viernes, mayo 15, 2009

UNA ESCULTURA RECORDARÁ A LOS ESCLAVOS DEL FRANQUISMO QUE ABRIERON LA RUTA DE ARTESIAGA

Una escultura creada en acero corten por Mikel Iriarte, que se instalará en el kilómetro 13 de la carretera NA-1740 de Irurita a Eugi por Artesiaga, recordará a los esclavos del franquismo, condenados por su ideología política antifascista, que la abrieron entre los años 1939 y 1941. El Ayuntamiento de Baztan, el Pueblo de Irurita, el instituto de estudios Gerónimo de Uztaritz y la asociación Memoriaren Bideak son los promotores de este homenaje de reparación y recuerdo, y agradecimiento a quienes sufrieron penas sin cuento en defensa de las libertades.

En Irurita y en todo el Valle de Baztan quedan todavía gentes que recuerdan a muchos de aquellos 1.756 prisioneros, condenados sin ningún tipo de juicios ni posibilidad de defensa en muchos casos, a trabajos forzados en el tramo de la actual carretera NA-1740. Malvestidos con harapos, hambrientos y sedientos, maltratados y enfermos, despertaban la pena y la compasión entre los iruritarras y baztandarras que, a espaldas de sus guardianes, les ofrecían trozos de pan y de chistorra (lo poco que había en cada casa) que debían mordisquear cruda y a escondidas, condenados a dormir sobre el barro y privados de cualquier derecho.

Los condenados de los Batallones de Trabajadores 18 y 159, y del Batallón Disciplinario de Soldados Trabajadores nº 12, cientos de soldados posteriormente trabajaron y otros 3.463 prisioneros construyeron fortificaciones de montaña englobadas en el Plan de Defensa del Pirineo Occidental. Se contaron unos 20.000 prisioneros tanto en fortificaciones como en la apertura de las carreteras de Igal a Roncal, Egozkue-Iragi, Lesaka-Oiartzun, Oiartzun-Erlaitz y Lezo-Jaizkibel.

Como ocurrió en el Pirineo, más de 150.000 presos, presas y prisioneros trabajaron en minas, fábricas, talleres, obras hidráulicas, ferrocarriles, obras de reconstrucción..., dentro de un plan destinado a obtener beneficio económico de la población cautiva y a adoctrinarles en el "hábito de la profunda obediencia". Trabajos forzados, hambre, agresiones y humillación, y muchas veces, también la muerte, se dieron allí y aquí, ante poblaciones (como en Irurita, Amaiur y en Erratzu) aterrorizadas por un trato que les parecía inimaginable.

En Baztan, también ocurrió con otras carreteras e instalaciones militares (cuarteles o campamentos en Erratzu camino de Izpegi, en el paraje Punpulusta de Amaiur, en Elizondo (junto al mercado y en la actual calle Castillo de Amaiur) y con la cadena de casamatas, bunkeres y fortificaciones levantadas a lo largo de la muga de Baztan con Iparralde. Setenta años después, mañana, sábado, a las 12 horas, se procederá a inaugurar la escultura en memoria, recuerdo y reconocimiento a aquellos que construyeron la carretera y que sufrieron en sus carnes un castigo infame de auténtica esclavitud.

(Noticias de Navarra. 15 / 05 / 09)