sábado, marzo 01, 2008


Desde el año 2006, por iniciativa del Ayuntamiento de Tolosa con motivo del '750 aniversario' de la fundación de la villa, un equipo multidisciplinar de la sociedad de ciencias Aranzadi, dirigido por Juantxo Agirre Mauleón y Mikel Errazkin, y formado por historiadores, antropólogos, físicos y agentes socioculturales, está investigando las consecuencias de la guerra civil y el primer franquismo en Tolosa (1936-45).

Este interesante proyecto de recuperación de nuestra memoria histórica ha culminado su primera fase, referente a la búsqueda empírica de datos, de nombres de personas desaparecidas, fusilados, represaliados, encarcelados, procesados en consejos de guerra, etc. Esta fase ha requerido un arduo trabajo de investigación cuyos primeros resultados fueron presentados ayer en el salón de plenos por los autores del estudio y por el alcalde.

Y ahora se inicia una segunda etapa, para la que resulta más necesaria la colaboración de los familiares de las víctimas. Se quieren grabar testimonios y se va a abrir una oficina de atención al público para recoger solicitudes de información por parte de las víctimas y familiares. Esta oficina estará situada en el palacio de Aramburu entre los días 3 de marzo y 11 de abril.

Este estudio histórico 'Tolosa 1936-45 recuperación de la memoria histórica' pretende esclarecer los horrores que tuvieron lugar durante la guerra civil y que han permanecido en el olvido, «acallando la memoria de las víctimas, incluso tras el establecimiento de la democracia; dar respuesta al movimiento dinamizado por las víctimas que reclama la necesidad de mirar atrás, de clarificar el pasado y proporcionar justicia para aquéllos que han sido ignorados durante un largo período. Se quiere cerrar con dignidad esa herida moral y ofrecer a los familiares de todas las víctimas de la guerra los medios posibles para documentar científicamente todo este contexto histórico», explicaron ayer los portavoces de la sociedad Aranzadi.

La creación de una base de datos con toda la información disponible, organizada según la tipología represiva y debidamente correlacionadas, ha sido el primer objetivo del trabajo. Hasta la fecha se ha podido documentar información que alude a 1.642 actores sociales tolosarras o personas cuyas acciones sociales están relacionadas con Tolosa: personas desaparecidas, encarceladas, procesadas en consejos de guerra, ingresadas en Batallones Disciplinarios de Soldados Trabajadores, maestros depurados, curas apartados de sus puestos, civiles fallecidos en bombardeos indiscriminados, fallecidos en campaña, refugiados, exiliados, ingresados en campos de concentraciones, fallecidos en prisiones, empleados municipales destituidos, reclutas clasificados, mutilados, procesados por la Ley de Responsabilidades Políticas, y personas cuyos bienes fueron incautados.

Mikel Errazkin dio ayer a conocer datos concretos esclarecedores: la guerra movilizó a 1.500 tolosarras; hubo 133 muertos; 940 personas pasaron por la cárcel de la plaza Justicia; se procesaron a 476 tolosarras en consejos de guerra; hubo 58 tolosarras refugiados en campos de acogida franceses y 46 niños nacidos en nuestra villa exiliados en Bélgica y en la URSS... En cuanto a fusilamientos, hay contabilizados 76 de militantes tolosarras republicanos y aber- tzales, y 17 del bando franquista o simpatizantes de derecha. «La guerra se reflejó, directa o indirectamente, en todas las casas de Tolosa», aseguró Errazkin.

El alcalde aludió a la necesidad de «buscar la verdad» que persigue este proyecto, y a la necesidad de «poner sobre la mesa datos objetivos que sirvan para ayudar a los que tanto han sufrido».

El estudio también busca la prospección y delimitación de diferentes fosas comunes de cara a señalizar el espacio, preservándolo de futuras inhumaciones o reformas.

Se quieren grabar, asimismo, testimonios de todas aquellas personas que vivieron el terrible momento o una experiencia a preservar sobre diferentes aspectos de la guerra. Tampoco se descarta la instalación de placas conmemorativas en lugares de la memoria relacionados con la violencia política (fosas comunes, prisión, espacios de fusilamientos).

En realidad, comentaron los investigadores de Aranzadi, su estudio pretende «colaborar en el reconocimiento público de las personas que sufrieron la represión franquista, aportando en muchos casos información desconocida y haciéndola accesible desde un concepto de servicio público».

(Diario Vasco. 01 / 03 / 08)