De un tiempo a esta parte en Navarra se vienen sucediendo ataques organizados contra la memoria histórica. Me refiero a los ataques de grupos de ultraderecha contra el monolito en el monte Ezcaba en recuerdo de los presos republicanos fugados y asesinados en 1938 o las placas de Artica que recordaban a luchadores antifranquistas, sin olvidar el resto de incidentes.
Las personas que perpetran estos ataques son neofascistas; en otras palabras seguidores del anterior modelo de sociedad (de unos sobre otros) que tuvo el Estado en el régimen franquista. Muchas personas en nuestro país niegan hoy que el régimen de Franco fuera una dictadura fascista, y lo califican simplemente de Estado autoritario.
Para tratar de rebatir este tipo de posiciones voy a señalar las condiciones y características que sirven para señalar a un régimen como fascista.
En primer lugar tenemos los requisitos políticos que un régimen debe cumplir para ser considerado como fascista: subordinación del individuo al Estado, en otras palabras un Estado totalitario que pretende educar a toda su ciudadanía como ha de pensar o actuar. El siguiente punto es la supresión de las libertades individuales y del sistema democrático, cosa que el franquismo nadie puede poner en duda que hizo.
Otra característica esencial es la articulación social a través del principio de desigualdad. La supremacía de unos individuos sobre otros en este régimen. Las mujeres no podían tener una cartilla de ahorros sin autorización del marido o la prevalencia de los militares sobre los civiles.
Otro elemento nuclear del fascismo es el empleo de la violencia para conseguir determinados fines políticos. En esto la dictadura franquista no se queda a la zaga de otros regímenes fascistas europeos como el italiano. El régimen franquista asesinó en una proporción de mil a uno comparándolo con Mussolini, y su número de encarcelados fue similar al del nazismo alemán antes del comienzo de la segunda guerra mundial. Otro elemento en el que el franquismo sigue fielmente el modelo fascista es en la creación de una burocracia fiel al Estado nuevo, un buen ejemplo de ello seria el registro oficial de censores o el registro oficial de periodistas, donde Franco era el periodista número uno y después figuraba Serrano Suñer (el ministro del eje como se le conocía en los círculos de poder del régimen).
En el terreno económico a los Estados fascistas les caracteriza una óptica imperialista. Dicho en otras palabras, una nación superior tiene el derecho de aplastar a otras para obtener materias primas (según su forma de pensar) y mano de obra esclava. En 1940 la España Franquista ocupo Tánger, ciudad que quedo como zona internacional tras la conferencia de Algeciras de 1906 en el reparto colonial de Marruecos. O porque no mencionar la celebre frase por el Imperio hacia Dios. Otro aspecto a considerar es la megalomanía, la obsesión por las grandes obras, y Francisco Franco en eso tampoco se quedo atrás, baste recordar el gran numero de pantanos construidos o el Valle de los Caídos (construido cerca del sepulcro de los reyes de España), una obra faraónica, donde se produjo una gran mortalidad de prisioneros republicanos. Y para concluir, los sistemas fascistas participan de una visión de la económica a favor de la autarquía, la cual Franco, hasta no ver los pésimos resultados de la misma y poner al Estado al borde de la banca rota, no abandonó.
En la dimensión social el fascismo busca sus víctimas propiciatorias. Gente y colectivos a los que culpar de la situación de España. Así lo hizo Ramón Serrano Suñer al declarar ante la multitud el 24 de Junio de 1941 cuando textualmente afirmó "...no es hora de discursos. Pero si de que la falange dicte en estos momentos una sentencia condenatoria: ¡Rusia es culpable!..." Luego vino la División Azul.
El modelo de Estado fascista descansa sobre la Veneración por el máximo mandatario. Denominar al líder Caudillo o Führer, emplear la propaganda y la grandes concentraciones, como las que ocurrió con la llegada de Franco a Pamplona y su mitin en la Ciudadela Militar por aquel entonces.
Por lo tanto resulta evidente que el Estado totalitario que a golpe de asesinatos y represión impulsó el franquismo en España fue de naturaleza fascista.
Por ello un partido que pretende denominarse de centro, además de democrático, como es el PPN debería condenar el Estado franquista, y demostrar así por un mínimo de compromiso ético y político con la democracia.
Por ultimo, señalar que el conjunto de la ciudadanía deberíamos pedir la misma sensibilidad política y social para las víctimas de la dictadura franquista igual que para las del terrorismo de ETA. Y esto se hace anulando los juicios franquistas, que el Gobierno Zapatero y su partido no incluyeron en la Ley de Memoria Histórica, a pesar de las peticiones que la izquierda parlamentaria de IU-ICV realizó, y reconocerles que han sido un pilar fundamental para la construcción de la democracia en Navarra y el conjunto de España.
(Noticias de Navarra. 3 / 09 / 09)