Tras la brutal experiencia de los campos de exterminio nazis el filósofo alemán T. Adorno elaboró una linea reflexiva a la que se conoce como metafisica para después de Auschwitz. Adorno reflexionó sobre las causas de tal hecho pero sobre todo enfocó dicha reflexión hacia la forma de encontrar un antídoto para el futuro y partiendo de esa lógica preocupación llegó a considerar la memoria histórica como un derecho humano más, como un requisito imprescindible para la consecución de la justicia: sin memoria no podía existir justicia. Por eso Adorno recomendaba formar a la ciudadanía a través del sistema educativo en valores e ideas democráticos mediante el trabajo activo del pasado, señalando además que debía atenderse no sólo de la memoria de las víctimas-personas, sino también de todos aquellos proyectos que no pudieron salir a la luz, de todas las ilusiones anuladas cuando apenas comenzaban a germinar, de todos los derechos sociales que, en el mejor de los casos, tardarían tantos años en recuperarse.
Esa es, en síntesis, la reflexión que desde el espacio colectivo de las víctimas del franquismo y de nuestra reivindicación de memoria, justicia y reparación hacemos también nuestra subrayando además, al igual que lo hizo Adorno, esa clara interrelación entre formación-educación y justicia. De ahí partimos cuando señalamos el ámbito educativo en sus diferentes niveles como fundamental en la recuperación-construcción de una Memoria Histórica Democrática y Antifascista de Euskal Herria y de ahí partimos al mostrar nuestra preocupación desde el punto de vista de la prevención de futuras o actuales tentaciones totalitarias, al constatar que el actual modelo educativo -mas allá de lo anecdótico o puntual- no tiene excesivamente en cuenta ni en contenidos ni en enfoque la recuperación-construcción de esa Memoria ni, lógicamente, la importancia de transmitirla, hecho que nos parece especialmente preocupante pues el espacio educativo es clave en el proceso de socialización de los futuros ciudadanos como espacio que es donde se construye o se destruye memoria y por tanto donde su puede construir o destruir democracia abriendo o cerrando mas o menos el paso a valores totalitarios.
Esa preocupación es la que en estos momentos nos hace mirar con especial atención a una interesante oportunidad que pensamos puede servirnos para comenzar al menos a reconducir elementos sustanciales de esa situación. Esta oportunidad se nos muestra en torno a los planteamientos, debates y trabajos que desde diferentes ámbitos se vienen desarrollando con relación a la elaboración, aprobación y puesta en marcha del denominado "currículum vasco": creemos que en él existe actualmente una posibilidad real de reflejar y trabajar la perspectiva pedagógica y de contenidos del sistema educativo vasco teniendo en cuenta seriamente la construcción de la Memoria Histórica Democrática y Antifascista de nuestro Pueblo. De igual modo y como valor añadido creemos además que a través del "currículum" podemos hacer desde Euskal Herria una interesante aportación práctica con claras connotaciones solidarias al poder convertirse en un referente práctico de la viabilidad de incorporar al modelo de enseñanza la transmisión de la Memoria Histórica en claves democráticas y antifascistas, una reivindicación tan sentida y tan básica para las víctimas del franquismo de aquí y de todo el Estado desde la óptica de la justicia.
Es por ello que desde Ahaztuak 1936-1977 hemos seguido con especial interés la dinámica y el interesante trabajo que en torno al Currículum Vasco-Euskal Curriculuma vienen desarrollando los diversos agentes, tanto institucionales como sociales y educativos, y nos sentimos plenamente identificados con el mismo, planteándonos no solamente el apoyo declarativo sino el apoyo práctico desde la aportación en torno al mismo, haciendo entrega en Diciembre del pasado año 2007 a los representantes de los diferentes agentes que están trabajando en la elaboración del currículum vasco de una aportación encaminada a que el futuro sistema educativo nacional de Euskal Herria incorpore y asuma en el mayor grado posible una lectura de la memoria histórica de nuestro país, y en concreto de los hechos correspondientes al periodo 1936-1977, esto es, a todo el periodo del golpe de estado y de la dictadura franquista, en clave democrática y antifascista.
Por ello también estuvimos ayer en el Kursaal de Donostia y por ello llamamos también a apoyar a todas las víctimas del franquismo y a toda la sociedad vasca. Para apoyar un currículum que -entre otros elementos y por decirlo de forma escueta- incorpore en todos los niveles educativos superiores al infantil un temario específico sobre la represión política y social, así como sobre el intento de genocidio cultural y lingüístico de las lenguas y culturas vasca por parte de la dictadura franquista, donde se fomenten los valores de la lucha por la libertad, la convivencia y la fraternidad de los pueblos del Estado y sus diversas lenguas y culturas… y donde se inculque a las nuevas generaciones -esas que constituyen el futuro- la convicción de que las libertades y los derechos de personas y Pueblos -el derecho a decidir entre ellos- no son una concesión del Poder, sino que han costado incontables sacrificios y que es imprescindible preservarlas y defenderlas frente a cualquier recorte o ataque de carácter totalitario o fascista, ya sea salida de cuarteles o de parlamentos, ya venga vestida de uniforme o de impecable Pierre Cardin.
Para formar en Euskal Herria una ciudadanía cada vez mas alejada por formación y convicción de ese aún operante franquismo sociológico, una ciudadanía que no sea pasiva ni permisiva ante la pervivencia de la sismología franquista, ante un Francisco Franco "reelegido" el mes pasado como "Alcalde Honorífico" de Salamanca, ante el revisionismo histórico de los Pío Moa, de los Vidal...
Por ejemplo.
(Articulo enviado a todos los medios escritos de la CAV y Navarra. Publicado en euskera en "Berria" el 21 / 06 / 08. Publicado en castellano en "Deia" el 22 / 06 / 08 y en "Gara" el 26 / 06 / 08)