Las Juntas Generales de Vizcaya rechazaron hoy una iniciativa de EB por la que exigía la reforma de la Ley de Amnistía, se reclamaba al Tribunal Supremo y al CGPJ que se investigue “la violación de derechos humanos” durante el franquismo y se instaba a la creación de una Comisión de la Verdad. Sólo los dos junteros de Ezker Batua votaron a favor de la proposición no de norma, mientras que 18 junteros votaron que no y 24 se abstuvieron.
Durante el pleno celebrado en el legislativo territorial, el PNV denunció “el vaudeville” y el “circo” montado en torno al procesamiento del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, mientras que el PP criticó que se pretenda “derechizar” a su partido, vinculándole “con las posiciones más rancias” y el PSE-EE defendió que el juez pretendía investigar “el exterminio de ‘los rojos’”.
El representante del PNV se refirió a las críticas que socialistas y populares se lanzaron durante el debate y calificó la situación de “esperpento” ante “la capacidad de los socios preferenciales” del PP y PSE-EE de “tirarse los trastos”, y apuntó que el foro para discutir esta cuestión sería el Congreso de los Diputados.
Además, se refirió “al amplio vaudeville, con personajes varios” de la historia, uno de ellos Baltasar Garzón, “conocido por su nula calidad en las instrucciones, inventor de tesis políticas y no judiciales y ejemplo práctico del péndulo patriótico-judicial”. “Todo el día peleando con miuras y una vaquilla le tumba”, dijo.
El juntero jeltzale destacó que en este “circo” también están “sindicatos ultras y nostálgicos del franquismo”, así como jueces como Luciano Varela y Juan Saavedra, “expertos en el juego del diseño piramidal donde ‘hoy te apoyo, mañana me apoyas, para que mañana salgamos ambos’, ese estilo que se está situando en el espacio judicial”.
En cuanto al procesamiento de Garzón por investigar los crímenes del franquismo, aseguró que “nadie le dijo nada cuando en el año 2002 se adelantó al Gobierno a la hora de ilegalizar a Batasuna, algo que a él no le correspondía”. “¿En aquel momento estaba prevaricando?. ¿Estaba actuando con estricta sujeción a la Ley o funcionaba bajo razones extrajudiciales?”, señaló.
A su juicio, este “circo” transmite a la ciudadanía “que los políticos no son serios, que los jueces son una jaula de grillos, que la Justicia no es justa y equilibrada, y que hay gente que se mete en política para meter mano en la caja para amparar a sus amigos”.
“Creemos en la independencia de todos los estamentos del poder judicial, no creemos en el circo judicial, cuyos responsables, entre otros, son el PSOE, el PP y también algunos jueces. Nos parece paradójico que la extrema derecha haya conseguido calzarle jurídicamente al juez estrella, pero ésta es la virtud de esta joven democracia, donde estructuras de extrema derecha utilizan los soportes y la garantía de la democracia para reventarla desde dentro”, apuntó.
Además, se mostró favorable a la aplicación de la Ley de la Memoria Histórica, y dijo que, en su día, se fió del PSOE, mientras que éste “se ha achantado” y ha “dejado en la cuneta” las familias de los asesinados durante el franquismo, que tienen derecho a saber la verdad, a tener justicia”, apuntó, para rechazar “la tesis del PP de echar paladas de tierra sobre los crímenes cometidos”, y considerar “llamativa la lectura que se hace de unas víctimas y de otras”.
Por su parte, la juntera del PP criticó “la brutal campaña de intoxicación .y manipulación” a la que se asiste en torno al juez Garzón y recordó que el magistrado se sentará en el banquillo por supuesta prevaricación.
En este sentido, subrayó que la adopción de decisiones “injustas, a sabiendas, por parte de cualquier miembro de la Judicatura supone un riesgo para el propio Poder Judicial, pero, sobre todo, para el conjunto de los ciudadanos”.
Además, pidió que no se centrara el debate en emitir “juicios sobre Garzón como amante del brillo mediático, personaje seducido por las candilejas del poder político, que da puntada con hilo en su carrera hacia los altares de un premio Nobel o equivalente”.
“Se trata de determinar si ha incurrido en delito de prevaricación”, dijo, para señalar que “si España fuera un país ajeno a la intoxicación política y mediática, el debate sobre esta cuestión tocaría punto y final”, y serían sólo los tribunales quienes lo aclararan.
Para la representante popular, si se pretende “abordar una cuestión tan delicada como la de las víctimas de la guerra civil y el franquismo”, se debe hacer “desde el consenso, alejados de los focos mediáticos.
Tras condenar el régimen franquista, dijo que la iniciativa de EB tiene el “objetivo de resucitar el franquismo y la guerra civil, no con un objetivo reparador, sino con la pretensión de restaurar las dos Españas y reanimar fantasmas adormecidos” para “reescribir nuevamente la historia de este país”.
Según apuntó, se trata de una estrategia “claramente electoralista” que tiene al PSOE como “máximo exponente”, e indicó que el objetivo del Gobierno es “establecer la ceremonia de la confusión, para evitar que se hable de la sangría de parados, del decretazo y de la crisis”.
“También se pretende rescatar el espíritu del franquismo para instalar un estado de opinión generalizada que vincula de manera directa al PP con las posiciones políticas más rancias de este país. Se pretende derechizar al PP”, aseveró.
Además, lamentó “la brutal campaña de presión y desprestigio del Tribunal Supremo para intimidarle”, y llamó la atención sobre la posición de “algunos”, en referencia a los socialistas que, durante los juicios de Atutxa e Ibarretxe, “se rasgaban las vestiduras y reclamaban respeto al poder judicial” cuando hoy “son parte activa en los actos de presión al Poder Judicial”.
LA ACTUACIÓN DE EXTREMA DERECHA
Por su parte, el PSE-EE comenzó su intervención con la defensa del poder judicial y su independencia, y criticó “la actuación que grupos afines a la extrema derecha y, en algunos casos, herederos del franquismo como La Falange, han mantenido respecto al trabajo del juez Garzón en cuanto a investigar los crímenes del franquismo”.
Tras recordar que éste comenzó la investigación “mediante una lectura amplia de la Ley de Amnistía y del conjunto del ordenamiento jurídico, entendiendo que los delitos con personas desaparecidas no prescriben mientras no aparezcan”, señaló que el magistrado consideró que “el exterminio contra ‘los rojos’ y todo el que pensaba diferente fue un delito contra la humanidad”.
La juntera del PSE-EE dijo que el intento de procesamiento del magistrado “por parte de organizaciones de extrema derecha es un acto que no sólo va contra el propio juez, sino que es un ataque a la democracia” y la Constitución. Por ello, apoyó a Baltasar Garzón como juez “que ha intentado la condena del régimen franquista como ilegítimo e ilegal”.
No obstante, rechazó la reforma de la Ley de Amnistía”, que calificó de “histórica” y mostró su oposición a la creación de una Comisión de la Verdad, y a la petición a las Juntas de que emplace al TS y al CGPJ a que investigue los crímenes contra los derechos humanos en la etapa franquista. En su opinión, la iniciativa de EB “pretende una relectura de la transición democrática”.
La representante de la izquierda abertzale calificó de “vergonzosa” la iniciativa de EB por pretender defender a “un inquisidor”. “El juez Garzón es la persona que ha canalizado la estrategia del ‘todo es ETA’, recortando derechos elementales de organización, reunión y expresión, impulsando a golpe de informes policiales, ilegalización de partidos y organizaciones políticas, encarcelando a cientos de ciudadanos vascos independentistas”, apuntó.
(Europa Press. 10 / 06 / 2010)