domingo, julio 26, 2009

MEMORIA DE HIERRO

LA aparición, a finales de junio, de siete cuerpos fusilados y enterrados en la Guerra Civil, descubiertos casualmente por las obras que se llevan a cabo en el entorno del Puente de Hierro de Donostia, tuvo ayer un segundo capítulo muy especial, el del homenaje rendido a esas víctimas republicanas por la asociación Ahaztuak 1936-1997.

Según el historiador de la Sociedad de Ciencias Aranzadi Iñaki Egaña, se trata de los esqueletos de siete personas que fueron fusiladas en septiembre de 1936 en una zona en la que se está construyendo el enlace viario del Segundo Cinturón de Donostia.

Los restos fueron descubiertos por unos trabajadores y estaban repartidos en dos pequeñas fosas distantes a escasos metros la una de la otra, por lo que los responsables de las obras decidieron comunicar el hallazgo a la correspondiente autoridad judicial que ordenó paralizar los trabajos para investigar los hechos.

El experto señala que en estos momentos se está realizando una investigación histórica y otra científica, que incluye pruebas de ADN, para intentar determinar la identidad de los fusilados, cuyos resultados se harán públicos en breve.

Tras conocerse este descubrimiento, del que dio puntual cuenta este periódico, muchas personas con familiares desaparecidos durante la Guerra Civil se han interesado por saber más detalles sobre los cuerpos y están aportando datos que podrían permitir avanzar en la investigación.

Egaña recuerda que tras la caída de San Sebastián en la Guerra Civil, cerca de 400 personas fueron fusiladas, lo que supone casi un 1% de la población total que decidió no evacuar la ciudad antes de la llegada de las tropas franquistas, un porcentaje que, subraya, es de los más elevados que se produjeron en el Estado español durante la contienda.

De todas maneras, insiste en que la zona del Puente de Hierro, donde se han localizado estos restos, no fue un lugar muy utilizado para fusilar a personas, a pesar de que los republicanos también mataron en este lugar al por entonces gobernador militar de la plaza. Precisamente, la mayoría de los donostiarras asesinados por los franquistas lo fueron en los cementerios de Oiartzun y Hernani, o en la zona navarra de Bera, aunque también hubo ajusticiamientos en lugares poco habituales de San Sebastián como el monte Ulía o algunas zonas de Aiete.

En el homenaje tributado ayer por Ahaztuak a los siete fusilados participaron cerca de medio centenar de personas que extendieron una ikurriña, junto a la que colocaron cuatro mástiles en los que ondearon la bandera republicana, una enseña comunista, otra de la CNT y la bandera vasca.

Miembros de Ahaztuak y de Aranzadi tomaron la palabra para recordar los fusilamientos que se produjeron en la ciudad durante la Guerra Civil. Finalmente, se bailó un aurresku de honor por los fusilados.
El colectivo Ahaztuak criticó, a través de un comunicado, que el punto "discordante" de un acto "lleno de emoción" fue que la Er-tzaintza les apremió para que finalizaran el acto y que por este motivo "impidieron a varias personas retrasadas acercarse al interior de las obras, al lugar donde estaban las fosas halladas y donde se celebraba el homenaje".

(Noticias de Gipuzkoa. 26 / 07 / 09)