lunes, abril 28, 2008

EL COMANDANTE CASTET FUE HOMENAJEADO EN SANTAMAÑEZAR

La cumbre del monte Santamañezar situado entre Zaldibar y Berriz fue ayer testigo de un acto de homenaje al comandante Castet y a los gudaris y milicianos que juntamente con él perdieron al vida en ese lugar combatiendo frente a las tropas fascistas en 25 de Abril de 1937.

El acto -organizado por los grupos locales que trabajan en torno a la memoria histórica en el duranguesado “Castet Elkartea” deZaldibar, “Berriz 1936 Gogoratzen” de Berriz, “Durango 1936” de Durango y “Andikona” de Otxandio, conjuntamente con la asociación de represaliados y victimas del régimen franquista Ahaztuak 1936-1977- comenzó a las 11 de la mañana en la cumbre de Santamañezar. Los alrededor de cien asistentes al mismo habian salido una hora antes de la plaza del ayuntamiento de Zaldibar.

Una vez en la cumbre y tras un merecido amaiketako los sones de la txalaparta fueron convocando a los presentes a agruparse en torno a la pequeña explanada donde se hallan situados la cruz y el buzón que coronan esta altura que ofrece ante nuestro ojos una explendida vista de todo el duranguesado.

Tras ello un miembro de una de las asociaciones convocantes ha tomado la palabra para explicar el sentido del acto, situandolo en el marco “de la reivindicación de una memoria histórica democratica y antifascista, de justicia para todos estos hombres que como el comandante Castet y los gudaris y milicianos que aquí cayeron junto con tantos otros en otros lugares nos legaron para mantenerlo y hacerlo fructificar un semillero de valores como la necesidad de una verdadera democracia, de una verdadera justicia social y el derecho a decidir para personas y pueblos”.

A continuación otro de los organizadores desgranó a traves de la lectura de un texto del periodista George L. Steer y del testimonio del que fuera miliciano del batallón “Rebelión de la Sal” Pedro Garro el desarrollo de aquella batalla acaecida en el lugar hace ahora setenta y un años. Junto con ese batallón en ella tomaron parte los batallones “Avellaneda”, “Rebelión de la Sal”, “Arana Goiri” y “Zabalbide”. En este contexto y en un momento cargado de emoción le fue entragada a la nieta de Pedro Garro, que no pudo estar presente, una placa honorifica firmada por los grupos organizadores.

No fue este el único momento emocionante del acto ya que el punto final del mismo fue puesto por otro hombre que combatió entonces en este lugar, el durangarra Francisco Barreña, miliciano del batallón socialista “Fulgencio Mateos”, al que le correspondió izar la ikurriña en el mastil preparado alefecto mientras los asistentes entonaban el “Eusko Gudariak” frente a un emocionado Barreña con su txapela entre las manos.

(Servicio de prensa de AHAZTUAK 1936-1977)