El asesinato del policía donostiarra Melitón Manzanas en 1968, del que se cumplen hoy cuarenta años, marca el comienzo del terrorismo planificado de ETA, que en estos ocho lustros, hasta la muerte del guardia civil Juan Manuel Piñuel, en mayo pasado, ha acabado con la vida de 856 personas. Cuatro décadas han transcurrido desde que el 2 de agosto de 1968 la organización armada planeara y ejecutara su primer atentado, para el que eligió a un policía comprometido con el franquismo y con fama de represor y torturador entre los grupos de oposición al régimen.
Cuando la dirección de ETA había señalado como blanco a Melitón Manzanas, éste tenía 59 años y era el jefe de la Brigada Político Social de la capital guipuzcoana, un puesto al que había llegado desde la comisaría de Irún donde ejercía de inspector. Tres etarras le esperaron a la puerta de su casa, en la localidad fronteriza, y allí le dispararon por la espalda y luego le remataron en el suelo con cuatro tiros.
El Congreso, tras la concesión del Gobierno de Aznar de la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo, aprobó reformar la ley para evitar que personas con comportamientos anticonstitucionales como el de Manzanas puedan tener un reconocimiento.
(Deia. 2 / 08 / 08)