La asociación de víctimas del golpe de Estado, de la represión y del régimen franquista, Ahaztuak 1936-1977, denunció ayer ante la opinión pública que en las últimas semanas se ha producido una escalada de atentados contra «la memoria democrática de Euskal Herria» en puntos de Gipuzkoa como Aritxulegi y Oiartzun, y aún más numerosos en localidades navarras como Artika, Aizoain, Arbizu, Baztan, Bera, Bidangotze, fuerte Ezkaba, Iruñea, Lesaka y Orkoien, entre otros.
Para este colectivo, los ataques de las últimas jornadas en diferentes puntos de la geografía vasca han arrojado un «preocupante balance de monumentos destruidos e incluso tiroteados, recordatorios en honor a las víctimas del franquismo, símbolos de homenaje a los gudaris y milicianos que se enfrentaron al golpe de Estado de 1936 y placas conmemorativas ultrajadas, tumbas profanadas, insultos y amenazas en locales y vehículos acompañados de apología del terrorismo de Estado franquista».
La asociación destacó «la preocupación social» que está suscitando esta serie de atentados por la «total impunidad con la que se están produciendo». «Muchos familiares de víctimas del franquismo -informaron- se están poniendo en contacto con nuestro colectivo para interesarse por lo sucedido y también para mostrar su indignación por el diferente tratamiento mediático, político y judicial que reciben estos hechos en comparación con otro tipo de ataques».
De ahí, su petición a los responsables del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, así como a los de Gasteiz e Iruñea, para que den a conocer las medidas que han adoptado para frenar esta escalada, así como hallar a quienes están detrás de esta campaña y las razones que persiguen con ella.
Ahaztuak manifestó que «esta escalada de atentados falangistas» en Euskal Herria está dirigida «no sólo contra la memoria de nuestros familiares, sino contra todo aquel que defienda hoy en día los valores republicanos, la verdadera democracia basada en el respeto a la voluntad popular, la libertad de las personas y de los pueblos». Por tal motivo, reactivan su compromiso con «la exigencia de verdad, justicia y reparación con las víctimas del genocidio franquista».
No pasa por alto que la mayoría de los ataques han sido firmados por «siglas y simbología falangista». Recuerda que en el Registro de Partidos Políticos de la Dirección General de Política Interior hay inscritas 18 formaciones desde 1976 hasta 2009, desde la Falange Española de las JONS hasta Falange Universal. A todas ellas, les emplazan a que aclaren si tienen relación con «los ataques que están siendo reivindicados en su nombre».
Repulsa en Orkoien
Ahaztuak 1936-1977 les pide que se posicionen al respecto «o que se desmarquen de los mismos para ayudar así a esclarecer los hechos y las responsabilidades. Suponemos -añaden desde este colectivo- que en caso contrario estos partidos falangistas legalmente establecidos, alguno de los cuales se siguen presentando puntualmente a cada cita electoral, serán perfectamente localizables por cualquier instancia judicial, tanto sus sedes sociales como sus dirigentes y las personas que han integrado sus candidaturas».
A raíz de las pintadas amenazantes aparecidas en un vehículo municipal utilizado habitualmente por un miembro de la izquierda abertzale y el ataque a la placa de una calle, los grupos municipales de Unión de Izquierdas de Orkoien, NaBai, PSN y UPN emitieron ayer un comunicado en el que se condenan «estas agresiones fascistas» que resultan «intolerables».
IUN reclama una condena institucional frente a los ataques
IUN ha presentado en el Parlamento de Iruñea y en los ayuntamientos navarros una declaración que tiene como objeto condenar los ataques contra la memoria histórica, unos hechos con los que, en su opinión, «la ultraderecha pretende amedrentar y recordar que los herederos ideológicos de los asesinos siguen presentes».
Esta iniciativa, según informó IUN, surge ante los ataques de «carácter fascista contra la memoria histórica» que están teniendo lugar en agosto «contra lugares y bienes que honran la memoria de los luchadores antifascistas y recuerdan la represión de la dictadura franquista».
Subrayó que los «más graves, sin ser los únicos», han ocurrido contra el monolito erigido en recuerdo y homenaje a los fugados de Ezkaba el 22 de mayo de 1938, y contra la placa que homenajea en el cementerio de Aizoain a los republicanos fusilados. A su juicio, «cuando la ultraderecha ataca el monumento erigido en recuerdo de los republicanos asesinados por los fascistas pretende por una parte humillar a las víctimas y a su memoria, pero también persigue lanzar el mensaje de que los herederos ideológicos de los asesinos siguen estando presentes en nuestra sociedad».
Es por ello que estos ataques «no pueden ni quedar impunes ni ser pasados por alto por las instituciones democráticas», según IUN, que considera que los autores deben ser «detenidos y llevados ante los tribunales», y a su vez las instituciones públicas navarras deben «condenar y liderar la repulsa y el aislamiento social de la ideología totalitaria que impulsa estos ataques».
(Gara. 27 / 08 / 09)