domingo, junio 21, 2009

EMOTIVO HOMENAJE A LOS ESCLAVOS DEL FRANQUISMO ENTRE IGAL Y VIDÁNGOZ

"Es un placer y un orgullo haber subido seis años a este alto para disfrutar con vuestra memoria, que es la de todos nosotros". Con estas palabras, el periodista Juan Cruz Lakasta dio la bienvenida a los que fueron prisioneros y a sus familiares en el homenaje a los esclavos del franquismo que construyeron la carretera entre Igal y Vidángoz, entre los años 1939-1941. El acto organizado por el colectivo Memorian Bideak y el Instituto Gerónimo de Ustariz incluyó, además, el homenaje a los roncaleses (37) y salacencos (2), que fueron internados en el campo de concentración de Gurs (Francia) y la denuncia pública por el ataque reciente al monumento a la memoria, "Bidegabeko Bidea", en el puerto de Artesiaga, según recalcó el historiador, Fernando Mendiola, miembro de la organización.

Ocho de aquellos 2. 354 esclavos, se acercaron ayer a Vidángoz y, con 92 y 93 años cumplidos, aportaron sus emotivos recuerdos y testimonios directos de aquellos años de duros trabajos forzados, de hambre y enfermedades. También lo hicieron sus viudas y otros familiares que sufrieron en la distancia penurias económicas, incertidumbre y miedo.

En esta edición, se sumaron al acto representantes de la Asociación Amical de Gurs -Raimon Villalba habló en nombre de la asociación que trabaja en torno a la memoria del campo de concentración de Gurs- y de la Asociación Memoria de la España Republicana, que se centra en la memoria del exilio republicano en Francia. Lo hicieron asimismo los del Colectiu Republicá del Baix de Llobregat, y en su nombre Álvaro Fernández, y los del colectivo Errepresaliatuak de Sestao. Sestao fue precisamente uno de los pueblos de donde más prisioneros hubo trabajando en esta carretera. Por ellos habló Josemi Garaikoetxea. La memoria histórica de Aragón la aportó Inma Riebla, de la Asociación Charata para la Recuperación de la Memoria Histórica de Uncastillo. La alcaldesa de Vidángoz, Idoia Hualde, leyó un texto de los alumnos de la Escuela Secundaria ORT, de Buenos Aires, que han trabajado los testimonios de estos prisioneros; y por la lucha de los derechos civiles de Colombia participó Luz Ramírez.

Como dijo Lakasta, "Las denuncias van y vienen, y cruzan mares".

Experiencias de otras comunidades, países y continentes se suman cada año al homenaje a los prisioneros del alto de Igal, amenizado ayer por la fanfarre Arroitu Indarra, de Roncal. En el monte también se escuchó la txalaparta. La hizo sonar Peio Zabalza, de Aezkoa,del grupo Txalaparta del Pirineo. Y de broche final, el Aurresku en su honor, de Iñaki Zoco, de Ochagavía.

Cuando la voz se quiebra

Ayer en el alto de Igal, había momentos en los que la emoción se interponía entre las palabras. Margari López, compañera de Mariano Crespo, no pudo hablar, sin embargo no le tembló la voz para cantar un tema de tiempos de guerra: "La Batalla Naval en el Golfo de Vizcaya" . Le animaba su amiga, también de Barakaldo, Marce Melgar, de 92 años, y compañera de José Luis Múgica , que recordó cómo con 22 años y sóla llegó a Burgui, con sesenta kilos de bocadillos para los prisioneros. Tristes historias de mujeres fuertes, que vivieron los duros años de la guerra y de la posguerra, buscando a sus maridos, hermanos e hijos. De la valentía de las mujeres de Espinosa de los Monteros (Burgos ), de cómo alimentaban y ayudaban a los prisioneros, habló emocionado Francisco Barreña, de Durango, condenado a trabajos forzados en la carretera de Irurita a Artesiaga. Vicente Lacasia, de Burgui, vecino de Mauleón, Félix Padin, de Bilbao, del batallón 38 de Vidángoz e Igal. Sebastián Erdoiza, del 38 en Roncal, exigieron justicia y verdad. Luis Ortiz, agradeció "a los vecinos de estos hoy maravillosos pueblos , que tanto amor nos dieron en esta carretera".
(Noticias de Navarra. 21 / 06 / 09)