sábado, febrero 28, 2009

BANDERAS REPUBLICANAS, IKURRIÑAS Y CALLES VACIAS RECIBEN A LOS FALANGISTAS EN TREBIÑU (ARABA)

Respondiendo al llamamiento de Ahaztuak 1936-1977, el pueblo de Trebiñu ha dado la espalda a los falangistas y ha recibido la visita de los herederos ideológicos del terrorismo franquista con numerosas ikurriñas y banderas republicanas colocadas por la las carreteras de acceso y en las localidades que componen la conocida como octava cuadrilla alavesa.

Paralelamente, en Argantzon se ha celebrado tal y como estaba prevista, la "Euskal Jaia", en un ambiente festivo donde también ha sido reivindicada la memoria de las 32 víctimas asesinadas en la zona por la represión franquista en 1936. Ahaztuak 1936-1977 ha instalado un punto de información donde ha repartido a los asistentes el dossier "Argantzon.0", sobre la represión fascista en esa zona tras el golpe del 18 de Julio de 1936. Igualmente y durante toda la mañana las personas presentes han disfrutado de música, juegos infantiles, bertsolaris, pintxos... Los compañeros de "Sare Antifaxista" también han instalado un puesto de material en la plaza de Argantzon por d
onde han pasado decenas de vecinos durante las tres horas que ha durado la Euskal Jaia, todo esto ante la atenta mirada de la Guardia Civil, cuya presencia ha sido notoria en el enclave a lo largo de toda la jornada.

Desde Ahaztuak 1936-1977 ya dijimos que no podíamos ni queriamos permanecer callados ante la convocatoria de Falange Española, una formación de carácter e ideología netamente fascista, continuadora y heredera de los mentores, impulsores y ejecutores del terrorismo franquista. Pero nuestro llamamiento ha sido a no entrar en la provocación de estos aproximadamente 60 aprendices de cuneteros que se han desplazado hasta tierras alavesas en un autobús y varios coches, escoltados en todo momento por las fuerzas de seguridad.
Queremos destacar que a pesar de la amplia presencia de agentes de la Guardia Civil, las pancartas de Ahaztuak 1936-1977 colocadas en la carretera de acceso a Trebiñu han sido destrozadas, suponemos que al paso de la comitiva fascista, y también han sido arrancadas varias banderas republicanas e ikurriñas. No ha sido el único caso de sabotaje ocurrido, en varias localidades del enclave han desaparecido varios carteles con los nombres de los 32 asesinados en la zona, víctimas de la represión franquista, que habían sido colocados con motivo de la visita de falangistas para informar a la población de los crimenes cometidos en la zona.

Por otro lado, felicitamos a los organizadores y a todos los asistentes a la "Euskal Jaia" celebrada en Argantzon, por no caer en provocaciones y por haber respondido de una manera inteligente al insulto que supone a nuestra memoria y a la de los asesinados el que vengan los falangistas a pasear aqui su simbología y proclamas fascistas. Viendo los destrozos causados por estos incontrolados, hemos comprobado cuanto les molesta la amemoria activa, porque seguimos demostrando que somos muchos los que seguimos manteniendo viva la reivindicación de la memoria histórica democrática y antifascista en toda Euskal Herria.

Hoy en Trebiñu, en la Euskal Jaia de Argantzon, en cada bandera republicana y en cada ikurriña, en esas pancartas que han hecho trizas... ha estado presente esa lucha contra el olvido y la impunidad de los crimenes del régmen franquista que desarrollamos y que continuaremos desarrollando. Se lo debemos a todos los que fueron asesinados por la represión franquista y que hoy hemos recordado especialmente a los de Trebiñu en 1936, porque aquí hay un pueblo que no los olvida...
Esta jornada ha sido un homenaje a todos ellos:

Angel Corcuera Puelles, Gregorio Corcuera Echevarria, Jeronimo Ortiz, Jesús Velasco. Godofredo Colina, Antonio Paredes, Luis Velasco, Ricardo Landa, Alejandro Landa, Fortunato Arrieta, Fausto Arrieta, Moises Ruiz Monje, Vicente López Moraza, Antonio Villapún Bengoa, Vicente Ansótegui Arteaga, Segundo Ordoño Zarate, Felix Ciriano Ansotegui, Francisco Ciriano Ansotegui, Mario Amo Oraá, Inocente Muro Fernández, Manuel San Juan Caño, Juan María Codina Bañuls, Pedro Gorrotxategi Aldai, Joaquín Hernández Tabera, Serapio Vadillo López, Agapito Vadillo Porres y otras 6 personas sin identificar.
Siempre en nuestros corazones!!
AHAZTUAK 1936-1977

NaBai EXIGIRÁ QUE SE CAMBIE EL NOMBRE DE LA PLAZA CONDE DE RODEZNO

El grupo municipal de NaBai presentará al próximo pleno una moción para exigir el cambio de nombre de la plaza del Conde Rodezno, por su "indudable significación franquista". Tal y como recordó ayer Uxue Barkos, desde que se aprobó en el Congreso la Ley de Memoria Histórica, "nos sorprende la resistencia de Barcina a eliminar los últimos vestigios de la dictadura franquista en nuestra ciudad". Barkos opinó que "es muy triste tener que presentar mociones para cumplir estas leyes".

En su explicación concreta sobre la plaza del Conde Rodezno, Aritz Romeo recalcó que "esta denominación es una clara mención conmemorativa al alzamiento de julio de 1936 y de la dictadura franquista". Por ello, y aunque no irá en el texto de la moción plenaria, Romeo adelantó que NaBai propone como nuevo nombre "plaza de las Libertades o de los Derechos Humanos".

El edil de NaBai recordó que Tomás Domínguez Arévalo, conde de Rodezno, "carlista y monárquico tradicionalista, negoció con el general Mola la inclusión de los carlistas en el bando nacional, y luego fue el primer ministro de Justicia con Franco". Romeo explicó que "bajo su mandato, el conde de Rodezno firmó 53.000 condenas a muerte, el 60% de ellas contra afiliados del PSN o de UGT". Dicho ministro falleció en 1952, y poco después el pleno de Pamplona le dedicó la plaza "por su contribución a la cruzada nacional".

(Noticias de Navarra. 28 / 02 / 09)

ELGETA PLANTEA CREAR UN RECORRIDO TEMÁTICO SOBRE LA GUERRA CIVIL

El alcalde de Elgeta y responsable en materia turística de la Mancomunidad de Debagoiena, Oxel Erostarbe (Aralar), anunció ayer que el consistorio está trabajando junto a la asociación Intxorta 1937 para poner en marcha este recorrido.

"Está pendiente la financiación del proyecto, aunque ha sido bien recibido por ambas instituciones", señaló Erostarbe, quien se mostró confiado en obtener ayudas económicas de la Diputación y el Gobierno Vasco para su puesta en marcha.

El proyecto, cuyas obras podrían iniciarse "en un par de meses", contempla la creación de un "recorrido temático sobre la Guerra Civil" en la zona de Intxorta, donde se encontraron restos de "trincheras y fosas" de la contienda.

Erostarbe señaló que la iniciativa contempla una maqueta interactiva del lugar y señalizar los puntos más destacados del recorrido, que tendría "tres o cuatro kilómetros" de longitud, entre el casco urbano, la zona de Intxorta y las inmediaciones de la ermita de Asentzio.
(Noticias de Gipuzkoa. 28 / 02 / 09)

viernes, febrero 27, 2009

LAS VICTIMAS DEL "3 DE MARZO" DENUNCIAN LOS OBSTACULOS Y TRAMPAS DE LAS LEYES DE MADRID Y LAKUA


El portavoz de la asociación, Andoni Txasko, explicó que la Ley de Memoria Histórica «que nos negaba el derecho a la verdad y a la justicia» es en realidad una ley de punto final que permite la más completa impunidad de los responsables de los sucesos de 1976.

Pero además, criticaron que incluso para el resarcimiento económico, «el aspecto menos fundamental», se plantean trabas, ya que sólo se tienen en cuenta incapacidades en grado de gran o absoluta invalidez consecuencia de la actuación policial. Además, exige demostrar la dependencia económica de la persona fallecida, cuando los muertos tenían 17 o 19 años de edad. En las Juntas Generales de Araba, que se comprometieron a conceder las ayudas que no ofreciera Madrid, se han encontrado con los mismos tecnicismos que obstaculizan la reparación económica. Lo mismo ha sucedido en con la Ley de Solidaridad y Reconocimiento de Víctimas del Terrorismo, de la que se han visto excluidos, pese a que el Parlamento de Gasteiz reconoció su condición de «víctimas del terrorismo».

«Hay falta de voluntad de incluir a todas las personas afectadas. Hay víctimas de primera, de segunda, de tercera y a otras ni se nos contempla», denunció Txasko.

Juicio pendiente

Por otro lado, recordaron que siguen pendientes de juicio tres miembros de la asociación por las acusaciones que realizó el Departamento de Interior de Lakua tras detenerlos en la manifestación de hace tres años.

Exigieron al Ejecutivo que «se retiren esas acusaciones falsas y el juicio no se celebre», exigencia que extendieron por su responsabilidad al lehendakari, «Juan José Ibarretxe».

(Gara. 27 / 02 / 09)

LAS VICTIMAS DEL "3 DE MARZO" CONSIDERAN QUE HAY MOTIVOS PARA UNA HUELGA GENERAL


Crisis económica y crisis de identidad por parte de la clase obrera. Los portavoces de la Asociación de Víctimas 3 de Marzo realizaron ayer un llamamiento a la unidad de los trabajadores, reclamaron el regreso del poder a la asamblea por encima de los individualismos y propusieron a los sindicatos la celebración de una huelga general para enfrentarse a la "ofensiva" que ha desplegado la patronal aprovechándose de la recesión económica por la que atraviesa la sociedad. "Hay motivos para ello", garantizaron sus portavoces.

"Si analizamos la situación, ahora mismo nos encontramos en una situación de precariedad incluso peor que la que sufrimos hace 33 años", argumentaron los representantes de la agrupación, que aboga por recuperar el espíritu de aquel 3 de marzo de 1976. "Padecemos una intensa y agresiva ofensiva por parte de la patronal, que reclama el despido libre y el trabajo a la carta. Ante esta situación creemos que es necesario luchar y creemos que los sindicatos deben convocar una huelga general", precisaron.

Uno de los lastres que arrastra la actual clase obrera y que a juicio de los portavoces de la asociación debe abandonar, es el individualismo, por lo que sus miembros celebraron ayer una asamblea de trabajadores en la iglesia de san Francisco, escenario de la matanza, en la que se habló fundamentalmente de la crisis y de la respuesta de los diversos agentes sociales en este contexto.

Santiago Díaz de Espada, portavoz de la Asociación 3 de Marzo, destacó ayer que la responsabilidad de la recesión recae sobre "un sistema económico injusto" y censuró que "los empresarios quieren que seamos los trabajadores quienes lo paguemos". También criticó el papel jugado por las instituciones, "que se han puesto al servicio del capital como demuestran su apoyo a la banca y a los ERE". Por todo ello, exigió "un cambio social, económico". "La clase trabajadora debe responder a los empresarios. El espíritu del 3 de marzo ha de estar más vigente que nunca debido a la crisis", agregó.
Por su parte, Andoni Txasko, también miembro de la asociación, se sumó a la convocatoria de actos conmemorativos organizados para el 3 de marzo en Vitoria por los sindicatos ELA, LAB, ESK y STEE-EILAS y aprovechó la ocasión para criticar el Decreto que regula la Norma Foral de Solidaridad con los afectados por los hechos acaecidos hace 33 años. Según manifestó, la normativa planteada por la Diputación Foral de Álava adolece de los mismos problemas que la Ley de Memoria Histórica en lo que a resarcimientos se refiere, ya que resulta "incompleta".

Paso positivo Esta norma aprobada es considerada por la agrupación como "un paso positivo, pero insuficiente y a falta de completar" con el expreso reconocimiento, la verdad y la justicia que merecen tanto los trabajadores asesinados como las personas heridas y represaliadas.

Tal y como explicó Txasko, los familiares que reclamen una indemnización deben acreditar la convivencia y la dependencia económica con los fallecidos, aspecto este último muy difícil de demostrar en el caso de las víctimas adolescentes. Por otra parte, lamentó que sólo se valoren las consecuencias que dejaron huella a que, según indicó "en caso de recibir un disparo sólo se tiene en cuenta la cicatriz y no los meses de baja ni el resto de secuelas". "Si lo que se recibieron fueron golpes y traumatismos, no se tienen en cuenta", añadió. Por todo ello, instó a cambiar el decreto, bien por cauces técnicos o bien por la vía política.

(Noticias de Alava. 27 / 02 / 09)

"1976KO ESPIRITUA" BERRESKURATZEKO DEIA EGIN DU "M3KO BIKTIMEN ELKARTEA"K

Datorren asteartean 33 urte beteko dira Espainiako Poliziak Gasteizen bost langile hil eta ehunka zauritu zituenetik. Gertaera lazgarri horiek urtero gogoratzen ditu Martxoaren 3ko biktimen elkarteak. Aurten, bereziki gogoratu nahi du urtemuga hori, 1976 eta 2009 bitartean «parekotasun handiak» ikusten baititu elkarteak. «Duela 33 urte atzeraldi ekonomikoa genuen, eta diktadura batean bizi ginen. Orain, krisialdi ekonomikoa pairatzen dugu, eta errepresioa, askatasun gabezia, atxiloketak, legez kanporatzeak... daude», gogoratu du Andoni Txasko elkarteko eledunak. Eta dei egin die herritarrei biktimen elkartearen izenean berriro heltzeko «1976ko ispirituari», garai hartan langileen asanbladen bitartez gizartean lortutako «elkartasuna eta batasuna» berreskuratzeko.
(Berria. 09 / 02 / 27)

ERC, IU E ICV PIDEN AMPLIAR LA LEY DE MEMORIA HISTÓRICA A 1978

ERC, IU e ICV han presentado una iniciativa en el Congreso para honrar la memoria de las víctimas de actos represivos protagonizados por funcionarios del Estado o grupos paramilitares ultraderechistas desde el 6 de octubre del 77 hasta la entrada en vigor de la Constitución el 12 de 1978.
En la Proposición no de Ley, este grupo insta al Gobierno a presentar un informe, en un plazo de seis meses, sobre los casos ocurridos en este periodo, para el reconocimiento y reparación de los afectados.
En la exposición de motivos, ERC, IU e ICV recuerdan que la Ley de Memoria Histórica establece medidas en favor de quienes sufrieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la dictadura e incluye reconocimientos y reparaciones para aquellas personas fallecidas en defensa de la democracia entre el 1 de enero del 68 y el 6 de octubre del 77. Entre esa fecha y la entrada en vigor de la Constitución sectores pertenecientes a la estructura funcionarial de la dictadura o afines a las formaciones fascistas protagonizaron actos de represión violenta.
(Deia. 27 / 02 / 09)

EL TS ARCHIVA LA QUERELLA CONTRA LA AN POR PARALIZAR LA EXHUMACIÓN DE FOSAS


La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha archivado la querella por prevaricación presentada por Carmen Negrín -nieta del ex presidente del Gobierno de la II República Juan Negrín- contra los diez magistrados de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional que el pasado 7 de noviembre acordaron paralizar el inicio de las exhumaciones de fosas comunes ordenadas por el juez Baltasar Garzón en su investigación sobre los desaparecidos de la guerra civil y el franquismo. El alto tribunal señala que la resolución fue "debidamente fundada, de tal modo que no puede ser calificada de injusta". Negrín acusó a los magistrados que votaron a favor de frenar la investigación de haber tomado, "a sabiendas, una decisión injusta".

Concretamente, la querella va dirigida contra el fiscal Bautista; el presidente de la Sala de lo Penal, Javier Gómez Bermúdez; los presidentes de las otras tres secciones que componen este órgano: Fernando García Nicolás (Segunda), Alfonso Guevara (Tercera) y Ángela Murillo (Cuarta), así como los magistrados Guillermo Ruiz Polanco, Ángel Hurtado, Paloma González Pastor, Julio de Diego López, Juan Francisco Martel y Nicolás Poveda.

La resolución del Supremo, hecha pública ayer, coincide con el criterio ya hecho público por la Fiscalía, al no apreciarse en la decisión de los magistrados de la Audiencia Nacional una actuación arbitraria ni tampoco un retorcimiento del derecho.

"Las observaciones hechas por la querellante sobre la forma, el modo y el tiempo en que la Sala dictó la resolución (...) no suponen otra cosa que una opinión de dicha parte, respetable sin duda, pero a la que ninguna especial relevancia jurídica cabe reconocer", añade el auto de archivo, cuyo ponente es el magistrado Adolfo Prego.

El Supremo recuerda que el derecho de defensa quedó salvaguardado en este caso con la notificación de la decisión de la Audiencia Nacional a todas las partes personadas en esta causa. En cuanto a los argumentos esgrimidos por la nieta de Negrín sobre la competencia del Supremo en relación con las exhumaciones, el auto explica que quedaron sin contenido después de que Garzón se inhibiera de seguir investigando los crímenes franquistas en favor de los tribunales de aquellos territorios donde existen supuestamente fosas.

Ya el pasado 13 de enero, el fiscal del Tribunal Supremo Ignacio Campos defendió la inadmisión a trámite de esta querella argumentando que "no existe vulneración de norma jurídica alguna y el auto supone un ejercicio de la jurisdicción razonado y razonable". "Desde luego, en modo alguno le son aplicables adjetivos como, 'absurdo', 'irrazonable', 'esperpéntico', 'abusivo', que son los que el Tribunal Supremo dedica a las resoluciones sobre prevaricaciones", añade el representante del Ministerio Público.

El Pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional acordó el día 7 por diez votos contra cinco paralizar la exhumación de todas las fosas. Los magistrados adoptaron esta decisión con carácter "cautelarísimo" durante un Pleno de la Sala que fue convocado, con carácter extraordinario.

(Deia. 27 / 02 / 09)

jueves, febrero 26, 2009

OCAÑA: 1.800 VICTIMAS NO PERMITEN EL OLVIDO


Ya son algo más de 200 los miembros de Afeco, que es la Asociación de Familiares de Ejecutados en la Cárcel de Ocaña. Españoles que, según Carmen Díaz Escobar, sólo quieren justicia y que se respete la memoria de sus muertos tras pasar por el referido penal.

De generación en generación se sabía que el cementerio de Ocaña albergaba cuatro fosas comunes, reunidas actualmente en tres, que contienen los cuerpos de muchos reos políticos que o bien fueron fusilados en el “Hoyo de la Gallina” tras permanecer en el penal, a pocos metros del camposanto, o bien murieron, en una cantidad enorme, en la misma prisión, “víctimas de los malos tratos, las enfermedades o la inanición”, afirma Carmen. Sucede que en Ocaña algunos familiares de las víctimas fueron testigos oculares de los fusilamientos y los enterramientos en el cementerio.

La Asociación se gestó tras el fin de la dictadura franquista, en 1975. Coincidiendo con los primeros gobiernos democráticos, lograron adecentar las fosas comunes hasta que tuvieron el aspecto que hoy conservan: cubiertas de enormes lápidas que contienen leyendas en recuerdo de las víctimas. Los miembros de Afeco quieren además que, tras un proceso de verificación, se reconozcan los nombres de los enterrados y sus nombres aparezcan en unas listas al pie de las tumbas.

O FUSILADOS O DENTRO DE LA CÁRCEL

Fruto de sus investigaciones en el Registro Civil, contabilizan más de 1.800 víctimas de la represión, que fueron fusilados o murieron en el interior de la cárcel. En las listas que facilita Julián Ramos Duro aparecen los datos de los muertos, con fechas de fallecimiento, edades, nombres de los padres, lugares de nacimiento y, a veces, la supuesta causa de las muertes, aunque en la mayoría de los casos los motivos eran irremisiblemente dos: aparecen las palabras “fusilado” o “prisión”. Destacan casos de niños con sólo meses de vida que morían en compañía de sus madres en el módulo reservado a ellas. En estos casos no aparecen los motivos de los fallecimientos.

“No tenemos constancia de que todos los muertos se encuentren en estas fosas, pero esperamos llegar a esa conclusión tras revisar, en primer lugar, los archivos del Ayuntamiento de Ocaña”, explica Carmen Díaz, quien asegura que ya disponen del permiso del Consistorio para acceder a su registro. Con todo, la investigación no para ahí, ya que quieren investigar además en el Archivo Histórico Provincial y en el Boletín Oficial de la Provincia, donde cree Carmen que aparecerán más víctimas de la represión franquista en Ocaña. “Seguramente la cifra sobrepasará los 2.000 muertos”, señala esta mujer, que perdió a su abuelo, Mariano Romualdo Díaz Hidalgo, condenado a muerte tras ser juzgado tres veces, como consta en un documento que ha facilitado a ECOS proveniente de la misma cárcel, expedido para que su viuda pudiera cobrar la pensión.

TRES JUICIOS

Según este expediente, Romualdo, que fue secretario general del Sindicato del Transporte por UGT en Toledo, fue primeramente condenado a muerte, pero una gestión de su mujer logró que le conmutaran la pena capital a la máxima pena, 30 años de prisión. Lo mandaron a Ocaña, donde tras otro juicio sumarísimo, fue de nuevo condenado a muerte y fusilado sin más dilación. Corría el 26 de junio de 1941. Tenía 33 años y su delito fue el de “adhesión a la rebelión”.

Cuenta la nieta de Romualdo que muchos de los presos llegaban ya con las sentencias dictadas, pero que en otros muchos casos, como el del sindicalista, los juicios se celebraban en el interior de la cárcel. “Los presos eran sacados de la prisión en grupos y ejecutados en el ‘Hoyo de la Gallina’. Los cuerpos los trasladaban al cementerio, donde eran depositados en las fosas y rellenados con cal viva”, prosigue la miembro de Afeco. Aunque en las fosas comunes aparece la leyenda de “muertos desde 1939 a 1945”, la Asociación tiene constancia de que hubo fusilados o muertos en el interior de la cárcel hasta 1954. “Pero creemos que las investigaciones posteriores puedan revelar que la represión se desplegó durante más años”, afirma Carmen Díaz, quien recalca que el fin de la Asociación no es político, sino el de la mera reivindicación de la memoria histórica, la de sus familiares. Al respecto, considera que el Estado español “no ha cumplido con la aplicación de las leyes internacionales a la hora de juzgar la represión franquista”. Considera que la legislación internacional no contempla la prescripción de los crímenes.

REPRESIÓN A LOS FAMILIARES

Según los miembros de la Afeco con los que habló ECOS (que tienen la certeza, a través de los relatos de sus antepasados, de que sus muertos están enterrados en las fosas comunes de Ocaña), la represión no sólo se aplicó a los presos, sino también a sus familiares, “llegando desde la confiscación de los bienes hasta el endurecimiento de sus condiciones de vida, de tal manera que la vida de estas personas se hacía imposible”, señala Carmen Díaz. Florencio Miguel Pérez, de la localidad de Consuegra y otro de los miembros de Afeco, se emociona relatando cómo su madre acudió a una de las fosas y, tras reconocer a su marido, fue obligada a abandonar el lugar. Añade que él, en su infancia y al igual que otros familiares, fue maltratado “sólo por ser hijo de quien era”. Los integrantes de Afeco, como Carmen, han recogido el guante histórico de sus antepasados (su padre fue uno de los fundadores) y procuran traspasarlo a sus descendientes. Así, ECOS es testigo de la llegada de una joven que también es de la asociación y procura transmitir su memoria histórica a sus hijos. La misma Carmen asegura que su familia nunca ha dejado de acudir al cementerio desde el final de la guerra, al igual que otra mujer que se añade al grupo, quien asegura que acude al camposanto, a una de las fosas, todos los meses.

Afeco seguirá con su trabajo. No con odio, como asegura Carmen Díaz, “sino sólo con la intención de que se recupere la memoria de las víctimas de la represión, a fin de que se haga lo mismo que con las víctimas del otro bando”, agrega. Ellos piensan seguir. Aseguran que gracias a la era de la comunicación el colectivo crece y añaden que gracias a su labor, “muchas familias de otras partes de España han sabido dónde estaban sus seres queridos”, constata. En Ocaña. Están en Ocaña. Donde, para Afeco, no habita el olvido.

AFECO QUIERE ASOCIARSE CON OTRAS

La Asociación Afeco quiere asociarse con varios fines. Buscan que “se reconozca el genocidio; que los genocidas sean juzgados, vivos o muertos; que sea reconocido el holocausto; que se declaren nulos todos los juicios militares entre 1939 y 1976; que las ejecuciones sean consideradas ‘asesinatos’; que se pongan nombres a las víctimas de la represión; que las fosas comunes pasen a ser patrimonio nacional; y que se cree una oficina para informar a los familiares de las víctimas de la represión franquista”.

“FUE JUZGADO TRES VECES”

Carmen Díaz Escobar. Perdió a su abuelo, Mariano Romualdo Díaz Hidalgo, por “adhesión a la rebelión”. Constata que “fue juzgado tres veces por el mismo delito”. “Le detuvieron ya que le descubrieron en su casa de Toledo una máquina multicopista, en la que imprimía panfletos subversivos”. Su abuelo tenía 33 años cuando fue fusilado. Dejó viuda y dos hijos. La viuda logró que se le conmutara la pena a la máxima posible, 30 años, para volver a ser condenado a muerte y fusilado.

La miembro de Afeco ha facilitado fotografías de su abuelo, de sus compañeros en el interior de la prisión y otras, muy reveladoras, en las que el abuelo dirigía dibujos a su familia, ya que esta era una de las pocas formas posibles que tenía de contactar con ellos. Carmen, aunque fue su padre uno de los que crearon la Asociación allá por el año 1975, no quiere protagonismo, ni de ella ni de su padre. “Hay otras personas ya fallecidas que empezaron todo esto junto con mi padre y no quiero que se me olvide nadie”, dice.

Su abuelo era caminero y sindicalista, en concreto secretario general del Sindicato del Transporte por UGT en Toledo. Ella también es de Toledo. No tiene ninguna duda a la hora de continuar con el trabajo de investigación de Afeco, ya que también está “convencida de que aparecerán más víctimas de la represión”, concluye.

DENUNCIAS ENTRE AMIGOS Y FAMILIARES

El vecino consaburense Florencio Miguel Pérez aparece con sus dos hijos, Paulino y Tomás. Florencio perdió a su padre, Florencio Miguel Tapetado, el 23 de abril de 1941, fusilado en Ocaña, y a su tío, Aurelio Miguel, a finales de ese mismo año, también fusilado. Su padre era soldado republicano cuando fue apresado en Santoña, donde ingresó en su penal. De ahí pasó a las prisiones de Toledo y Madridejos, tras lo cual y un careo con amigos y varios de sus tíos, que le denunciaron, fue condenado a muerte y ejecutado.

Sus dos hijos demuestran con su presencia y su aliento a Florencio que tampoco desean olvidar. Florencio Miguel Pérez asegura que en su infancia, allá en Consuegra, recibió una paliza tremenda “sólo por el hecho de ser hijo de un represaliado”. Florencio se emociona al recordar después de tanto tiempo.

UN ALCALDE Y SEIS FAMILIARES CAÍDOS

El madrileño de la izquierda, Julián Ramos Duro, recuerda que su abuelo y un tío de su padre fueron fusilados en Ocaña. Su abuelo, Julián Ramos Fernández, era alcalde de San Bartolomé de las Abiertas. Tras ser condenado por un consejo de guerra, pasó por las cárceles de Toledo y Madrid hasta acabar en el penal de Ocaña, donde fue fusilado el 27 de abril de 1944. El tío de su padre fue fusilado poco después. Este era el presidente de la casa del pueblo local. El hombre de la foto de la derecha, presidente de Afeco, es Celestino Vizcaíno Frutos, que perdió a varios familiares tras pasar por el penal ocañense, entre ellos su padre, Celedonio Vizcaíno Maqueda, que era sargento de mantenedores en el bando republicano.

Ramón de Juan
Fotos: Rebeca Arango / ecos

(Revista "Ecos". 24 / 02 / 09)

PATERNA (VALENCIA): LA BASURA SITIA EL "PAREDÓN DE ESPAÑA"


El coordinador del Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica", Matías Alonso Blasco, ha denunciado hoy el estado en que el Ayuntamiento de Paterna mantiene el paraje denominado "Huerto del Cura", "llamado el "Paredón de España", donde fueron fusilados miles de republicanos".

Alonso señala en un comunicado que, "como atestiguan las fotografías, montones de basura y escombros se han adueñado del lugar a punto de cumplirse los 70 años del comienzo de miles de fusilamientos en el llamado "Paredón de España", transformándolo en un vertedero indigno de la importancia histórica que encierra".

"La escena es deprimente; los vecinos saben de la existencia de vertidos ilegales e incontrolados y hace tiempo que vienen denunciando la agresión a un paraje natural como es el Huerto del Cura sin sospechar que el caso reviste una especial gravedad por la importancia histórica de lo que aquel paraje contiene", ha indicado Alonso.

Matías Alonso denuncia en su escrito "con urgencia la situación porque en cualquier momento dichos vertidos, o su retirada, pueden afectar al propio muro".

"Las fotos revelan montones de escombros a escasos veinte metros del muro, por doquier, haciendo que un paraje que podría tener un aspecto saludable y ecológico sea hoy una muestra de despreocupación del Ayuntamiento no sólo por la ecología, sino por la conservación de un legado histórico del que es conocedor, y del cual es responsable", señala Alonso.

La situación - ha dicho Alonso- nos reafirma en la reclamación del proyecto original que consistía en la construcción de un parque donde el Muro de los Fusilamientos, el "Paredón de España", fuese el motivo central de un gran Memorial donde estuviesen todos y cada uno de los nombres de quienes allí fueron ejecutados por su defensa de valores que hoy juran, entre otros, alcaldes como el que preside este Ayuntamiento.

El coordinador del Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica hace un llamamiento "a los familiares de las víctimas, a las Instituciones de todo tipo cuyos miembros fueron ejecutados en aquel lugar y Ayuntamientos,a evitar la desaparición de esos restos y a procurar entre todos la construcción de un Memorial digno donde no falte ningún nombre".

Reclama que, "con la máxima urgencia, el Ayuntamiento de Paterna limpie el paraje denominado "Huerto del Cura" de toda clase de escombros y basuras, por respeto a sus vecinos y por respeto al legado amenazado".

(Efe. 23 / 02 / 09)

miércoles, febrero 25, 2009

UNA JOTA VASCA PARA STALIN


No recuerda con exactitud la fecha. Quizás, dice, noviembre de 1939. Pero sólo quizás. No lo asegura. Tiene alguna duda. Es lógico. Han pasado siete décadas. Lo que no olvida, de ninguna manera, son los hechos. No olvida el lugar, el Teatro Nacional de Moscú. No olvida al público asistente, a Stalin y al Gobierno soviético expectantes en la primera fila. Y no olvida a los actores, a los bailarines del grupo de danza de la casa de niños del distrito de Pravda, en la capital rusa. Probablemente desde un lugar principal de aquel escenario, ella, la eibarresa Juanita Unzueta García, interpretó su baile más recordado.

"Vi a Stalin con mis propios ojos. Y también estaba la mujer de Lenin. Se habían reunido allí con motivo de alguna conmemoración política y nosotros formábamos parte de los ballets invitados a los actos de celebración. Había niños de todas las repúblicas soviéticas", rememora Juanita. El eco de la música que su grupo representó aquella tarde aún resuena en sus oídos. "Era música vasca. ¡Nos llamaron para bailar una jota vasca!", señala, aún asombrada por las circunstancias de aquella actuación tan peculiar. Al volver al autobús, tanto ella como el resto de componentes del grupo se encontraron con varias cajas de fruta llevada desde España. "Dijeron que fue un regalo de Stalin, aunque nunca lo supimos con certeza", reconoce.

Para aquel entonces, Juanita llevaba ya algún tiempo en Moscú. En concreto, desde los trece años. La entrada de las tropas franquistas en Gipuzkoa había obligado a su familia a abandonar Eibar y trasladarse a Neguri, en Getxo, y, desde allí, su madre y su tío decidieron que tanto ella como a su hermano (cinco años menor) y una prima fueran evacuados a la Unión Soviética. A mediados de 1937, los tres partieron rumbo a Leningrado (actual San Petersburgo), donde les esperaba un recibimiento "espectacular". "No teníamos ni idea de a qué lugar nos llevaban, pero, desde luego, no íbamos con tristeza. No nos dio tiempo a sentirla. Además, íbamos juntos, que ya era algo. Y la acogida fue impresionante. Los barcos hicieron sonar sus sirenas, los soldados cantaban firmes, la gente nos saludaba... Fue todo muy emotivo", afirma aún con un cierto brillo en sus ojos.

Primera estancia
Campamento de menores

Al poco de llegar, y no sin antes recibir un buen baño con agua y jabón, los tres fueron enviados junto a otros muchos niños, principalmente vascos y asturianos, a Crimea, donde pasaron un par de meses en una especie de campamento con menores soviéticos. Después viajaron a la capital. "Más o menos hacia finales de agosto, con el inicio del curso escolar a la vuelta de la esquina, nos llevaron hasta Moscú, para ser acogidos en una casa de niños que había en las afueras", explica.
Aquella casa, la ya mencionada de Pravda -palabra que significa verdad en ruso-, se convirtió desde entonces en su hogar. "Allí fue donde nos educamos. Los mayores en un pabellón y los pequeños, en otro. Estudiábamos Anatomía, Botánica, Gramática... De todo, y de manera más profunda que aquí. Aprendíamos en castellano, con profesores y libros españoles. Con el tiempo fuimos sabiendo también ruso, pero entre nosotros hablábamos siempre en castellano", cuenta, sobre una época en la que los contactos con su familia eran escasos. Sabía, a través de una persona, que estaban bien. Poco más.
Pero, con todo, Juanita era feliz en Moscú. Y, probablemente, de allí no se hubiera marchado si no le hubieran forzado a ello los acontecimientos. El inicio de la Segunda Guerra Mundial, sin embargo, trastocó los planes de todos los residentes de la capital soviética. También de los niños exiliados. "Recuerdo perfectamente la noche en la que empezó la contienda. El ruido de aquellos aviones... Los había oído ya cuando estaba en Neguri y entendí perfectamente lo que estaba pasando. Viví aquello con mucho miedo", confiesa.

Huida hacia el interior
En barco y con ropa de esquí

A las pocas horas de iniciarse el conflicto, el Gobierno concedió a las casas de niños varias máquinas de coser para que pudieran hacer bolsas en las que transportar sus ropas. Y, equipaje en mano, comenzó la huida hacia el interior. En el caso de Juanita, hacia un lugar llamado Kukus. "Fuimos en barco. Los pequeños, en camarotes. Los mayores, en la cubierta abrigados con trajes de esquí. Fue un viaje largo, pero menos duro que el de otros, que tuvieron que pasar por Stalingrado y esquivar las bombas", agradece.

Desde su nueva residencia, esta eibarresa siguió las evoluciones de la batalla. Y, a su término, regresó a Moscú. Fue a otra casa de acogida, pero mantuvo las clases con el profesor de ballet que había conocido en su primera etapa en la capital. Y se especializó, poco a poco, en la danza. Participó en algunos recitales -recuerda, entre ellos, cómo bailó un aurresku en Siberia durante los actos en los que se juzgó a un militar americano- y empezó a ejercer de profesora dando clases a otros niños. Y así pasó un tiempo largo.

Hasta que se casó. Manuel Ruiz de Haro, andaluz exiliado en la URSS y uno de los españoles que habían participado en la II Guerra Mundial de manera voluntaria con el ejército soviético, se convirtió en su marido y marcó un antes y un después en su vida. Con él, y después de esperar a que su hermano -que también se había casado con una rusa y era ya padre de un niño- acabara la carrera de Ingeniería de Caminos, Juanita regresó a Eibar en 1957. La prima, la que había viajado con ellos a Leningrado, en cambio, se quedó.

Nada más llegar a su localidad natal, no tardó en notar la diferencia de costumbres entre ambos países. "Me sorprendía lo alto que hablaba la gente y, sobre todo, que se tiraran cosas al suelo. Por ejemplo, en los bares la gente arrojaba aceitunas. Era una cultura completamente diferente. Las mujeres iban mejor vestidas aquí pero... había otra mentalidad. En Moscú aprendí muchas cosas que aquí no habría conocido. Si no llega a ser por esos años, para rato me entero yo de lo que es la danza, el ballet o la ópera", asegura.

Dificultades al volver
Declaración ante la CIA

Su llegada a Eibar no fue del todo fácil. Tuvo que ir a Madrid a declarar ante la CIA (Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos), que preguntó a numerosos repatriados acerca de cuestiones como la fabricación de cohetes o la localización de las bases rusas; necesitaba solicitar permiso cada vez que iba a Bilbao -el pasaporte del que disponían los exiliados era distinto al del resto de ciudadanos-; y tuvo que ver cómo se llevaban de su casa numerosos libros sólo por estar escritos en ruso.

Con todo, el trato de su familia y de sus vecinos fue siempre bueno. Con el tiempo, además, pudo cumplir el sueño que siempre tuvo. Creó una escuela de ballet en Eibar -ella se jubiló hace cuatro años pero el negocio sigue abierto- y enseñó, entre otras músicas, las danzas tradicionales que había conocido en la antigua Unión Soviética. Fue, en cierta manera, su modo de agradecer todo lo que le había dado aquella tierra que un día la acogió.

De aquella actuación en el Teatro Nacional sólo quedan dos cosas, pero las dos más importantes: ella y la danza. Ya no está Stalin. Ni la mujer de Lenin. Ni la fruta en el autobús. Tampoco su profesor de baile. Ahora, hasta hace muy poco, la maestra ha sido ella y el público, sus alumnas. Todas ellas han disfrutado durante décadas del arte de aquella niña que un día bailó música vasca para Stalin y hoy, en su Eibar natal, baila en ruso para sí misma. Para Juanita. Y para sus recuerdos.

(Noticias de Gipuzkoa. 25 / 02 / 09)

ARGENTINA: UN NUEVO PASO EN BUSCA DE LA VERDAD


En el banquillo estará sentado Víctor Enrique Rei. Es un comandante principal retirado de Gendarmería de 68 años que está preso en Marcos Paz. Anotó como propio al hijo de los entrerrianos Pedro Sandoval y Liliana Fontana.

Mañana a las diez, en el subsuelo de Comodoro Py, el Tribunal Oral Federal 6 comenzará a juzgar por la apropiación y supresión de la identidad de un hijo de desaparecidos a Víctor Enrique Rei, comandante principal retirado de Gendarmería de 68 años, preso en el penal de Marcos Paz. Pese a que los exámenes genéticos demostraron que el joven bautizado con el nombre de Alejandro es hijo de los entrerrianos Pedro Sandoval y Liliana Fontana, militantes del Frente Revolucionario 17 de Octubre (FR17) secuestrados en 1977 y vistos por última vez en el centro clandestino Club Atlético, el oficial de inteligencia Rei nunca lo admitió ante la Justicia. Tampoco su esposa, Alicia Beatriz Arteach, que no será juzgada porque fue declarada insana. Será el primer juicio por apropiación a un gendarme y el primero con muestras genéticas obtenidas mediante un allanamiento judicial. También será el primer proceso por delitos cometidos al amparo del terrorismo de Estado a cargo de un tribunal porteño distinto del TOF-5 y, por ende, el primero en el que fotógrafos y camarógrafos podrán trabajar sin obstáculos.

Rei se retiró en 1990 luego de una extensa carrera. A comienzos de los '70 participó en cursos de contrainsurgencia en la Escuela de las Américas y se convirtió en miembro honorario del Ejército de los Estados Unidos. A partir de 1973 fue jefe de inteligencia de la Agrupación Formosa. Cuando se produjo el golpe de Estado seguía en ese destino aunque deambulaba por el país en comisiones. En 1975 participó del Operativo Independencia en Tucumán bajo el mando del general Adel Vilas y retornó al año a acatar órdenes de Antonio Bussi.

En 1977 fue subjefe de inteligencia de Gendarmería a nivel nacional. Según su legajo, en 1978 fue destinado al Escuadrón Concepción del Uruguay. Sin embargo, la Cámara Federal que juzgó a los ex comandantes probó que ese mismo año participó de secuestros e interrogatorios en Campo de Mayo, como adscripto al comando del Primer Cuerpo de Ejército. Por su actuación en el mayor centro clandestino del país lo recordó hace una década el sargento Víctor Ibáñez, que describió el funcionamiento de Campo de Mayo ante el periodista Fernando Almirón.

Pedro Sandoval nació en Nogoyá. Liliana Fontana, en Viale, ambos en Entre Ríos. En 1977 él tenía 33 años y ella 20. A partir de septiembre de 1976 una patota de civil se instaló en la casa de los padres de Sandoval, responsable del FP17. Los secuestraron el 1º de julio de 1977 a las nueve de la noche en casa de los padres de Liliana, en Caseros. Ella estaba embarazada de dos meses y medio. Ambos fueron llevados al Club Atlético, donde transcurrieron sus últimos meses. Pedro fue trasladado en noviembre. Liliana estuvo allí hasta el 26 de diciembre. Se la llevaron sola, según el recuerdo de los sobrevivientes. Fue el Turco Julián quien difundió la noticia del nacimiento. "¿Te acordás de la rubita? Tuvo un varón", contó.

El cardiólogo partero

La partida de nacimiento del joven robado lleva la firma de Julio César Cáceres Monié, cardiólogo del Ejército, ya fallecido, que rubricó varios certificados falsos de hijos de desaparecidos. El documento está fechado el 5 de abril de 1978 en una supuesta dependencia del Hospital Militar Central, en calle Báez 840, que nunca existió. A partir de una denuncia de Abuelas de Plaza de Mayo, la jueza federal María Servini de Cubría constató que tampoco existían registros del parto en el Hospital Militar.

Las mujeres que dieron a luz ese día no recordaban al matrimonio ni al médico.El 17 de mayo de 2004 Rei se convirtió en el primer gendarme detenido por la apropiación de un hijo de desaparecidos. Durante la indagatoria aseguró que Alejandro era su hijo biológico. Dijo ignorar cuál era la especialidad de Cáceres Monié pero aseguró que el médico militar había atendido a su mujer en el sector de obstetricia del Hospital Militar. Las historias clínicas que aportó la obra social ratificaron que el parto no había existido. Rei entregó fotos de su esposa con panza y otras con un bebé de varios meses en brazos, pero no pudo probar el embarazo ni el nacimiento. Quienes investigaron el caso a fondo no descartan que haya participado del secuestro de los padres del joven que crió como propio.

Alejandro, que en 2004 tenía 26 años, se negó a someterse a un estudio genético para conocer su identidad. Un año antes, en el caso Evelyn Vázquez, la Corte Suprema de Justicia había resuelto que la extracción compulsiva de sangre afectaba derechos personalísimos de la víctima. Servini ordenó entonces allanar el domicilio en busca de objetos con material genético.

El 14 de julio de 2006 el análisis de ADN realizado en el Banco Nacional de Datos Genéticos confirmó que Alejandro era hijo de Pedro y Liliana. Fue la segunda identidad esclarecida con métodos alternativos a la extracción de sangre. La primera fue la de Natalia Suárez Nelson, robada por el tanguero Omar Alonso, a quien ahora querella.

El 24 de mayo de 2007, luego de tres años con prisión preventiva servido por subordinados en la Agrupación Buenos Aires de su propia fuerza, el inefable TOF-5 ordenó liberar a Rei y a la semana se declaró incompetente. La liberación se frustró por la apelación de Abuelas y del fiscal Félix Crous. Ambos explicaron que la demora era producto de los tiempos de la propia Justicia, que Rei había intentado obstruir el proceso al impugnar el análisis de ADN argumentando que el cepillo de dientes era suyo pese a que al momento del allanamiento llevaba meses detenido, y que liberar a un oficial de inteligencia con la apropiación confirmada era invitarlo a fugarse.

La Sala IV de Casación le envió una cédula a Abuelas informando que un planteo anterior de Rei era abstracto porque se había "confirmado" la liberación dispuesta por el TOF-5, que nadie había notificado. Cuando los abogados fueron a verificarlo les explicaron que se trataba de un "error administrativo". La falsa alarma concluyó con la renuncia del secretario Daniel Madrid, allegado al militante Alfredo Bisordi, y con una denuncia penal que archivó el juez federal Ariel Lijo.

Luego de que jueces subrogantes de la Sala IV rechazaran la liberación y con fecha de inicio de audiencias confirmada para el 2 de junio pasado, el joven solicitó una nueva pericia que obligó a postergar el juicio. El abogado de Rei volvió a pedir la excarcelación pero, a diferencia del tribunal presidido por Guillermo Gordo, el TOF-6 la rechazó, ordenó el cese de los privilegios en la prisión VIP de Gendarmería y el traslado de Rei al penal de Marcos Paz. Con menos presiones, Alejandro se presentó ante el tribunal, desistió de su pedido y se fijó nueva fecha de largada.

Los cargos que enfrenta Rei son retención y ocultación de un menor de diez años, supresión de identidad y falsificación de documento público. El tribunal lo integran María del Carmen Roqueta, José Martínez Sobrino y Julio Panelo. La secretaria Adriana Palliotti leerá mañana la elevación a juicio. La acusación pública estará a cargo del fiscal Martín Niklison y la privada de los abogados de Abuelas, Alan Iud y Luciano Hazán.

Las audiencias se desarrollarán los lunes y viernes. A diferencia del TOF-5, el tribunal que preside Roqueta autorizó el ingreso de reporteros gráficos durante la audiencia inicial, alegatos y sentencia, tal como sugirió la Corte Suprema de Justicia en su acordada de octubre pasado. El viernes comenzarán a declarar los primeros de los 53 testigos.

A un promedio de siete u ocho por audiencia, las testimoniales no deberían durar más de un mes. La defensa del apropiador estará a cargo de Alejandro María Macedo Rumi, el mismo que en 2008, como abogado del capitán Enrique Berthier, invocó al dictador Jorge Rafael Videla para afirmar que "el desaparecido es una incógnita, no está ni vivo ni muerto, es un desaparecido".

(Página 12. 22 / 02 / 09)

martes, febrero 24, 2009

AHAZTUAK INVITA A "DAR LA ESPALDA" A LOS FALANGISTAS QUE ACUDIRÁN A TREBIÑU


La convocatoria realizada por la Falange española para este sábado en Trebiñu, bajo el lema «Treviño es Castilla. Castilla Salva España», es, a juicio de Ahaztuak 1936-1977, «algo más que una provocación: se trata de un nuevo ejemplo del modelo español de impunidad vigente». Por todo ello, el colectivo que trabaja por la recuperación de la Memoria Histórica llama a todos los vecinos del enclave a denunciar la visita falangista.

Animaron a colocar banderas republicanas e ikurrinas en los balcones de las casas y a vaciar las calles del pueblo de Trebiñu, para demostrar que ante la imposición de la presencia falangista «el pueblo les da la espalda y evita el contacto visual, escuchar sus patrañas e incluso su fétido olor a muerte azul».

Al mismo tiempo, invitaron a la ciudadanía a acudir a la Euskal Jaia que se va a celebrar en Argantzon, sumándose así a la convocatoria propuesta por miembros de los movimientos populares del enclave de Trebiñu. Señala además que será en La Puebla de Argantzon donde Ahaztuak dará repuesta a los falangistas, colocando un punto de información para socializar y reivindicar la memoria Histórica Democrática y Antifascista de Trebiñu, donde se repartirá un dossier que recoge los datos documentados de la represión franquista que sufrió el enclave en 1936.

Ahaztuak entiende que no se puede permanecer «callado» ante una convocatoria como ésta, realizada por una formación «de carácter e ideología netamente fascista, continuadora y heredera de los mentores, impulsores y ejecutores del terrorismo franquista». En el escrito, Ahaztuak no olvida los más de treinta asesinatos cometidos en esta octava cuadrilla de Araba.

(Gara. 24 / 02 / 09)

AHAZTUAK CRITICA EL ACTO PREVISTO POR LA FALANGE EN TREBIÑO

"Una provocación". Así ve el colectivo Ahaztuak 1936-1977, que agrupa a víctimas y familiares de la represión franquista, el acto convocado por Falange española este sábado en Trebiño, bajo el lema Treviño es Castilla. Castilla salva España .
"Se trata de un nuevo ejemplo del modelo español de impunidad vigente, por lo que hacemos pública nuestra denuncia ante lo que consideramos un insulto a la memoria de las personas asesinadas -19 en La Puebla de Arganzón, 13 en Trebiño- por los escuadrones de la muerte falangistas en esta zona", apuntó.

Ahaztuak, a través de un comunicado, hizo un llamamiento a los vecinos para que coloquen banderas republicanas e ikurriñas en los balcones de las casas, y para que vacíen las calles del pueblo. Además, en La Puebla de Arganzón se llevará a cabo una Euskal Jaia donde se "reivindicará la memoria historia democrática y antifascista de Trebiño".
(Noticias de Alava. 24 / 02 / 09)

FALANGEAK EKITALDIA EGITEA SALATU DI AHAZTUAK-EK

Falangistak Araban hil zituztenen oroimenari iseka egitea da Falangea Trebiñura joatea, Ahaztuak 1936-1977 elkartearen ustez. Larunbaterako iragarri dute ekitaldia falangistek Trebiñun, eta «probokaziotzat» jo du ekimena Ahaztuak-ek. Hori ikusita, ikurrinak eta bandera errepublikarrak leihoetan jarri eta kaleak husteko eskatu die elkarteak herritarrei.
(Berria. 09 / 02 / 24)

EL OCTAVO TERRITORIO VASCO

"Fue una época muy feliz para toda la familia, fuimos muy dichosos en Tolosa", asegura, aún desde la nostalgia, María Pilar Pascual González. Desde su casa de Bruselas, donde habita desde hace ya varias décadas, esta guipuzcoana, una de las miles de personas a las que la Guerra obligó a emigrar, recuerda con absoluta claridad aquellos últimos días en su tierra natal. "Muchas de mis mejores vivencias pertenecen a esa infancia en el pueblo", reconoce. Después, lamenta, estalló el conflicto y huyó con los suyos.

Primero a Bilbao. Luego a Francia. Más tarde a Bélgica. Y ya no volvió. Obligada por los acontecimientos, aprendió a tener una nueva vida. A no mirar atrás. A que, de allí en adelante, nada sería igual. Aprendió, en definitiva, a saber que era una exiliada.

Y el exilio, siempre, tiene un principio pero quizás no un final. Y para María Pilar, como para tantos otros, no lo tuvo. Porque, setenta años después, miles de guipuzcoanos continúan repartidos por el mundo. Porque, setenta años después, miles de guipuzcoanos siguen siendo víctimas vivas de la Guerra. Porque, setenta años después, miles de guipuzcoanos no han dejado de ser la voz que clama contra la injusticia del destierro y la persecución de aquel periodo. Porque, aunque muchos sí regresaron, miles de guipuzcoanos no lo hicieron. Porque son, por necesidad, hijos de otra tierra. Pero son, también, hijos de la suya. Hijos de Gipuzkoa.

Posiblemente, en su huida hacia Bizkaia, María Pilar cruzó su camino con el de Carlos Larrayoz Tome, vecino de la misma localidad y otra de las personas que dejaron la villa con motivo de la entrada de las tropas franquistas. La suya, sin embargo, es una historia distinta porque, a diferencia de ella, que contaba por aquel entonces con 16 años, él no guarda ningún recuerdo de Tolosa. Tenía sólo un año y medio y sus referencias son únicamente las que ha escuchado de boca de sus familiares. "No sé ni cómo salí del pueblo", comenta.

Huida por mar
En barco hasta Francia

Al igual que María Pilar, Carlos cogió en Bizkaia un barco rumbo a Francia, aunque en su caso ya no hubo más cambios de país. "Nos fuimos el 1 de junio de 1937. Partimos de Santurtzi en la tercera expedición del barco Habana, y llegamos a La Rochelle. Yo viajaba con cinco familiares: mi madre, mi hermana, mi abuela y dos tías. Una vez en Francia, nos trasladamos a Clermont-Ferrand y, más tarde, al hospicio de Montaigut-en-Combraille. Dos meses y medio después, nos establecimos definitivamente en Sant Eloy les Mines, a tres kilómetros de aquel lugar", relata.

El periplo de María Pilar fue algo más complejo. Tras abandonar Tolosa y pasar por Donostia, Durango, Bilbao y Santander, cogió, junto a su madre, su hermana, sus tías y sus primas (a su padre lo mataron en Durango), un barco con destino a Burdeos. "Había mucha gente en el puerto. Al bajar, una señora se acercó y nos dijo que en Bélgica se encontraban muchos otros niños y que, probablemente, allí estaríamos bien. Y nos fuimos para allá, donde nos recibió el Partido Socialista. Tenía un caserón cerca de la capital y nos alojamos en él junto a varias familias, más de cien, todas vascas", explica esta guipuzcoana, que en unos meses cumplirá 89 años.

Los planes
Al cine... y a clase de francés

Transcurrido un tiempo desde su llegada, María Pilar tuvo conocimiento de que hacía falta una cocinera en la embajada española en Bruselas, y se marchó. "Todos los exiliados que estábamos allí solíamos juntarnos. Quedábamos en la embajada e íbamos al cine y, más tarde, a clases de francés. Para nosotros, Bélgica fue una salvación", afirma sin dudar, en agradecimiento a una tierra que le acogió para siempre. Con el tiempo, María Pilar se casó con un belga y tuvo dos hijas en ese país, que ya es el suyo.

Como lo es, para Carlos, Francia. Después de encontrar cobijo en hogares de familias españolas exiliadas, afrontó una nueva etapa en su propio domicilio. Su madre, viuda tras la muerte de su marido en la Guerra, se casó con un trabajador minero, también expatriado y con el que tuvo otros dos hijos. Aquellos primeros años, no obstante, no resultaron nada sencillos. "Entre 1939 y 1945, tuvimos una infancia muy difícil a causa de la Segunda Guerra Mundial. Vivíamos cuatro hermanos, los padres y la abuela, que pasaba un mes de cada trimestre con dos tías para poder compartir gastos, ya que había restricciones alimentarias", señala.

Con el trauma que supusieron las dos guerras, comenta, ni él ni sus hermanos pudieron estudiar u obtener algún certificado de estudios. Carlos comenzó a trabajar como moldeador a los 17 años aunque, durante mucho tiempo, pudo compaginar sus funciones con la que fue su gran pasión, la gimnasia. "Practiqué esta actividad en sus niveles más altos entre los 16 y los 26 años y viajé mucho por todo el país para participar en concursos. Son los mejores recuerdos que tengo", asegura ahora, a sus 73 años.

Poco a poco, tanto él como María Pilar tejieron una nueva vida en el exilio. Ya no había vuelta atrás. "La primera vez que regresé a España fue en 1959. Tenía una tía en Segovia y fui a visitarla. En ese momento no quería volver al País Vasco, me daba algo más de miedo, así que esperé un poco más para ir a Tolosa", cuenta María Pilar, que a su regreso a esta localidad, y alojada en la casa de la madrina de su hermana, reconoció algunas de las cosas de su niñez. "Me acordaba, por ejemplo, de la plaza de toros. Y de algunas otras cosas", detalla. Del resto de Euskadi, afirma, no puede decir lo mismo. "De tan pobre que estaba, ni lo conocía", indica.
Aunque después de aquella primera vez ha repetido visita, lo que no ha pensado nunca María Pilar es en volver para quedarse. "No. Ya sé que, desde hace mucho tiempo, allí se vive bastante mejor que antes, pero yo ya hice mi vida aquí y no me voy a mover", responde.
Su contestación es similar a la que ofrece Carlos. Ha vuelto a su tierra natal, pero no para quedarse. "He estado unas cuantas veces en Gipuzkoa. En los últimos cuatro años, hasta en seis ocasiones. Antes ignoraba si me quedaba familia allí, pero ahora, desde el año pasado, mantengo contactos con algunos tíos y muchos primos que he podido conocer en todo este tiempo", señala.

Visita anual
Alquiler en agosto

Aunque su vida está en Francia, confía en poder seguir alquilando cada año, durante dos semanas en agosto, una vivienda en este territorio. Esa estancia anual es, para él, su manera de no perder el vínculo con Gipuzkoa, a la que, pese a que apenas conoció de pequeño, sigue considerando su casa. Porque lo es. Porque, aunque el exilio cambió para siempre las vidas de Carlos y María Pilar, no borró su lugar de origen.

Hace setenta años, miles de guipuzcoanos dejaron su tierra atrás. Unos volvieron con los años, otros regresaron tras la muerte de Franco, otros vinieron pero se volvieron a marchar a sus respectivos países de acogida y otros no retornaron nunca. Para estos últimos, para Carlos Larrayoz y María Pilar Pascual, el exilio que iniciaron fue el más largo de todos. El que no concluye. El que no tiene final. Porque, aunque ahora lo vean de otra manera, y aunque realmente sea de otra manera, para ellos el exilio no es sólo pasado. Es también presente.
Todos ellos son, además, parte del exilio vasco de la Guerra. De la Euskadi extranjera. Todos ellos conforman, de alguna manera, esa especie de octavo territorio vasco que habita más allá de los límites geográficos de Euskal Herria. Un octavo territorio disperso pero, al mismo tiempo, unido.

(Noticias de Gipuzkoa. 24 / 02 / 09)

lunes, febrero 23, 2009

DENUNCIA Y LLAMAMIENTO DE AHAZTUAK 1936-1977 ANTE LA CONVOCATORIA DE FALANGE ESPAÑOLA EN TREBIÑU

Falange Española ha convocado este sábado 28 de Febrero a las 13:00 horas un acto político en Trebiñu, en el corazón de Araba, bajo el lema “Treviño es Castilla. Castilla Salva España”. Para Ahaztuak 1936-1977, colectivo que trabaja por la recuperación de la Memoria Histórica Democrática y Antifascista de Euskal Herria y que agrupa a víctimas y familiares de la represión franquista, esta convocatoria es algo más que una provocación. Se trata de un nuevo ejemplo del Modelo español de Impunidad vigente, por lo que hacemos pública nuestra denuncia ante lo que consideramos un insulto a la memoria de las personas asesinadas por los escuadrones de la muerte falangistas en Trebiñu y en el resto del territorio alavés.

No podemos permanecer callados ante una convocatoria como ésta, realizada por una formación de carácter e ideología netamente fascista, continuadora y heredera de los mentores, impulsores y ejecutores del terrorismo franquista. Los falangistas fueron una pieza clave de la represión planificada y sistemática puesta en marcha por los golpistas a partir de 1936, son responsables de una limpieza ideológica sin precedentes, en la que pueblo a pueblo fueron exterminados cargos electos, militantes políticos, sindicalistas, maestros, estudiantes, obreros y campesinos considerados desafectos al movimiento nacional-católico, acusados de ser republicanos, comunistas, socialistas, separatistas o libertarios.

La crueldad de los piquetes de falangistas, requetés y demás elementos paramilitares se cebó en lugares donde no hubo frente de guerra, a los que ni siquiera llegaba el eco de las balas o el humo de las explosiones. Y ese es el caso de Trebiñu, a donde ahora pretende volver la Falange a pasear su ideario y su siniestro emblema del yugo y las flechas, que fue lo último que vieron bordado en las camisas de sus asesinos decenas de miles de ciudadanos de todo el Estado antes de ser asesinados y arrojados a la fosa común de la Impunidad en la que aún reposan. Eso es lo que representan los devotos cuneteros que anuncian su presencia para este sábado en Trebiñu, con esa misma simbología, proclamando y defendiendo abiertamente su trayectoria fascista, golpista y criminal.

Ante esta convocatoria, para Ahaztuak 1936-1977 cobra especial significado destacar los más de 30 asesinatos cometidos por los franquistas en la que se conoce como la octava cuadrilla de Araba, el enclave de Trebiñu. Un enclave cautivo en el corazón de Araba que depende administrativamente de Burgos, en contra de la voluntad de los trebiñeses. Reivindicar la memoria de los represaliados por el franquismo en Trebiñu es también defender los valores republicanos, democráticos y antifascistas, es por lo tanto defender el respeto a la voluntad popular.
Por ello desde Ahaztuak 1936-1977, desde nuestra reivindicación de verdad, justicia y reparación para las victimas del franquismo -victimas también por tanto de los falangistas-, desde nuestra reivindicación de la Memoria Histórica Democrática y Antifascista de Euskal Herria, hacemos un llamamiento a todos los vecinos del enclave de Trebiñu para denunciar la visita falangista de la siguiente manera:

Colocando banderas republicanas e ikurriñas en los balcones de las casas y vaciando las calles del pueblo de Trebiñu, capital del municipio Condado de Trebiñu y localidad donde ha sido convocado el acto fascista. Para demostrar que ante la imposición de su presencia, el pueblo les da la espalda y evita el contacto visual, escuchar sus patrañas e incluso su fétido olor a muerte azul. Al mismo tiempo invitamos a acudir a la Euskal Jaia que se va a celebrar en la cercana Argantzon, sumándonos así a la convocatoria propuesta por miembros de los movimientos populares del enclave de Trebiñu. Será en este marco, en La Puebla de Argantzon, donde Ahaztuak dará respuesta a los falangistas, colocando un punto de información para socializar y reivindicar la Memoria Histórica Democrática y Antifascista de Trebiñu, y donde se repartirá un dossier que recoge los datos documentados de la represión franquista que sufrió el enclave en 1936.

1936: Terrorismo franquista en Trebiñu.

En el corazón de Araba se sitúa el enclave de Trebiñu, está dividido en dos municipios: La Puebla de Arganzón y Condado de Trebiñu. En 1936 no se trataba de una zona de especial arraigo frentepopulista revolucionario, ni destacaba por su actividad política republicana, ni era escenario de grandes centros de reclusión... Pero al igual que en otras zonas de Araba, la represión fue salvaje: en La Puebla de Arganzón hemos documentado una veintena de crímenes y en Trebiñu se contabilizan otros 13 vecinos asesinados.

19 asesinatos en Argantzon - La Puebla de Arganzón.

La mayoría de las víctimas de Argantzon son personas que fueron llevadas desde otros lugares a este municipio para ser fusiladas allí o que, por circunstancias laborales, el golpe de estado y la posterior represión les sorprendió en esta zona del enclave. Pero también, un total de seis vecinos de Argantzon fueron asesinados en diferentes circunstancias. Algunos eran trabajadores del ferrocarril en la cercana Miranda de Ebro, otros fueron subidos en una camioneta en la misma plaza del pueblo y nunca volvieron, todos ellos eran de ideología izquierdista o libertaria: Antonio Villapún Bengoa, Vicente Ansótegui Arteaga, Segundo Ordoño Zarate, Felix Ciriano Ansotegui, Francisco Ciriano Ansotegui y Mario Amo Oraá.

Por otro lado fueron 13 vecinos de otras localidades cercanas cuyos cuerpos tiroteados aparecen en el término conocido como Las Conchas, con la ayuda del Registro del Cementerio de La Puebla de Arganzón se ha podido completar la información de la mayoría, pero algunos no han sido identificados y sólo se tiene la descripción física del cadaver junto a la relación de objetos personales hallados con ellos. Estos asesinatos se producen mayoritariamente en las primeras semanas de terror caliente que suceden al golpe de Estado, un verano sangriento en el que en el escaso margen de 30 días aparecen una decena de cuerpos sin vida en Las Conchas, flotando o abandonados en la orilla del rio Zadorra.

La siguiente serie de crímenes se da en diciembre, cuando coincidiendo con la batalla de Legutiano se recrudece la represión en la retaguardia y en Argantzon son asesinadas otras tres personas. A medida que fueron apareciendo, los cadaveres eran trasladados al cementerio de La Puebla de Arganzón para ser enterrados. Las fosas en las que estuvieron inhumadas estas personas estaban situadas en la entrada del camposanto, no tenían ninguna placa identificativa y únicamente una cruz negra en la pared servía de recordatorio. Se cree que tras unas obras realizadas en este cementerio todos estos restos mortales se arrojaron a un osario común. A fecha de hoy todavía no se ha podido confirmar dónde están enterradas estas 13 personas. Estos son sus nombres: Inocente Muro Fernández, Manuel San Juan Caño, Juan María Codina Bañuls, Pedro Gorrotxategi Aldai, Joaquín Hernández Tabera, Serapio Vadillo López, Agapito Vadillo Porres y 6 cuerpos sin identificar.

13 asesinatos en el Condado de Trebiñu.

En las pequeñas aldeas que pertenecen al municipio del Condado de Trebiñu, la represión no fue menor. En Dordoniz, que por entonces contaba con apenas 60 habitantes, fueron asesinadas 4 personas. Un pelotón de requetés y falangistas se presentó un día de Agosto de 1936, y siguiendo las instrucciones de los derechistas locales, se llevaron a Angel Corcuera Puelles, Gregorio Corcuera Echevarria, Jeronimo Ortiz y Jesús Velasco. En Añastro fueron pasados por las armas fascistas tres vecinos, entre los que se encontraban el médico del pueblo y el maestro de la localidad, sus nombres: Godofredo Colina, Antonio Paredes y Luis Velasco. En la capital del Condado, en Trebiñu, fueron seis las víctimas mortales de esa estrategia de terror, entre ellas se encontraban dos parejas de hermanos que trabajaban como albañiles y que alguna vez habían manifestado publicamente su ideología de izquierdista: Ricardo Landa, Alejandro Landa, Fortunato Arrieta, Fausto Arrieta, Moises Ruiz Monje y Vicente López Moraza.

Ahaztuak 1936-1977

LAS EXHUMACIONES DE MAGALLÓN DESTAPAN EL HORROR QUE SE OCULTÓ DE LA GUERRA CIVIL


La Asociación de Familiares y Amigos de Asesinados y Enterrados en Magallón (Zaragoza), junto a especialistas de la Sociedad Aranzadi, han localizado en una fosa común de dicho municipio zaragozano los restos de personas que fueron fusiladas durante la Guerra Civil entre los que, con toda probabilidad, se encuentran vecinos de las localidades navarras de Buñuel, Cortes y Funes. Hasta el viernes pasado habían sido encontrados restos de diez personas en la primera de las cinco o seis zanjas que se prevé contiene la fosa y en las que, según los diversos testimonios recogidos, se espera que aparezcan enterrados 86 fusilados.

Los trabajos en este lugar, situado en un terreno del interior del cementerio, comenzaron el día 9 de febrero pero hasta la pasada semana no aparecieron los restos. Se presumía la existencia de esta enorme fosa, donde desde 1976 se erige un monolito colocado por el PSOE y la UGT en memoria a sus correligionarios, pero no será hasta ahora cuando se pueda determinar con exactitud el número de personas que fueron arrojadas al agujero y, sobre todo, su identidad.

Según explica la presidenta de la asociación, Olga Alcega, se ha abierto la primera zanja, con unas dimensiones de 16 metros de largo por 0,90 de ancho y cuando se alcanzó el metro y medio de excavación comenzaron a parecer esqueletos.

Amontonados

Los 73 años que han transcurrido desde la matanza de estas personas, en su mayoría el fatídico 26 de agosto de 1936, no han restado dolor a las familias, a los amigos y a quienes, como Olga Alcega con su abuelo, buscan el sitio al que fueron a parar sus padres, abuelos u otros familiares o vecinos. Algunas de estas personas se han ido acercando hasta el cementerio de Magallón para comprobar "con horror", en palabras de Olga Alcega, "como sus muertos fueron abatidos a tiros y tirados a las zanjas de forma desordenada, unos encima de otros y, además, pie con cabeza para no ocupar mucho espacio". "Estamos viviendo momentos muy duros y comprobado que los tiraban a la fosa".

En las tareas de exhumación trabaja un equipo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi y voluntarios que, con sumo cuidado, están rescatando estos restos óseos para darles nombre y una inhumación digna. "Una vez que sean identificados, mediante la técnica del ADN, las familias que quieran podrán llevarse a los suyos. Los demás quedarán aquí, en un panteón que vamos a construir y que guardará a estas personas en sus respectivas cajas", asegura Olga Alcega.

La iniciativa de localizar e identificar a las personas que fueron fusiladas a los pocos días de comenzar la guerra en Magallón ha sido emprendida por la citada asociación. Su presidenta, la navarra Olga Alcega, se implicó en este tema movida por el interés de localizar a su abuelo, Antonio Alcega Lázaro, propietario de un café, cartero y natural y residente de Bureta, pequeño pueblo de la comarca del Campo de Borja, próximo a Magallón que está situado a 65 km de Zaragoza. Antonio Alcega tenía mucha relación con Tudela, donde vivía parte de la familia que, además, tenía propiedades. Los largos años de indagaciones le han permitido a Olga conocer algunas circunstancias que rodearon la desaparición de su abuelo aunque le quedan lagunas ya que el certificado de defunción indica que murió a las 11 del 2 de septiembre de 1936.

El 28, reunión

La reciente historia de la fosa de Magallón tiene su origen el 16 de febrero de 2006, cuando un grupo de nietos de fusilados constituyó la asociación e inició los trámites para poder identificar y exhumar los restos de sus familiares. Han recibido ayuda del Ministerio de la Presidencia (60.000 euros) y la autorización del Ayuntamiento de Magallón. El día 28 de febrero tendrá lugar una reunión abierta a cuantas familias de fusilados de Magallón quieran acudir.

El responsable de Aranzadi, Patxi Etxeberria explicará cómo trabajan estas exhumaciones que dirigen Jimi Jiménez, de la sociedad donostiarra, y el arqueólogo del Gobierno de Aragón Paco Romero, el procedimiento de identificación por ADN. La cita es a las cuatro en el cementerio para desplazarse a un salón cedido por el Ayuntamiento. Tanto las identificaciones como el traslado de restos a otros cementerios requiere la petición de las familias. Hasta ahora, la asociación tiene solicitudes de traslado de veinte familias. En el cementerio de Magallón se sabe quien está, pero no dónde.

La asociación de Magallón se ha encargado de pedir ayuda económica para levantar el panteón, cuyo presupuesto es de 10.000 euros más 2.000 para la inscripción de los nombres. Se ha pedido ayuda a la Diputación Provincial de Aragón y se hará lo propio en Navarra. La fosa común de Magallón está perfectamente localizada ya que en su día fue cercada y, además, objeto del homenaje del PSOE y de la UGT. "El monolito se respetará, como no podía ser de otra manera, pero queremos que se tenga en cuenta que hay personas que simpatizaban con otras siglas. Por eso, queremos colocar una piedra, sencilla, con la inscripción de recuerdo a todos. Queremos que esta fosa deje de ser anónima", apunta Olga Alcega.

(Noticias de Navarra. 23/ 02/ 09)

UN TESTIGO ANÓNIMO DE EXCEPCIÓN

Nunca ha querido recordar y cuando le preguntaban qué le ocurría en el ojo se limitaba a responder que había sido en un accidente. Un hombre, que hoy apenas se atreve a recordar, le acompañó la fortuna en aquel agosto del 36 y pese a ser tiroteado y haber recibido el tiro de gracia en la cabeza -perdió un ojo- puso salir con vida. Ha relatado a sus más cercanos que una vez que les pegaban el tiro los trasladaban en una camilla de madera, de dos en dos, hasta la fosa y los tiraban a la zanja. Ahí quedaban, como caían.

Los fusilamientos en este caso se produjeron en la tapia del cementerio y los enterramientos, en el interior del recinto, donde ahora se excava para rescatar a los fusilados y darles un entierro digno. Estas labores están despertando también la lógica curiosidad pero quienes se acercan son, en su mayoría, familiares. "El jueves apareció un hombre y nos comentó que su padre había sido enterrado en esta fosa. La fortuna en este caso no les acompañó. Al padre le fusilaron y pasados seis días, nació el hijo".

Las historias se suceden a pie de zanja y la presidenta de la asociación que ha impulsado esta masiva exhumación quiere poder relatar que ha encontrado a su abuelo.
(Noticias de Navarra. 23/ 02 /09)

1939, EL OTRO "AÑO CERO"

Gipuzkoa cayó pronto. Beasain fue ocupada el 27 de julio, Tolosa el 11 de agosto, Andoain el 17 de agosto, Irun el 5 de septiembre y Donostia el 13 de ese mismo mes. Franco y Mola lo tenían claro. Gipuzkoa era un enclave estratégico y la ocupación debía ser rápida. Y lo fue. En apenas dos meses, la práctica totalidad del territorio estaba en manos sublevadas. Quedaba el frente de Elgeta, que resistió hasta finales de abril, pero poco más. La Guerra, como tal, fue corta en Gipuzkoa. Empezó y acabó antes que en otros lugares. Y por eso, también, el exilio madrugó más. Eso sí, sólo en su inicio. No en su final. Porque el exilio vasco de la Guerra comenzó en 1936, pero continuó durante el franquismo. No cesó. "Hubo un goteo constante en los años posteriores", aseguran los profesores de la Universidad de Deusto Xosé Estévez y José Ángel Ascunce, autores de varias publicaciones sobre la materia.

Aunque no existen datos oficiales, se calcula que 150.000 vascos dejaron su tierra con motivo de la Guerra Civil. Vivieron, de alguna manera, su particular año cero . Porque, para ellos, ya nada sería igual.

Fue una salida, afirman los dos expertos, escalonada, que se repartió en diferentes periodos y que comenzó, incluso, antes de que se desatara la contienda. No en vano, según explican, para el 18 de julio de 1936 los primeros guipuzcoanos habían abandonado ya su hogar. "Hubo algunas familias que, ante los crecientes comentarios sobre un posible levantamiento, y contando con suficientes recursos como para poder hacerlo, decidieron marcharse antes", señalan. A partir de ahí, una vez iniciada la contienda, el exilio quedó marcado por la evolución de los acontecimientos.

La toma de Irun y Donostia
Huida hacia Bizkaia

El primero de ellos fue la toma de Irun y Donostia, objetivos prioritarios de los franquistas por su condición de puerta a Europa. Tras mes y medio de batalla, la localidad bidasoarra cedió a los ataques y protagonizó, el 5 de septiembre de 1936, el primer exilio reseñable en el territorio. Parte de la población comenzó a huir por los puentes internacionales, parte se trasladó a Hondarribia para subirse en alguna barcaza rumbo a Francia y parte se encaminó, por carretera, hacia Donostia.

Para estos últimos, no obstante, la escapada no había hecho sino empezar. Porque ocho días después, la que era tomada por los franquistas era la propia capital. Y la consecuencia, como no podía ser de otra manera, fue un nuevo movimiento hacia el oeste. Hacia Bizkaia, aún en manos republicanas. Según las cifras dadas por algunos historiadores, 100.000 guipuzcoanos huyeron a través de la muga con el territorio vecino (algunos, también, a través de barcos pequeños desde el puerto de Donostia).

Pero aquella segunda residencia tampoco fue, ni mucho menos, definitiva. Una vez derrotadas las milicias republicanas y nacionalistas en la batalla de Intxorta, en Elgeta, los golpistas entraron en este municipio y en Eibar, y avanzaron con paso firme en su objetivo de conquistar Bizkaia y, sobre todo, Bilbao. Era la ofensiva final sobre Euskadi. Un asedio que, pese a la férrea defensa, fue, efectivamente, definitivo. Entre otras cosas porque, como comenzó a quedar claro por aquel entonces, apoyo no les faltó.
Los bombardeos durante esas mismas fechas de Durango -30 de marzo- y Gernika -26 de abril- evidenciaron el refuerzo recibido por parte de italianos y alemanes y supusieron para los republicanos un mazazo difícil de encajar. El 19 de junio de 1937, abatido ya el llamado Cinturón de Hierro, Bilbao pasó también a formar parte del territorio perdido. Y el exilio cobró más fuerza.

Muchas personas pasaron a Cantabria, aún sin conquistar, para embarcar desde allí rumbo, fundamentalmente, a Francia (si había suerte y se evitaba caer en manos de algún barco franquista). Además, cientos de gudaris se incorporaron, también a través del país galo, a los batallones de Cataluña (algunas fuentes cifran en 100.000 el número de vascos desplazados a esa comunidad, con la que el gobierno del lehendakari Aguirre mantenía una buena relación). "Incluso, se llegaron a formar columnas exclusivas de vasco-navarros", apunta Ascunce.

Para la mayor parte de los vascos, esa estancia en tierras catalanas se prolongó hasta 1939, cuando, al concluir la Guerra, se produjo el mayor exilio desde esa región. Entonces, muchos de los vascos de Cataluña, como otros que aún vivían en Euskadi y como otros que ya habían partido antes, emigraron. Y se consolidó el exilio. En un primer momento a Francia, pero pronto a toda una red de países europeos. Bélgica, Inglaterra, Suiza o Rusia comenzaron a dar cobijo a los huidos de la represión, en un éxodo disperso en el que colaboraron de manera importante la Cruz Roja y los delegados del Gobierno Vasco.

Cambio de destino
Viaje al otro lado del 'charco'

El posterior inicio de la Segunda Guerra Mundial, sin embargo, modificó sensiblemente el mapa de exiliados. Europa cedió protagonismo a América. Países como México, Venezuela, Argentina, Chile o Uruguay acogieron a miles de vascos tras un viaje muy largo -uno de ellos de hasta ocho meses- que, en ocasiones, se llegó a realizar sobre barcos pesqueros. A partir de ahí, la Euskadi que vivía fuera de Euskadi se fue asentando en sus distintos lugares de acogida. "El asentamiento al otro lado del Atlántico no resultó tan sencillo como puede parecer visto desde ahora. Se vivieron momentos muy difíciles, tanto desde un aspecto personal o emocional como desde un ámbito económico. Muchos se acogieron a lo que podían para poder sobrevivir y, con el tiempo, se fueron haciendo con algún trabajo. Poco a poco consolidaron una posición", comenta Estévez.

No fue, en cualquier caso, una experiencia homogénea. "Dependía de las condiciones de cada uno. Algunos contaban con parientes allí y lo tuvieron algo más fácil, pero para otros fue muy duro. Con los años, eso sí, todos consiguieron solucionar sus vidas", añade Ascunce.

Las Euskal Etxeak
Ayuda en el exterior

A ese asentamiento colaboró, de manera relevante, la presencia de las Euskal Etxeak, los centros vascos en el exterior, que sirvieron de plataforma para buscar alojo y ocupación a los exiliados. Para numerosas personas, aquellos lugares supusieron un lugar de encuentro tanto entre ellas como con su pasado. Con su historia. Con su pueblo. "Un tanto por ciento elevado rompió ataduras con esa etapa anterior y se centró en su nueva andadura. Sentían nostalgia, pero de alguna manera renunciaron a esa ciudadanía vasca. Otros muchos, sin embargo, mantuvieron intacto el vínculo con su pasado. Dedicaban su tiempo libre, por ejemplo, a estar en las Euskal Etxeak. A ser vascos. El Gobierno de Aguirre se preocupó de que hubiera una delegación allí donde estaban las principales colonias vascas y, de esa manera, éstas podían conservar esa conexión con sus raíces. Podían leer publicaciones y estar al tanto de lo que ocurría aquí y con los vascos que había repartidos por el mundo", indican ambos profesores.

Fue, en definitiva, la elección o la suerte de cada uno. La elección en esos primeros años y la elección en los siguientes. Porque, también después, cada uno siguió su camino. Algunos volvieron tras pasar los peores años de la represión (hasta 1945), otros después de la muerte de Franco, otros regresaron pero se volvieron a marchar porque sus raíces ya no eran éstas, otros no retornaron por decisión propia y otros no lo hicieron porque, por sus ideales o actividades, seguían estando perseguidos por la dictadura. Ahora, 70 años después, muchos vascos continúan repartidos por el mundo. Suyas son las historias con las que se ha escrito el exilio vasco de la Guerra. Un exilio que, a día de hoy, sigue vigente.

(Noticias de Gipuzkoa. 23 / 02 / 09)