Coincidiendo con el 71º aniversario del bombardeo de Gernika, este sábado se llevarán a cabo sendos actos en honor de Cándido Saseta en Gernika y su localidad natal, Hondarribia.
Los restos de Saseta (1904-1937) fueron recientemente localizados en Areces, Asturias, tras años de seguimiento e investigación, y trasladados a Euskal Herria el pasado Marzo. Ahora, Sasetaren Aldeko Taldea, Ahaztuak 1936-77, la Fundación Telesforo Monzón, la Fundación Sabino Arana y los consistorios de Gernika y Hondarribia entienden que «ha llegado el momento adecuado para expresar de forma clara y pública el máximo reconocimiento a él y por extensión a todos los que como él murieron defendiendo el respeto a la soberanía y a la voluntad popular». Este reconocimiento público tomará la forma de sendos homenajes para dar así el último adiós al que fuera comandante en jefe de Euzko Gudarostea. En una comparecencia celebrada ayer en Donostia, representantes de los organismos y ayuntamientos organizadores dieron a conocer los pormenores de los dos actos, a la vez que reiteraron la «referencialidad histórica» de Saseta que, según destacaron, «aunó como pocos la defensa de los derechos de Euskal Herria y la defensa de la causa de la libertad frente al fascismo».
Entrega del título póstumo
El primer acto tendrá lugar a las 11.30 en el Lizeo Antzokia de Gernika, donde se hará entrega a Saseta a título póstumo del premio «Gernika por la Paz y la Reconciliación». Una hora más tarde, un homenaje se celebrará en la propia Casa de Juntas, donde junto al emblemático árbol de Gernika se colocarán los restos del que fuera comandante en jefe de Euzko Gudarostea. Tal y como adelantó en la rueda de prensa el portavoz de Ahaztuak 1936-77, Martxelo Álvarez, en ese acto se realizará una guardia de honor formada por gudaris que portarán las banderas de los siete territorios de Euskal Herria. Asimismo, según detalló, el grupo de baile gernikarra Elai-Alai y la coral hondarribiarra homenajearán mediante el arte del baile y el canto al gudari de Hondarribia.
Precisamente, ya por la tarde los actos de recuerdo se trasladarán a su pueblo natal. Después de que sus restos sean recibidos por los hondarribiarras en la Calle Mayor, a partir de las 16.30 la sala capitular del Consistorio será escenario de un acto oficial en honor a su figura. A continuación, serán los vecinos del la localidad quienes le rendirán homenaje. A las 17.45 se celebrará un acto religioso en la capilla del cementerio y, tras la misa, en el exterior del cementerio, los allegados de Saseta tomarán la palabra para darle su último adiós y enterrarlo allí mismo.
En la rueda de prensa, todos los participantes sostuvieron que tanto la repatriación de los restos de Saseta como los actos que se van a celebrar deben servir para «el reconocimiento de quienes en 1936 lucharon por Euskal Herria, la libertad, la democracia, la justicia social y contra el fascismo». José Ramón Enparantza, de Sasetaren Aldeko Taldea, hizo especial hincapié en la necesidad de dar continuidad al trabajo iniciado para que los cuerpos del centenar de gudaris que fallecieron junto a Saseta sean también repatriados «para que sus nombres y su memoria, como el de otros muchos, no queden en el olvido».
Los familiares de Saseta agradeció la labor realizada tanto por Sasetaren Aldeko Taldea como por Aranzadi, y aseguró que los últimos acontecimientos les han «sobrepasado». En ese sentido, confirmaron que toda la familia de Saseta participará en los actos que se llevarán a cabo el sábado, precisando que algunos de ellos llegarán incluso desde México.
Itziar Aizpurua, en nombre de la Fundación Telesforo Monzón, también tomó la palabra para subrayar que la lucha iniciada por Saseta, así como por Telesforo Monzón o José Antonio Agirre, «sigue viva» y detalló que «seguirá hasta que Euskal Herria logre su soberanía».
La muerte de quien fuera comandante en jefe de Euzko Gudarostea se produjo el 23 de febrero de 1937, junto a un buen número de gudaris. Hasta allí había sido enviado por el lehendakari Agirre tras la caída de Bilbo, al mando de una brigada conformada por "Euzko Indarra", el batallón "Amaiur" y el "Indalecio Prieto", tras recibir la petición del Gobierno republicano en Valencia de recuperar Oviedo de la ocupación fascista.
(Gara. 22 / 04 / 08)