sábado, agosto 09, 2008

TENSION EN LA BODA DE LETICIA GIMENEZ-ARNAU, NIETA DEL "GENERALISIMO". 400 personas reclaman a los Franco la devolución del Pazo de Meirás

Alrededor de cuatrocientas personas, entre curiosos y medios de comunicación, se congregaron de forma "pacífica" desde las 19.00 horas de hoy en la entrada del Pazo de Meirás, en el Ayuntamiento de Sada, con motivo de la boda de Leticia Giménez-Arnau Martínez-Bordiu, nieta de una de las hijas de Franco y el periodista Jimmy Giménez-Arnau, para solicitar "la devolución del pazo al pueblo" de esta localidad coruñesa.

Con la colaboración de la comparsa coruñesa 'Os Maracos', los integrantes de la Comisión por la Recuperación de la Memoria Histórica (CRMH) escenificaron una boda en la entrada del pazo. Durante la representación, la falsa novia llegó acompañada de Franco al ritmo de la música de 'En la casa de Irene' y en cuya letra pidieron la devolución del pazo y se lanzaron consignas en contra de algunos dirigentes del PP, como Mariano Rajoy o Alberto Núñez Feijóo. "Dice la Carmencita, el pazo es mío, me lo dejó en herencia mi abuelito. Devuélvanos el pazo, si no hay lío, que el pueblo lo pagó de su bolsillo", rezaba la canción.

Una provocación
El portavoz de la agrupación, Manuel Monge, consideró la boda de la nieta de Franco una "provocación" y explicó que "el objetivo no es impedir o boicotear la boda, sino reclamar la devolución del pazo al pueblo".

Franquistas

Pero no todos o
pina los mismo y algunos vecinos de la zona se mostró a favor de la boda y de la familia. "Está feo que cuatro idiotas de A Coruña vengan a impedir que la boda se celebre con normalidad", expuso uno de ellos.

El regalo a Franco

Caber recordar que el Pazo de Meirás cuenta con una superficie nada desdeñable de 2.115 metros cuadrados sobre una extensión de nueve hectáreas. Antiguamente, perteneció a la emblemática escritora Emilia Pardo Bazán pero, tras su muerte y ante la falta de sucesión, el pueblo de Sada se lo regaló al caudillo en 1939 como residencia de verano. A lo largo de la dictadura la familia Franco cosechó una fortuna inmensa, incluidos edificios históricos como éste. Según recordó el diario Público el pasado mes de octubre, en el Ayuntamiento de Oleiros, próximo a Meirás, se conservan papeles en el que se requería al Ayuntamiento que racaudase el precio del inmueble: en total 9.000 pesetas de entonces. Todos, "tanto pudientes como sin caudal", iban a pagar la finca. Incluso a los funcionarios se les quitaba parte del sueldo para el "regalo". Además hubo coacciones a los propietarios de los terrenos colindantes para que los abandonasen a cambio de nada.

Litigio con la Xunta

Tras el fallecimiento del generalísimo pasó a pertenecer a su hija Carmen, que en la actualidad mantiene un litigio con la Xunta de Galicia y con el ayuntamiento de Sada, gobernado por el Bloque Nacionalista Gallego y el PSOE, que quieren convertirlo en un bien de interés cultural. Si así fuera, la familia Franco estaría obligada a abrir al público cuatro días al mes. Los herederos del dictador quisieron impedir que los técnicos de la Xunta inspeccionasen el edificio pero finalmente, la Justicia, les ha obligado a hacerlo.

(El Plural. 9 / 08 / 08)