Celebramos otro aniversario de aquel luminoso 14 de Abril de 1931. Se inició en tal fecha un cambio de rumbo en los territorios del Estado español. Cambio hacia la razón y la democracia. Quedó truncado por los fascistas alzados contra la legalidad comandados por el General Franco. Luchas, cárceles y exilio para los vencidos. Y, sobre todo, silencio. Esa no fue una generación olvidada ni perdida. Fue la generación borrada, hecha desaparecer. En familias liberales y de izquierda, el recordatorio y la alusión a la guerra era tabú. Y hay algo más curioso, cuando no más terrible. En las familias de los vencedores, al menos en muchas de ellas, también se impuso el velo del silencio, "de esas cosas no se habla". Han tenido que ser los nietos los que resuciten la memoria histórica "¿por qué fusilaron a mi abuelo?".
Si hoy se recuerda aquel 14 de Abril no es sólo por nostalgia -que también- sino por reivindicar los valores republicanos. Igualdad absoluta entre hombres y mujeres. Laicismo, con separación total entre Estado y Religión, cualquiera que sea. Y gobierno democrático que, más allá de procesos electorales, garantice el derecho de las minorías a ser respetadas y representadas proporcionalmente, es decir, de modo justo.
Lo que se pide es simplemente un retorno a la modernidad que representó el régimen republicano. Y de paso la condena pública, expresa y sin paliativos, de quienes propiciaron el golpe militar y de quienes hoy pretenden justificarlo. El franquismo fue puro terrorismo.
(Noticias de Navarra. 11 / 04 / 08)