Ceferino Roiz , "Machado", era maestro de Bejes, ugetista y nacido en La Hermida, ex-oficial del Ejército republicano. Tras el avance de las tropas fascistas crea su partida a fines del verano de 1937, llegando a contar en ella con 37 miembros entre guerrilleros del monte y del llano. Era de filiación libertaria. Sus compañeros de lucha eran fugados de varios campos de concentración de la parte suroeste de la provincia cántabra, en particular del de Potes.
Sus primeras bases las tuvieron en los Picos de Europa, donde convivieron con otras partidas guerrilleras asturianas, también libertarias. Su campo de acción se extiende desde Valdeprado —al pie de la Peña Labra, 2006 metros—, en las mismas lindes de tierras palentinas. Su prestigio personal, ética y carisma supieron atraer a muchos "huidos" dandoles una linea de actuación politica y militar más allá de la mera supervivencia.
Entre sus hombres figuraban Segundo Bores, Hermenegildo Campo "Gildo", Mateo Campo, Daniel Rey, Santiago Rey, Mauro Roiz, Ignacio Roiz, Lorenzo Sierra, "Manjón", "Pedrin", "El Asturiano", Juan Fernández Ayala "Juanín", Rosendo Campos, Alejandro Martinez, José Marcos Campillo, Pancho Llamazares, Alejandro Cerro, Quintiliano Guerrero, Joaquín Sánchez, "Madriles", José García Fernández "Pin El Asturiano", Francisco Bedoya Gutiérrez, Máximo Campillo, Carlos Cosío "Popeye", Felipe Matarranz González, Rufino Fernández, Santiago, Inocencio Aja "El Vasco", "El Chico", Vicente "Cocherito", José Largo Sampedro, Manolo "El Repollero", Mari Carmen Manrique y Jesús de Cos Borbolla.
Tienen puntos de apoyo en la Sierra de Híjar (Palencia), en la que poseen campamentos las dos partidas de la zona Barruelo-Brañosera-Cervera de Pisuerga. Y también en la Sierra del Cordel. En el invierno de 1940-41, durante unos meses, "Juanin" -cuya partida figura en Asturias- agregó su partida a la de “Machado” para realizar algunas acciones en conjunto.
En 1943, la Brigada "Machado" se traslada a tierras asturianas, instalándose en la Sierra de Cuera (Asturias) y en la del Escudo de Cabuérniga (Santander), desde donde batirán toda la zona costera, desde Ruiloba (Santander) hasta Ribadesella (Asturias). Y por el interior, desde Cangas de Onis hasta Sotres (Asturias), al pie mismo de los Picos de Europa.
En el otoño de 1944, “Machado” y sus hombres vuelven a aparecer por sus bases primitivas. La partida se llama precisamente Brigada de los Picos de Europa, ya que “Machado” y otros jefes de partida acarician la idea de crear sucursales guerrilleras que lleven el nombre de los macizos montañosos más célebres de la península. Con esta cadena, que proyectaban prolongar, de entrada, hacia zonas preponderantemente libertarias, pensaban oponerse a la creciente hegemonía de las guerrillas de la llamada Unión Nacional Española, de neta influencia comunista.
Y es que de vez en cuando -sin que esto signifique subvaloración de la maniobra político-guerrillera- los libertarios no pueden evitar que les brote la vena bucólica. Permanecerá al frente de la Brigada Machado, hasta el 22 de abril de 1945, cuando "Machado" muere en una emboscada de la Guardia Civil en los invernales de Pandébano -durante una fiesta guerrillera, junto a 9 vecinos del lugar, en la que se celebraba la caída de Berlín-, fruto de una delación de uno de los vecinos, y con espectacular desenlace, gracias a la oportuna aparición de "Gildo", que salvó al resto del grupo.
Poco después “Juanín” se hace cargo de varios miembros de la brigada y crea la Brigada Guerrillera de los Valles de Llanada. Cambiando a menudo de bases -que instalarán prácticamente en todas las montañas del centro y el oeste de la provincia de Santander y de la parte este de la de Asturias-, los restos de la partida sobrevivirán todavía diez años: hasta la primavera de 1957.
Cuerpo de lucha y resistencia vestido de nombres de hombres y mujeres, de tejidos de solidaridad, de sacrifico, sufrimiento y dolor... Esto y más fue lo que recordamos y honramos el pasado sábado en Bejes, ese pueblo de la montaña lebaniega, bajo la niebla y entre los testimonios de los que alli se encontraban y nos encontramos... Hijos, nietos, amigos, colaboradores de aquellos que tienen su nombre grabado en la piedra del monolito situado en la entrada del pueblo; soñadores y hacedores de libertad igual que ellos...
Con nosotros dos de los sobrevientes de aquella Brigada "Machado" cuya biografia habla por ellos y por más que ellos... Felipe Matarranz Gonzalez nacido en La Franca (Asturias) el 2 de septiembre de 1915. Voluntario desde el comienzo de la guerra civil, en numerosos combates en el frente del norte entre ellos el asalto a los cuarteles de Loyola en Donostia y la toma de Irún. Fue herido gravemente y dado por muerto, salvó su vida casi de milagro. Como prisionero de los fascistas logró fugarse tres veces, sobrevivió a dos condenas de muerte por conmutación de pena, sufrió torturas, soportó doce años de cárceles y luchó en la guerrilla de los Picos de Europa, como responsable político de esta VI Brigada del Norte "Machado". Desde entonces hasta hoy ha continuado luchando por la libertad y una veradera democracia porque como el dice "aún tenemos un Rey puesto por Franco, vivimos bajo una bandera impuesta por Franco... ¿alguien puede decirme que esto no es aún un franquismo sin Franco".
Y con él otro de aquellos hombres de acero: Jesús de Cos Borbolla, enlace con 14 años y ya en 1945 combatiente la Brigada “Machado”, con la que permanecería hasta febrero de 1947 cuando con la ayuda de un hermano consigue pasar a Francia en febrero de 1947, donde ingresa en un campo de concentración. Después se estableció en Burdeos donde siguió siempre con la lucha antifranquista pasando propaganda clandestinamente. Por sus actividades políticas fue detenido en tres ocasiones por la D.S.T. francesa. Permaneció exiliado 38 años.
Con ellos y con otros muchos, testigos y testimonios vivos de la lucha y de la memeoria compartimos palabras, música, canciones... y tambien las viandas del pais preparadas con cariño para la ocasión.
Alli en hermandad antifascista, junto con todos los presentes, levantamos nuestro vaso de buen vino u oruju lebaniegu e hicimos nuestros los lemas comunes:
¡¡Memoria y honor a la VI Brigada Guerrillera del Norte!!
¡¡Memoria y honor a los combatientes del Pueblo!!
¡¡Nunca bandoleros, siempre guerrilleros!!
(Texto y fotos: Servicio de prensa de Ahaztuak 1936-1977)