"Queremos sacar a la calle lo que este debate tiene de social mediante mociones y eventuales movilizaciones" manifestaba ayer en Bilbo "Ahaztuak 1936-1977". Ante el inminente debate de enmiendas parciales en el Congreso español, trámite para el cual vehiculizarán sus aportaciones a través de ERC, Ahaztuak intentará que fuerzas como PNV, NaBai e IU no apoyen la Ley de Memoria Histórica «con los contenidos actuales».
Marcelo Alvarez, en nombre de "Ahaztuak 1936-1977", compareció ayer en Bilbo junto a Joan Tardá, parlamentario de ERC en el Congreso español, Juan Ramón Urrutia, senador de EA, e Itziar Basterrika, parlamentaria de Ezker Abertzalea en el Parlamento de Gasteiz, a fin de «dar a conocer publicamente otra parte del recorrido que, en torno a la Ley de Memoria Histórica del Gobierno español, estamos planteándonos las asociaciones de víctimas del franquismo en Euskal Herria, en este caso concreto, a través de las iniciativas de Ahaztuak 1936-1977».
De igual manera que el pasado 14 de diciembre las demandas de "Ahaztuak 1936-1977" tuvieron cabida en el debate del proyecto de Ley de Memoria Histórica celebrado en el Congreso, de cara al debate de las enmiendas parciales que se va a abrir en febrero «nuestros planteamientos tendrán cabida y repercusión», dijo Alvarez. Ahaztuak constata que «hay sintonía de planteamientos entre las diferentes asociaciones de memoria histórica de víctimas del franquismo en Euskal Herria y para vehiculizar nuestras propuestas a través de ERC».
Tras manifestar que EA suscribira tambien las enmiendas de ERC y por tanto las aportaciones de Ahaztuak 1936-1977 hechas a estas, Alvarez señaló que «tanto el planteamiento en torno a la Ley, como, en su conjunto, la dinámica de recuperación de los derechos de las víctimas del franquismo la contemplamos tanto en lo que tiene que ver con Madrid como en lo que tiene que ver con nuestra propia nación». En este sentido, la asociación Ahaztuak anunció que van a poner en marcha una serie de iniciativas, también a partir de Febrero y de cara al Parlamento de Gasteiz, que vehiculizarán en este caso «a través de EHAK» por ser esta la unica formación politica que hasta la pasada semana se habia mostrado dispuesta a ello. En este punto, Martxelo Alvarez adelantó que, «a partir de ahora, queremos sacar a la calle lo que este debate tiene de social, queremos llevar a la calle nuestras propuestas para intentar aglutinar fuerzas de cara, fundamentalmente, a variar el previsible rumbo que tomará el planteamiento del PSOE y del Gobierno español, dejando congelarse la Ley». Mociones en ayuntamientos de Euskal Herria y posibles movilizaciones son algunas de iniciativas previstas, al objeto de que el largo recorrido que espera a la «deslegitimación total» del régimen franquista se apoye en la ciudadanía.
«Igual que otras democracias»
Precisamente, Joan Tardá manifestó la necesidad de «forzar en pocas semanas» la posibilidad de afrontar la discusión, «frente al peligro de que el Gobierno utilice la mayoría en la Mesa del Congreso para dormir el proyecto, al objeto de que decaiga y no se debata». Tardá valoró que el texto defendido por ERC «no es de máximos, sino que se adecúa a otras realidades de pueblos con pasado de regímenes fascistas. Pedimos el reconocimiento de las víctimas y la deslegitimación total del régimen fascista, igual que la República Federal Alemana anuló en 1998 todas las decisiones de los tribunales nazis desde 1936. No pedimos nada que no hayan hecho otras democracias», añadió.
Juan Ramón Urrutia, senador de EA, incidió en tildar de «calamitoso» el artículo 5 del proyecto de ley, que plantea conformar tribunales de cinco personas para analizar los casos, siempre que las familias reclamen.
Alvarez, por su parte, hizo votos para que «no hurten a la ciudadanía de los diferentes pueblos del Estado español el debate en torno a un elemento tan condicionador para nuestra propia historia y para nuestro futuro como es esta ley, en torno a los valores democráticos y al cortocircuitaje de los mismos en 1936». En este sentido, manifestó la necesidad de «intentar asentar el voto de determinadas fuerzas políticas en el Congreso y el Senado españoles en una dirección concreta», refiriéndose a PNV, NaBai e IU, a quienes pide que rechacen la Ley que plantea el PSOE en los contenidos actuales. Joan Tardá, por su parte, amplió esta posibilidad también a CiU.