Buscamos los restos de Primitivo Fernández de Labastida Urruchi, nacido el 27 de noviembre de 1900 en Santa Gadea del Cid y desaparecido el 3 de septiembre de 1936, cuando contaba con 35 años de edad. En aquel momento tenía una hija de 10 años, Iluminación. Su mujer Felisa, embarazada estaba a punto de dar a luz a su segunda hija Pilar, que nacería el 19 de septiembre a los 16 días de su desaparición.
Primis como le llamaban, era un afable labrador, apreciado y querido por muchos en su pueblo. Le gustaba la lectura, cantar y tocar la guitarra. Era bastante instruido en su época, amante de la naturaleza y estudiaba para guarda forestal. Durante la República ayudaba al Secretario del ayuntamiento de Santa Gadea del Cid, haciendo labores de Secretario de las izquierdas.
A finales de agosto del 36 fue trasladado por la Guardia Civil a la cárcel de Pancorbo, donde solo estuvo dos días, tras lo cual lo pusieron en libertad. Siempre decía que le tomaran declaración cuando quisieran porque él nunca había hecho mal a nadie.
A los 8 días, hacia la 1 de la madrugada del 3 de septiembre de 1936, dos requetés fueron a buscarle a casa; supuestamente para llevarle a tomar declaración en Vitoria.
En esas fechas, probablemente esa misma noche también desapareció un matrimonio de Villanueva de Soportilla. Florentino García Valencia de 47 años de edad, nacido el 14 de marzo de 1889, jornalero, hijo del maestro; y su esposa Mónica Barrón del Val, de 45 años nacida en 1891 y natural de Ameyugo. Dicho matrimonio, el cual no tuvo descendientes, vivía en Villanueva de Soportilla, pueblo cercano a Santa Gadea del Cid.
Los testimonios de la gente de Salinas de Añana y Viloria coinciden bastante con la versión que la familia teníamos de lo ocurrido, en base a otras informaciones de la época.
En verano del 36 vecinos de Salinas de Añana y de Viloria descubrieron en una de las curvas del puerto de la Tejera, perteneciente al término de Viloria, una fosa excavada en la cuneta, causando este hecho gran expectación entre los lugareños.
A los pocos días, entrada la noche escucharon el motor de dos vehículos que se detuvieron en la curva. Bajaron de ellos sus ocupantes y según el relato de testigos oculares, fusilaron a 2 ó 3 hombres y una mujer. Se decía que provenientes de Santa Gadea del Cid, Villanueva de Soportilla o Bozoo.
A la mañana siguiente la gente que se acercó al lugar encontró casquillos al pie de la fosa y resto del cráneo y del cabello de la mujer en una rama o zarza, a la que parece dispararon cuando huía. A los días, al comprobar que la fosa no estaba bien tapada, la gente de los alrededores fue con piedras para proteger la fosa y desde entonces comentan que ha permanecido intacta.
Hace varios meses las hijas y niet@s de Primis, intensificamos la búsqueda, por un lado con la gran ayuda y el empuje que en todo momento nos han prestado con mucho mimo, la asociación que trabaja ayudando a recuperar la memoria histórica “Ahaztuak”, y por otro con la valiosa e intensa colaboración de la estupendísima gente de Salinas y Viloria. Gracias por vuestra voluntariedad.
El 29 de mayo de 2.010 gracias al apoyo y los testimonios de bellísimas personas del Valle, comenzamos a escavar para localizar los restos. Después de 3 fines de semana de remover tierras y recuerdos, pasando momentos de nerviosismo, decepción, ilusión, tristeza y alegría, el sábado 12 de junio, gracias a la meticulosa labor de la persona que manejaba la excavadora, encontramos restos de los posibles desaparecidos. Dando parte a la Ertzaintza del hallazgo y así hemos llegado hasta el anhelado día de la exhumación.
Hoy 19 de junio de 2.010, contamos también además de con la Asociación Ahaztuak, con gente de la Sociedad Aranzadi, otros muchos colaboradores de Madrid y otros rincones, que se han trasladado para ayudarnos a intentar recuperar los posibles restos de nuestro ser querido. Gracias a todos ellos por su valiosa labor. Especialmente queremos agradecer a toda la gente del Valle que nos ha ayudado con su información, con su cariñoso e incondicional apoyo a seguir adelante y llegar hasta el punto en que hoy nos encontramos. Sin ellos esto no hubiera sido posible. Gracias por habernos acompañado en todo momento y por haber cuidado de nosotros y del “hoyo de los muertos”. Ojala se transforme a partir de hoy en un espacio para la hermandad y la libertad. Y para acabar este escrito que nos habéis pedido a los familiares, quiero citar unas palabras preciosas con las que me identifico totalmente de S. Otazu Jaurrieta en el libro de Marino Ayerra Redín.
“Nacieron con la muerte pegada a la espalda … Su gran pecado amar la Libertad, su desvergüenza luchar por la Justicia y la Igualdad. Sois nuestra fuerza aún pese a quien pese. Sois nuestra herencia y nuestra riqueza, sois nuestra muerte y nuestra vida, porque fuisteis fuertes os masacraron, porque fuisteis razón y esperanza os asesinaron.
Pongo por testigo mayor al sol que vio vuestra amargura, rabia e impotencia humana.
Pongo por testigo a los hijos que os lloraron en un rincón oculto.
Fuisteis buenos, fuisteis hombres, amasteis la Justicia”.
Los Familiares de Primitivo Fernández de Labastida