentes.
Cerca de 500 personas participaron en el evento en el que se abogó por la recuperación de la memoria histórica y por la paz. Este acto, además, sirvió para poner el punto y final a toda una semana de actividades en torno al tema, donde los grandes protagonistas han sido los cerca de 70 «niños de la guerra» venidos para la ocasión.
El acto contó con las actuaciones musicales de Jabier Muguruza, Kabigorri Abesbatza o Kepa Junkera, o las palabras del escritor Kirmen Uribe y los bertsos de Andoni Egaña. Sin embargo, el momento más emotivo llegó de la mano de sus protagonistas cuando, a través de la proyección de un vídeo, desgranaron sus historias haciendo revivir a los presentes grandes emociones largamente contenidas.
La mayoría aseguró que no desean «ni al propio enemigo» la experiencia vivida en su infancia, por lo que pidieron que nunca se olvide «porque será la mejor manera de que no vuelva a ocurrir», apostillaron. Asimismo, dieron las gracias a las familias que los acogieron, según dijeron, «como hijos, ofreciendo cariño y libertad».
Como representantes de la formación fueron el periodista Mariano Ferrer y la magistrada Garbiñe Biurrun quienes tomaron la palabra. El primero recordó la existencia de una deuda pendiente «con quienes fueron arrancados de sus familias por una decisión política que les dejo señalados de por vida». En este sentido, indicó que con este acto se pretende recordar lo que ocurrió hace 71 años para que «nunca más ningún niño tenga que irse fuera».
Por su parte, la magistrada pidió que los fantasmas del pasado «no se pueden dejar en el armario» y mostró su cariño y agradecimiento a todos los presentes.
(Gara. 16 / 06 / 08)