La asociación de victimas del franquismo “Ahaztuak 1936-1977” ha realizado hoy en Durango ante varias decenas de personas un homenaje a las mujeres que entre los años 1938 y 1939 sufrieron prisión en el edificio que en aquellos años era el Convento de las “Hermanas de la Caridad” y hoy es el Colegio “Nevers”.
El recinto de aquel convento -del que tras las remodelaciones habidas en años posteriores solo se conserva ya el muro exterior- albergó tras la toma de Bizkaia por las tropas fascistas lo que fue la Cárcel de Mujeres de Durango, por la que pasaron decenas de presas politicas procedentes de toda la geografia estatal, siendo junto con las prisiones de Amorebieta y Saturrarán–todas ellas situadas en edificios pertenecientes a ordenes religiosas- y el llamado “Chalet de Orúe” los lugares de reclusión de mujeres mas conocidas de la geografia vasca.
El acto, sencillo pero fuertemente motivo, ha tenido como elemento central la recolocación de la placa que en Mayo del pasado año esta asociación habia colocado en dicho lugar señalandolo asi como "lugar de memoria". En aquel momento los miembros de Ahaztuak 1936-1977 colocaron en el muro de entrada al actual Colegio “Nevers”, unico elemento que aun subsiste de lo que fue el convento-cárcel franquista, una placa que rezaba “A las mujeres que tras el golpe fascista del 18 de Julio de 1936 sufrieron prisión en este sitio por defender la Libertad, la Justicia Social, el gobierno legitimo de la II Republica y los derechos del Pueblo Vasco. Con la memoria de vuestros sueños esbozamos hoy nuestro futuro”.
Esta placa recordatoria desapareció del lugar donde fue colocada hace varios meses, hecho que fue denunciado por la asociación. Ahora, tras averiguar que fueron los propios responsables del centro los que habian dado orden de quitarla y una vez recuperada la placa, los miembros de Ahaztuak han procedido de nuevo a su colocación, aunque esta vez ha tenido que ser en el muro que se encuentra frente al recinto del Colegio “Nevers” ya que las monjas y responsables del colegio no han dado permiso para colocarla donde fue instalada originalmente, según nos dicen los responsables de Ahaztuak “porque no les parece bien el texto que aparece en la misma y que ellas nos propusieron sustituirlo por un escueto "Aqui hubo mujeres presas durante los años 1938 y 1939" cosa que nosotros evidentemente no hemos aceptado por considerarlo peor que una negativa pues es contribuir a ocultar la realidad de aquellos hechos y la calidad de presas politicas y de luchadoras por unos valores democráticos de aquellas mujeres, que es precisamente lo que pretendemos reflejar y honrar con esta iniciativa”.
Desde "AHAZTUAK 1936-1977" subrayan tambien que ni en este ni en ninguno de los casos de edificios señalados por esta asociación como “lugares de memoria” y que en su practica totalidad estan relacionados con ordenes religiosas “estas placas no son ni contra el centro ni contra la orden religiosa que lo gestiona por lo que esperaban y esperan que se respetaran como lo que eran: elementos recordatorios a unas mujeres y unos hombres que sufrieron prisión en dichos sitios de forma talmente injusta, pues su unico delito era haber defendido la voluntad popular y el gobierno legitimo emanado de las urnas”.
Ante este hecho que, como han subrayado los responsables de Ahaztuak “no algo aislado, pues algo similar nos ha ocurrido en la Universidad de Deusto en lo que a nosotros se refiere, pero ahí estan tambien las actitudes de sectores de la Iglesia con evidente poder expresadas a traves de declaraciones contra la memoria histórica democrática, de beatificaciones, de alianza politica con la derecha neofranquista mas recalcitrante”, desde esta asociación han aprovechado el acto celebrado hoy para transmitir a la sociedad vasca y a la comunidad cristiana “nuestra denuncia y preocupación sobre la actitud que ante las personas represaliadas y victimas del franquismo siguen manteniendo diferentes sectores de la Iglesia y de sus instituciones y jerarquias, y hacer un llamamiento a la reprobación de actitudes que solo reflejan su incomodidad ante la memoria historica democratica y antifascista mientras desde 1939 han sido totalmente permisivos con toda clase de simbologia y liturgias franquistas”.
(Servicio de prensa de Ahaztuak 1936-1977)
